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Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

La «Claire Underwood» bonaerense

– ¿Una película o una serie?

– Alguna de esas que mira Karina… House of Cards.

Karina Rabolini, esposa de Daniel Scoli. Fuente: @RaboliniKarina

Karina Rabolini, esposa de Daniel Scoli. Fuente: @RaboliniKarina

 

Si los creadores de la serie de Netflix supieran que ésta fue la conversación entre el diario Clarín y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, fliparían. Y sería aún peor si se enteraran que además es el único candidato oficialista a presidente, Daniel Scioli.

Karina es su esposa, Rabolini. Exmodelo, self-made woman devenida en empresaria de productos de belleza y gafas de sol. Desde hace algunos años, presidenta de la Fundación Banco Provincia.

«Disfruto mucho recorrer la provincia», dice en las entrevistas que se superponen en su agenda.

Y asume con tranquilidad un papel que, si bien no la ubica en un cargo político, es proselitista. Karina viaja a las provincias, recorre barrios, figura en los medios, da entrevistas y contesta las «pilas de cartas» que la gente le entrega.

Pero, ¿cómo es la historia íntima de los Underwood latinoamericanos?

Karina se casó con Daniel a los 18 años, por civil y por iglesia en el Santísimo Sacramento en 1985. Se divorció, vivió varios años en Europa y volvió a convivir con su exmarido.

Con la «reincidencia» amorosa llegó la lucha para convertirse en madre. La infructuosa batalla, la llevó a impulsar y apoyar la ley de fertilización asistida en la Provincia de Buenos Aires, sancionada en 2 de diciembre del 2010.

En un programa de televisión, al borde de las lágrimas, se declaró «culpable» [sic] de la infertilidad de la pareja. «Daniel ya tiene una hija», recalcó.

Rabolini estuvo al lado del candidato del Frente para la Victoria en el momento más cruel de su vida: el 4 de diciembre de 1989 Scioli sufrió un accidente en una carrera motonáutica y perdió el brazo derecho. Las primeras líneas que escribió con la mano izquierda se las dedicó. «Lo que escribo con la zurda quiero que sea para vos. Te amo», esbozó en una letra temblorosa.

Apenas dos años después ya estaba de pie y encarando una incipiente carrera en la política, apadrinado por el expresidente Carlos Menem.

Karina se declara amante del Papa y confiesa que rezó en los partidos del mundial para que gane Argentina. En el círculo íntimo circula la versión de que la pareja vio «como un presagio» la elección del Papa Francisco, antes Jorge Bergoglio (arzobispo de Buenos Aires, cercano a los Scioli).

Con una imagen positiva que ronda el 90%, Karina es la «cara amable» de la campaña peronista. Trabaja a la par de su marido y lo iguala en vigor.

Tomemos un día de ejemplo. El sábado 18 julio los dos, sin ser noticia por un hecho particular, los Scioli ocuparon las portadas de los diarios de cuatro provincias. Cobertura total, y muy efectiva por cierto.

Un sábado cualquiera, la campaña de "los Scioli" en cuatro diarios provinciales.

Un sábado cualquiera, la campaña de «los Scioli» en cuatro diarios provinciales.

 

 

Mientras tanto, en la provincia que Scioli gobierna hace ocho años los funcionarios se conforman con completar el calendario escolar de 190 días. Y a veces no lo logran. Por ejemplo, ayer hubo paro docente por un reclamo salarial.

Las estadísticas oficiales para medir la pobreza son las mismas del cuestionado INDEC, 3,7% contra 25% de las medidoras independientes.

Las de Seguridad, provistas por la Procuración de la Corte Suprema, muestran que el «plan de emergencia en seguridad» lanzado en 2014 llegó, cuanto menos, tarde. El año pasado se produjeron en la provincia 77.871 robos, 14% más que en 2013.

Pero las cifras no importan en la campaña 2015. Conceptos como «la fe», «la esperanza» y «el diálogo» reemplazaron a los esquemas y planes de gobierno. Y cuando Claire Underwood está de tu lado, importan aún menos.

 

 

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