Aunque el NO se haya impuesto en el referéndum independentista de Escocia por una diferencia de 350.000 votos (en un electorado de 4 millones), la realidad es que Escocia ya ha ganado.
Ha ganado porque por primera vez ha realizado una votación histórica, impensable, sobre su futuro, con lo que ha conseguido que se ponga el debate de la independencia encima de la mesa y de manera abierta. Además, el referéndum ha sido un éxito, en el que han participado más del 85% del electorado, del cual un 55,4% ha respaldado el NO frente el 44,6% que ha optado por el SÍ.
“Este proceso nos da un gran crédito como país, ha sido un triunfo del proceso democrático», resaltaba hoy Alex Salmond, el líder independentista del SNP, en una conferencia en la que reconocía desde Edimburgo la victoria del no en el referéndum.