Miles de niños podrían morir de hambre en Congo

3 millones de personas se enfrentan al hambre en la República Democrática del Congo (RDC). Hasta 250,000 niños podrían morir en los próximos meses a menos que les llegue comida nutritiva rápido. El jefe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) hace un llamamiento urgente a la ayuda para evitar una crisis humanitaria en el Congo, donde millones de personas están luchando con la escasez de alimentos provocada por el conflicto.

El número de personas en niveles de preguerra e inseguridad alimentaria que requieren asistencia humanitaria urgente aumentó de 5.9 millones a 7.7 millones entre junio de 2016 y junio de 2017, según declaraciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Una de cada 10 personas que viven en áreas rurales sufren hambruna, mientras que la desnutrición crónica afecta al 43 por ciento de los niños menores de cinco años, según el informe de la FAO.

«La situación empeorará si el apoyo urgente no llega a tiempo», dice Alexis Bonte, representante de la FAO en la República Democrática del Congo. «Los agricultores, especialmente los desplazados, mujeres y niños en su mayoría, necesitan desesperadamente ayuda alimentaria urgente, pero también medios para mantenerse a sí mismos, como herramientas y semillas para que puedan reanudar la agricultura».

David Beasley, jefe de PMA, afirma que muchos niños podrían morir en los próximos meses si no se les entrega la ayuda. «Necesitamos acceso a esos niños, y necesitamos dinero – con urgencia», añade.

«Nuestros equipos están en el campo. Vimos chozas quemadas, hogares quemados y niños gravemente desnutridos que habían sufrido retraso en el crecimiento. Obviamente, muchos niños ya murieron«, dijo Beasley. «Estamos hablando de varios cientos de miles de niños que morirán en los próximos meses, si no obtenemos los primeros fondos, alimentos y acceso a lugares seguros».

El PMA actualmente solo tiene el 1% de los fondos que necesita para ayudar a la gente en Kasai, la estación de lluvia está a la vuelta de la esquina y pronto hará intransitables los caminos que ya son malos. La entrega de ayuda por aire aumenta así su coste.

«Si esperamos unas pocas semanas más antes de que recibamos los fondos para colocar previamente los alimentos, no puedo imaginar lo horrible que será la situación», dijo.»Necesitamos ayuda, y la necesitamos en este momento», agregó.

El conflicto sin fin en Republica Democratica del Congo ha saldado ya más de 3.000 vidas y la ONU ha descubierto docenas de fosas comunes en el área. La violencia estalló en agosto del año pasado después de la muerte de un líder local durante los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

La seguridad alimentaria y la nutrición esta deteriorada en muchas partes de la República Democrática del Congo, teniendo la más alarmante que en Kasai, donde en marzo las milicias tendieron una emboscada y mataron a 40 policías en Kasai, decapitados. Según el informe de la FAO, los agricultores no han podido plantar sus cultivos en Kasai en las últimas dos temporadas debido a los combates que han saqueado sus pueblos y campos. Se estima que 1,4 millones de personas en Kasai y en la provincia oriental de Tanganyika se vieron obligadas a huir de sus hogares este año, dijo.

El país también tiene que hacer frente a la llegada de unos 500 000 refugiados que huyen de los combates en Burundi, Ruanda, Sudán del Sur y la República Centroafricana. Los conflictos han desplazado a unas 3,7 millones de personas dentro del país.

Los niños en la República Democrática del Congo han visto sus vidas amenazadas, sus familias destrozadas, sus escuelas destruidas y su futuro comprometido. Muchos son niños de la calle abandonados sin hogar, huérfanos por la guerra.

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