Fernando Alonso ha dejado de ser el favorito para ganar el Mundial de Fórmula 1. El abandono en Suzuka ha quemado toda su ventaja al frente del campeonato, que ahora está en las manos de Sebastian Vettel, ya que el piloto alemán cuenta con un Red Bull infinitamente superior al Ferrari para afrontar las cinco últimas carreras.

Vettel ha dominado el GP de Japón sin oposición y todos hemos vivido una especie de Déjà vu, recordando la soporífera temporada pasada, cuando los Red Bull sacaban más de un segundo por vuelta a todos sus rivales. Aquel Mundial donde los grandes premios tenían la misma emoción que una carrera de scalextric porque siempre ganaba el mismo:

Pero Ferrari está ahora contra las cuerdas por méritos propios. Empezó la temporada con un F2012 indigno para la escudería italiana y solo el buen hacer de Fernando Alonso consiguió minimizar los daños. A mitad de temporada en Maranello se pusieron las pilas y Alonso pudo competir con un coche mínimamente competitivo. El resultado fue que el asturiano se hizo con el liderato y con una considerable ventaja sobre sus rivales.

Sin embargo, en el pasado GP de Singapur ya vimos que las cosas no estaban funcionando porque el Ferrari fue incapaz de seguir el ritmo de Red Bull y McLaren. Japón solo ha servido para confirmar esos temores. El Ferrari no está en condiciones de pelear cara a cara con Red Bull en el momento clave de la temporada.

Y el desafortunado abandono de Alonso en Suzuka ha multiplicado los problemas de Ferrari porque, sin ese cero en el expediente del asturiano, la escudería italiana contaría con margen suficiente como para poner al día su anquilosado F2012.

Aunque Fernando no pudiera disputarle las victorias a Vettel en las próximas carreras, sí que podría pelear por el podio y su ventaja le habría durado, al menos, tres o cuatro carreras más. Tiempo suficiente como para que Ferrari evolucionara el coche.

Ahora, sin embargo, ha desaparecido ese margen y se han reducido los plazos para el equipo Ferrari, obligado a evolucionar el coche para la siguiente carrera, que llega dentro de siete días en Corea. Desgraciadamente, en una semana apenas hay tiempo para reducir la brecha con Red Bull y todo parece indicar que Vettel volverá a ser el favorito en Yeongam. Además, Ferrari tiene un problema añadido con su túnel de viento, que no funciona correctamente.

PD. Tras este análisis derrotista, quiero destacar algún aspecto positivo porque nunca hay que perder la fe en Alonso:

1. Red Bull ha sufrido varios problemas de fiabilidad esta temporada y podrían repetirse. Ferrari es más fuerte en ese aspecto.
2. Los motores Renault también han dado problemas y a final de temporada los propulsores siempre llegan más justos.
3. El ritmo de Felipe Massa no ha sido malo en Suzuka. A años luz de Red Bull, pero suficiente como para aspirar al podio.
4. Ferrari ha dicho que estrenará alguna mejora en Corea, a pesar de que solo hay una semana de plazo.
5. Dentro del Ferrari hay un piloto que se llama Fernando Alonso.