El divorcio de Fernando Alonso y Raquel del Rosario fue ayer una de las noticias más vistas en internet (para que luego digan que las noticias del corazón no interesan…). Todavía hoy se sigue hablando del tema, así que me voy a montar en el carro para comentaros lo último que he leído al respecto. Según Vanitatis, la ruptura entre el piloto asturiano y la cantante de El Sueño de Morfeo era algo que se veía venir desde hace tiempo:

«La poca sintonía de la pareja era vox pópuli desde hace meses entre los amigos y familiares próximos al piloto de Fórmula 1 y la cantante»

Según este medio, Alonso y Raquel llevaban meses haciendo vida de solteros. El asturiano dedicaba la mayor parte del tiempo a viajar por todos los circuitos del Mundial de Fórmula 1 y cuando tenía algún rato libre solía pasarlo en Maranello con los miembros del equipo Ferrari. Cuentan en Maranello que Fernando se ha integrado a la perfección en la sede del equipo y que, además de trabajar, suele organizar partidos de fútbol con mecánicos e ingenieros o jugar a la consola con ellos. Vamos, el estereotipo de soltero.

Raquel, por su parte, había pasado los últimos meses en California, entre otros lugares, para preparar el lanzamiento de su nuevo disco. Las distancias y la imposibilidad de combinar horarios eran cada vez mayores entre los dos. La cantante tampoco llevaba bien la persecución constante de los paparazzis. Ayer, en su blog personal, dedicó unas palabras a Fernando:

«No cambiaría absolutamente nada de lo vivido estos años junto a él, incluso los malos momentos han sido necesarios para aprender. Fer seguirá ocupando un lugar especial en mi corazón y sé que yo en el suyo también»

PD. Desde aquí les deseo mucha suerte a los dos.