Es 16 de agosto y hay toque de queda. Desde hace días, por la noche, las calles de la ciudad se han convertido en una auténtica batalla campal. Hay toque de queda y esto no es Gaza, ni Mosul, ni Alepo ni ninguna ciudad del Oriente Medio en guerra, es Ferguson, Missouri, Estados Unidos, donde el asesinato de un joven afrodescendiente desarmado, tiroteado por un policía, ha desencadenado la ira de sus habitantes.