Abdullah Öcalan es kurdo, nació en Turquía y es uno de los líderes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en sus siglas en kurdo). Lleva diecisiete años en la cárcel por sus ideas políticas, pero desde hacer un año y medio no se sabe nada de él: si está vivo o muerto, si necesita de un médico o de un abogado. Por eso kurdos de alrededor del planeta se han organizado para pedir que se den noticias sobre su paradero y su estado de salud. Entre ellos, los kurdos de Atenas.
“Su idea política es que no hubiera países, ni fronteras, sino una hermandad entre todas las personas del mundo”, explica a este blog Ristem, un refugiado kurdo en Atenas que proviene de Roajava, el Kurdistán sirio. En la capital griega, los kurdos iniciaron una huelga de hambre el lunes y también acuden a la plaza Sintagma para explicar su reivindicación. Hoy viernes harán una gran manifestación desde esta plaza hasta la Embajada turca. Una protesta que no solo se dará en Atenas, sino que Ristem relata que también se realizará en otras capitales y ciudades de Europa.
Pero otro de los objetivos de esta iniciativa, también es poner de relieve la situación de los kurdos en Oriente Medio. Tras la finalización de la primera Guerra Mundial, el imperio otomano se deshizo y en la región se implementó los acuerdos de Sykes-Picot, en la que se establecieron las actuales fronteras en la zona. Los kurdos quedaron divididos en cuatro países. En Turquía es donde hay más, alrededor de 25 millones en un país de unos 80 millones de habitantes, Siria, Irak e Irán.
Desde entonces, su principal reivindicación ha sido la construcción del estado kurdo.»Estamos sufriendo la presión de diferentes dictaduras en Oriente Medio”, resalta Ristem. Los kurdos son la minoría étnica más grande de Oriente Medio y representan entre unos 55 y 60 millones de personas. “En la región hay países con menos cantidad de habitantes”, expone el refugiado.