En una guerra civil como la que está viviendo Siria hay algo que, junto con la mentira, perjudica enormemente a la opinión pública y, por encima de todo, a los sirios que continúan resistiendo las bombas en su país. Estamos hablando de la confusión, de contar un problema a medias o validar como portavoces a personas poco vinculadas con la población civil.
Para varios usuarios, eso es lo que ha ocurrido en las últimas dos semanas a través de las redes sociales. Se trata de la publicación de mensajes de jóvenes pidiendo ayuda desesperadamente desde el cerco de Alepo y mandando el que podría ser, decían, su último adiós. Esos vídeos fueron reproducidos masivamente por los cibernautas pero, ¿qué hay de cierto en ellos?
Las críticas apuntaban a que los protagonistas de los vídeos son conocidos activistas de varias organizaciones, algunas muy cuestionadas por su actuación sobre el terreno por su estrecho vínculo con los países occidentales, como los Cascos Blancos (White Helmets).