Sebastian Vettel se ha vuelto a librar de una sanción en el GP de Japón y, además, ha perjudicado a Fernando Alonso en la sesión de calificación. Vettel obstaculizó a Alonso en los últimos instantes de la Q3, cuando el asturiano estaba en su vuelta lanzada, y le hizo perder unas milésimas vitales, que le podrían haber permitido ganar una posición. Solo hay que recordar que Fernando se quedó a 92 milésimas de Sergio Pérez. Este es el vídeo donde se supone que Vettel obstaculizó a Alonso:
Los comisarios de la FIA llamaron a declarar a Vettel y a Alonso para investigar el incidente. Estuvieron deliberando durante un buen rato en Suzuka y al final decidieron imponerle a Sebastian un durísimo castigo. Nada más y nada menos que una reprimenda. Es decir, una palmadita en la espalda y para casa. Vettel conservará su pole y Fernando se quedará en su sexta posición de la parrilla. Aquí os paso el comunicado oficial de la FIA:
Sobra decir que los astros no han estado alineados con Alonso en Suzuka, ya que el español no ha podido tener peor suerte en la Q3. Alonso ha sido el único piloto perjudicado por el trompo de Kimi Raikkonen y prácticamente se ha visto obligado a abortar su mejor vuelta. Por si eso fuera poco, también se ha encontrado con el tapón de Vettel.
Visto lo visto, la sexta posición en la parrilla de Suzuka parece todo un éxito para Fernando. El director técnico de Ferrari, Pat Fry, ha definido muy bien lo ocurrido en la calificación de Japón:
«Hoy ha sido uno de esos días en los que todo lo que puede ir mal, sale peor»
Pero la mala fortuna tampoco tiene que esconder la cruda realidad de Ferrari, cuyo monoplaza es, a día de hoy, incapaz de pelear con Red Bull y McLaren. El F2012 es mucho más lento a una vuelta y necesita mejoras con urgencia para no poner en riesgo el liderato de Alonso en el Mundial. Si el F2012 no mejora, será muy complicado que Fernando resista en el liderato hasta el final.
PD. La mejor noticia para Alonso es que, por lo menos, Hamilton parece que ya se ha borrado de la pelea por el título. Ahora el único enemigo es Vettel y su avión llamado Red Bull.