Goldman Sachs is not an after shave Goldman Sachs is not an after shave

Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

Refugiados sobreviven en casas ocupadas en Atenas

Primer post de diario en Atenas

Una voluntaria con un niño en la squad Segunda escuela en Atenas / N.S.I

Una voluntaria con un niño en la squad La Segunda en Atenas / N.S.I

Notara, la Segunda o Jasmín, la Quinta (estas últimas dos escuelas), el Hospital, el Hotel City Plaza o el Hotel Oniro. Estas son las seis Squads, casas ocupadas por refugiados, que existen en Atenas y donde la vida es dura. Principalmente, porque viven muchas personas hacinadas y las infraestructuras no están preparadas para ello.

En cada una de las escuelas, por ejemplo, viven alrededor de unas 400 personas, aunque no existe ningún censo oficial. De hecho, a menudo, se ven caras nuevas y otras desaparecen. Las primeras son personas que llegan desesperadas a Atenas, las otras, normalmente, gente que marcha en busca de un sitio mejor donde alojarse junto a su familia.

En la misma aula de una clase duermen varias familias, que separan estos espacios con telas o sábanas para mantener un poco de privacidad. Las personas duermen en colchones de futón o de espuma, incluso las mujeres embarazadas.

En el caso de las escuelas no había un espacio separado entre las duchas y los váteres. “En el mismo sitio donde otros hacen sus necesidades, yo tengo que lavar a mis hijos con agua fría”, relataba a este blog una madre de tres niños, el mayor de cuatro años.

Pero cada sitio tiene su handicap. En el caso de las escuelas existe el clásico patio, un amplio espacio al aire libre donde los niños pueden jugar y los adultos relajarse. Algo que no existe en otras squads, donde no hay ningún solo espacio al aire libre y la sensación de hacinamiento es más grande.  Por eso, en el Hospital y en el Hotel Oniro la principal actividad que organizan los voluntarios es llevar a los niños a jugar al parque.

También hay escasez de comida. En ambas escuelas, que yo misma visité, cada tarde llega un camión con comida, que son donaciones privadas. Eso sirve para la cena. Los refugiados que tienen más recursos propios pueden comprar otros alimentos durante el día, pero me encontré alguna persona que me confesó que solo cenaba.

En este caso, también es esencial la labor de los voluntarios. En la Segunda, Voluntart, una organización española que gestiona esta escuela desde junio, cada mañana da de desayunar a los niños para intentar prevenir que no tengan problemas de desnutrición. En la Quinta, un grupo de griegos se ha organizado y tres veces a la semana acude a este recinto para cocinar para los refugiados y compartir ratos con ellos.

¿Quién vive en las squads?

Las casas ocupadas, principalmente, están habitadas por refugiados sirios, pero también hay iraquís y afganos, que son minoría.  Son personas que huyen de la guerra, que han vivido situaciones de conflicto en las cuales han muerto familiares o amigos, que están desesperadas porque económicamente lo han perdido todo o casi todo, por lo que a veces no tienen ni suficiente comida para alimentarse a ellos mismos o sus hijos.

"Abran las fronteras", es el mensaje del cartel que un niño sostiene en una manifestación de refugiados en Atenas / N.S.I

«Abran las fronteras», es el mensaje del cartel que un niño sostiene en una manifestación de refugiados en Atenas / N.S.I

Además, las rutas que han hecho para llegar son complicadas. Se han desplazado desde Siria, Irak o Afganistán hasta Turquía, donde han cogido un bote para llegar a Grecia. Una vez en el país heleno, han sobrevivido en campos para refugiados, en medio de la nada, en condiciones muy duras y durmiendo en tiendas de campaña o barracas. Cuando llegan a Atenas, la forma de vida que se encuentran tampoco es mucho mejor.

Además, la realidad, es que nadie se quiere quedar en Grecia. “No hay trabajo para los griegos, como va haber para mí”, me indicó un joven refugiado proveniente de la ciudad siria de Hama. La situación, por eso, se prolonga en el tiempo y no se vislumbra una solución. En marzo, la UE cerró sus fronteras a los refugiados y, desde entonces, viven 60.000 personas atrapadas en Grecia.

Así pues, son personas que huyen de una situación realmente complicada, sobreviven como pueden en las squads de Atenas y con apenas un proyecto de futuro, ya que se encuentran atrapadas en el país heleno.

La fundamental labor de los voluntarios

Entre medio de este complicado entramado, la función de los voluntarios es fundamental. En Atenas, muchos de los españoles llegan a través de Voluntart, que está realizando una gran labor en la Segunda escuela y el Hotel Oniro.

En la Segunda, a las diez de la mañana sirven los desayunos a los menores de edad. A las once, los niños mayores  acuden a clase de inglés, mientras que los pequeños se quedan en el patio realizando actividades plásticas como pueden ser dibujar, plastilina, crear figuras de barro o pulseras. Además, por las tardes ofrecen actividades lúdicas para los niños de todas las edades. Más allá de eso, también colaboran en la organización, gestión y limpieza de la squad.

Unos niños de la escuela Quinta miran como un voluntario pinta en el suelo las líneas de una área de fúbtol / N.S.I.

Unos niños de la escuela Quinta miran como un voluntario pinta en el suelo las líneas de una área de fúbtol / N.S.I.

En el país, también hay lo que se llaman voluntarios independientes. En la escuela Quinta, por ejemplo, había un grupo de españoles que trabajaban voluntariamente, por su cuenta y no venían de ninguna organización.  La Quinta es una squad autogestionada por los mismos refugiados, por lo que los voluntarios principalmente se encargaban de realizar actividades para y con los niños o intentar mejorar las infraestructuras como puede ser pintar las paredes o la aula de los pequeños de la casa.

Las iniciativas para los niños son primordiales, no solo para que ellos tengan un espacio donde distraerse, aprender o despertar sus capacidades creativas, sino también porque en esos ratos liberas durante un tiempo a los padres para que puedan centrarse en otras funciones vitales como buscar comida, pensar la manera de sobrevivir o hacer los papeles para poder salir del país.

Como experimenté en mis propias carnes, ser voluntario es duro y frustrante a la vez, porque no puedes hacer nada para cambiar el pasado de estas personas, tampoco su futuro mientras la UE mantenga estas políticas, pero si su presente e intentar que tengan una vida lo más digna posible en su paso por las squads o en los campos. Esa creo es la labor del voluntario. A pesar de las duras condiciones en las que viven los refugiados, los voluntarios pueden contribuir que sean lo más dignas posible.

Los comentarios están cerrados.