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Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

20 años de NAFTA, de Zapatistas, de claroscuros

Este 1 de enero hizo 20 años que los indígenas levantaron su grito de guerra contra el gobierno mexicano, el motivo la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en sus siglas en inglés) para la libre circulación de mercaderías entre Canadá, Estados Unidos y México. Por, el momento, este acuerdo es el que ha conectado la área más grande de comercio.

Y pese que este acuerdo ha tenido beneficios como el incremento de las exportaciones mexicanas hacia el norte, también tiene su rostro amargo, especialmente, en Ciudad Juárez, donde se concentran la mayoría de maquilas y que se ha convertido en la metrópolis más peligrosa de toda América. Miles de mujeres abandonan sus casas para trabajar en las empresas manufactureras de Estados Unidos deslocalizadas en México gracias a la entrada en vigor del NAFTA. En este lado de la frontera producen más barato.

En Ciudad Juárez impera el femicidio. Aquí muchas mujeres son raptadas, violadas, brutalmente torturadas y asesinadas. Además, otras, son violadas por conductores de autobuses cuando vuelven a altas horas de la madrugada de las maquilas a sus casas, como denunció Diana, que se convirtió en septiembre una heroína nacional, tras asesinar a dos conductores de autobuses, que presuntamente eran violadores.

Además, Ciudad Juárez, situada en el estado de Chihuahua, igual que otras zonas fronterizas del norte, está azotada por la violencia del narcotráfico, que desde el 2000 ha teñido de sangre toda esta región limítrofe con Estados Unidos, frente la incompetencia (y algunas veces impasividad o complicidad) de las autoridades locales y nacionales.

Además, el NAFTA, que llegó con la promesa de trabajo y de la mejora de la vida de los mexicanos, no ha podido acabar con uno de los principales problemas estructurales del país: el alto índice de pobreza.  La mitad de la población en México es pobre y casi no tiene acceso a la educación ni a la sanidad.

Zapatistas

Los zapatistas celebraron el veinte aniversario de su nacimiento/ Imagen de Jaime Avalos tomada el 2 de enero de 2006.

En la otra punta de Ciudad Juárez, en Chiapas, un departamento situado en el sur del país y en medio de la selva Lacandona, el 1 de enero, los zapatistas celebraron el veinte aniversario de su declaración oficial de guerra al Estado y pidieron que siguiera la lucha indígena. Bajo su punto de vista, se levantaron contra el gobierno mexicano porque la entrada en vigor de este tratado  iba a destrozar el campo mexicano y la forma de subsistir de los indígenas.

Tal vez, los zapatistas, son los únicos que en este veinte años han puesto un poco de luz en la oscuridad al demostrar que otro modelo es posible y la lucha sí tiene sentido. Los zapatistas, indígenas excluidos de la sociedad, se han organizado y en estos veinte años han creado su modelo de gestión en lo que ellos llaman “caracoles”. En cinco municipios han construido su propio sistema  de educación, salud y justicia.

NAFTA también tiene su lado oscuro en Estados Unidos

Pero este tratado también ha dejado sus repercusiones en Estados Unidos, donde 700.000 personas, especialmente, del sector automotriz han perdido sus empleos. Muchas empresas, como General Motors, han cerrado sus puertas en su país de origen para abrir fábricas en México a un precio mucho más barato. En 1993, en México habían 13 empresas automotriz, mientras que ahora hay 30 y, en estas dos últimas décadas, este sector ha aumentado sus exportaciones un promedio anual del 12.6%.

La víctima de esta situación ha sido la población estadounidense, especialmente, la de Detroit, que es la primera ciudad importante del país que se ha declarado en bancarrota. En julio pasado, la administración de esta ciudad reconoció que no podría pagar los 20.000 millones de deudas que había contraído.

Detroit, en los años cincuenta, era la imagen de prosperidad, de generación de empleo y que hizo que afrodescendientes de todo Estados Unidos acudieran a ella en busca de un trabajo en el sector automovilístico o armamentístico. Esta ciudad llegó a tener 2 millones de habitantes.

Ahora, solo quedan 700.000 personas, las más desfavorecidas, el 36% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, el desempleo es de 18%, el doble que la tasa nacional, y hay 80.000 edificios abandonados. Todo ello, fruto de la deslocalización de empresas como General Motors o Chrysler.

Así pues, el NAFTA tiene dos caras. En estos 20 años de vigencia del tratado, grandes compañías mexicanas han incrementado sus exportaciones hacia Estados Unidos, las grandes empresas estadounidenses manufactureras y del automotriz, principalmente, han visto como sus negocios se incrementaban produciendo más barato en el otro lado de la frontera, pero la víctima, como siempre, ha sido la población más pobre de ambos países.

Nuria Segura Insa

nuriasegura@gmail.com

@Nuriasein

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