El nuevo Ferrari SF1000 no solo es un coche lento y escaso de potencia, sino que también es peligroso para la seguridad de los pilotos. Lo comprobamos en el pasado GP de Italia en el que Charles Leclerc y Sebastian Vettel salieron ilesos de dos incidentes que podían haber sido muy comprometidos para su integridad física.
En el caso de Vettel todos vimos como el freno trasero izquierdo de su Ferrari se incendiaba durante el GP de Italia, una situación de altísimo riesgo porque el sistema de frenado no respondió cuando Sebastian pisó el pedal y su monoplaza terminó llevándose por delante las protecciones del circuito. Imaginen que eso ocurre en un circuito como Mónaco…
Pero no fue el único problema de seguridad que vimos en Monza. Solo unas vueltas después, Leclerc perdió el control de su Ferrari a la salida de una curva y sufrió un durísimo accidente, afortunadamente sin consecuencias para su integridad física. Pero repito: imaginen que eso ocurre en Mónaco.
Esa extraña pérdida de control se debe a los problemas de sobreviraje que arrastra el coche y que complica muchísimo su conducción. Solo hay que escuchar lo que dijo Nico Rosberg en la RTL:
«El comportamiento del coche me asustó. Aceleró fuera de la curva, todo estaba bajo control y, de repente, pierde la parte trasera del coche, lo salva una vez y luego lo pierde de nuevo. Este Ferrari parece muy, muy difícil de conducir»
No es el único análisis que va en esa dirección. El portal italiano newsf1.it también alerta sobre la peligrosidad del Ferrari:
«No es aceptable que un icono mundial pueda poner en peligro la seguridad de los pilotos, que hoy tuvieron problemas para mantenerlo en la pista. Vergüenza parece ser una palabra desconocida para Mattia Binotto y la alta dirección de Maranello. La salud de los pilotos debe ser sagrada»
PD. Espero que Ferrari dé un giro de 180 grados en 2021. Sería el colmo que ahora que llega Carlos Sainz, veamos un McLaren más rápido que el Ferrari…
