Por Cláudia Morán
Liu Xia no es un nombre incompleto. Lleva más de tres años bajo arresto domiciliario desde que su marido, el disidente chino Liu Xiao Bo, ganó el Premio Nobel de la Paz en 2010. De eso les sonará su nombre. Pero Liu Xia es mucho más que la mujer del disidente. Es fotógrafa, es poetisa, es pintora y su único crimen es el arte que confecciona, prohibido en China. Pero ni sus méritos artísticos ni su retención, que le ha causado una profunda depresión según sus allegados, han sido suficientes para que esta mujer trascienda en las noticias de todo el mundo.