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Égalité, fraternité… ¿liberté?

La ONU exige a Francia que levante la prohibición del burkini en varias localidades del país / ATLAS

La ONU ha exigido a Francia que levante la prohibición del burkini en varias localidades del país / ATLAS

Liberté, égalité, fraternité. Tres pilares básicos de un país que lo convirtieron en el ejemplo y la envidia de muchas naciones. Pero la Francia de Baudelaire, Rimbaud, Sartre, la Revolución Francesa y el mayo del 68 es la misma Francia de los ultras neonazis, la familia Le Pen, los bombardeos en Siria y el apoyo a las políticas europeas que cierran las puertas a los refugiados. Meter a todo un país en el mismo saco del lepenismo y las políticas antieuropeas e islamófobas no sería justo ni riguroso, pero ignorar lo que está ocurriendo en la política y la sociedad gala tampoco, a pocos meses de unas elecciones presidenciales que podrían dar la victoria a Marine Le Pen en la primera vuelta.

Decia John Stuart Mill que la libertad de uno termina donde empieza la del otro. Así es como también se entiende en Francia, donde el laicismo es casi un modelo a seguir. Casi, porque su tolerancia hacia otras religiones no es la misma en función de qué religión se trate. Estamos hablando de que mientras el cristianismo está bien visto socialmente, no ocurre lo mismo con el credo del islam. Los musulmanes en Francia son unas seis millones de personas, el 9% de la población, y la mayoría llevan décadas viviendo en el país galo. Por lo tanto, son franceses. Pero no a los ojos del Frente Nacional, miembros de otras formaciones políticas, los ultras neonazis y buena parte de la población. Y es que en Francia la libertad es uno de sus grandes bastiones identitarios, por lo que un burka no está bien visto, como tampoco el velo en las escuelas y centros públicos, al entender estos símbolos como una imposición patriarcal y arcaica.

La llegada de refugiados a Europa ha reactivado con más fuerza que nunca este discurso. La prohibición del burkini como atuendo de baño en las playas de varias localidades francesas ha ocupado portadas de periódicos de todo el mundo y también, sin mayores argumentos, la supuesta estrecha vinculación entre los refugiados y los atentados terroristas en Francia. A pesar de que el grueso de los asesinos que atentaron en el país galo durante los últimos dos años eran de nacionalidad francesa o europea.

Lo que no ocupa portadas es que aquel discurso ya existía en el país galo antes de la crisis humanitaria alrededor de la guerra de Siria. La islamofobia ganaba adeptos mediante el potente discurso de Marine Le Pen al estallar la crisis económica y ciertos colectivos neonazis respondían en forma de ataques nocturnos a barrios de población musulmana. Pero ahora, después de Charlie Hebdo, Bataclan o Niza, el dedo sentenciador se redirigió hacia los que venían de fuera. El burka y el burkini vuelven a llenar portadas, mientras que la agresión a una mujer en topless en una playa de Châteauneuf-sur-Charente (los agresores no eran musulmanes) o el incendio intencionado a un centro destinado a la acogida temporal de refugiados en Forges-les-Bains, en Essonne, pasaron a un segundo plano.

La libertad en Francia continúa siendo un bastión irrenunciable, pero parece que sólo cuando se corresponde con un determinado y peligroso statu quo. Porque los 6 millones de musulmanes que hay en Francia no son menos franceses que el resto. Porque «mi libertad termina donde empieza la del otro» y «su libertad termina donde empieza la mía» son un ejemplo de que el orden de los factores a veces sí altera el producto.

 

6 comentarios

  1. Dice ser Jeeves

    Entiendo que son franceses no solo los que viven o nacen en Francia, sino todos aquellos que se integran en la cultura que les rodea sin reservas o recelos. Eso incluye los hábitos locales y las costumbres de siempre que de ninguna manera supone aceptar las reglas de religiones no propias del país. No estaría de más recordar que no hace tantos años esa costumbre del hijab hasta el burka no existía apenas en sus países de origen y ha sido una radicalización religiosa la que ha impuesto estas prendas totalmente inaceptables. ¿Cómo se vería a una española que el viernes santo se echara a la calle con su peineta y velo por los Campos Elíseos?, ¿habría que respetar el canibalismo de algún nacionalizado procedente de África o Amazonia donde todavía mantienen estas costumbres?, ¿qué tal el alumno de un colegio que se empeñara en ir a clase montado en el camello de su abuelo? Quienes se empeñan en llevar la libertad a términos delirantes ponen en peligro la libertad de todos.

    19 septiembre 2016 | 17:43

  2. Dice ser culturas

    ¿Què religión humana es amante de la libertad?

    19 septiembre 2016 | 17:56

  3. Dice ser arc1776

    Que se lo digan a los que murieron en Madrid, Londres, Paris, Bruselas, Niza, Moscú. Si tan mal estan que cojan las maletas y se larguen a una tierra mas tolerante. Si te han acogido como minimo comportate.

    19 septiembre 2016 | 18:48

  4. Dice ser Angel

    Es que no tiene nada que ver con la nacionalidad. Los autores de las masacres de los últimos dos años, como bien has dicho son franceses… pero musulmanes. Ese es el problema y no verlo es de ciegos. Esta gente (no todos ni muchísimo menos) están haciendo un daño terrible a la sociedad y la culpa de que haya cada vez más islamofobia es única y exclusiva de ellos. Esto perjudica a sus compatriotas pero a ellos, los fanáticos religiosos, eso les da igual.

    Luego dices que los franceses son más tolerantes con las otras religiones… ¿Me puedes decir cuántos atentados con múltiples muertos han provocado los cristianos, protestandes, hidúes o budistas en los últimos cinco años en Francia?¿y cuántos los musulmanes?. Pues ahí tienes la respuesta.

    19 septiembre 2016 | 19:12

  5. Dice ser Eduardo

    No se puede ser tolerante con una religión intolerante, machista y homófoba. Que haya mujeres que defendáis que otras mujeres tengan que llevar el mantel a cuestas porque a ojos de sus maridos/padres/etc son unas putas si enseñan la rodilla es para hacérselo mirar. No al islam, no a la intolerancia.

    19 septiembre 2016 | 20:53

  6. Dice ser ¿cuántos?

    ¿Cuántos hombres musulmanes has visto, Claudia, llevando burkini?¿cuántos usan velo para no provocar el deseo de las mujeres?
    Ni un paso atrás contra el islam. No te equivoques, velo, hijab etc. son opresión machista; si no lo fueran los hombres también los portarían.

    20 septiembre 2016 | 08:20

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