Alonso, al volante del McLaren en Mónaco (Foto: Efe).
Fernando Alonso ha vuelto a demostrar su calidad en el circuito de Mónaco, ese que pone a prueba el pilotaje puro, y ha logrado un quinto puesto con el McLaren, que iguala el mejor resultado de la escudería británica desde que reinició su asociación con Honda en 2015 (el otro quinto también lo logró Fernando, el año pasado en Hungría).
La parte buena de la historia es que Alonso sigue pilotando al máximo nivel. La parte mala es que el McLaren sigue sin dar ese paso adelante necesario para competir con el pelotón de cabeza.
Todos esperábamos ver en Mónaco un McLaren mucho más competitivo, pues no han sido pocas las veces que desde Woking nos han hablado de las bondades del chasis británico. En el Principado, donde el lastre del motor Honda se supone que iba a ser menor, ese chasis debería de haber marcado distancias respecto a algunos competidores, pero no lo ha hecho.
El rendimiento de Mercedes, Red Bull, Ferrari, Force India y Toro Rosso ha sido superior al de McLaren en el GP de Mónaco, lo que supone tener diez monoplazas por delante del MP4-31 en condiciones normales de carrera.
Los abandonos de Raikkonen y Verstappen (vaya fin de semana el de ambos) le han permitido ganar al McLaren dos posiciones y el resto las ha puesto Alonso con sus manos.
El balance final del GP de Mónaco es, por lo tanto, agridulce porque seguimos teniendo a un Alonso muy por encima de las posibilidades del McLaren.
PD. Espero que en Canadá veamos por fin la evolución del motor Honda, pero McLaren también tiene que perfeccionar ese chasis.
