Una vez más Mad Max Verstappen volvió a hacer de las suyas y una vez más volvió a escaparse de una más que merecida sanción. Esta vez ocurrió en el GP de Bahréin y su víctima fue Carlos Sainz, viejo conocido del holandés y con el que ya ha mantenido rencillas en el pasado.

La cosa es que Verstappen no pudo soportar que Sainz le ganara la posición con un monoplaza inferior y recurrió a las malas artes para tratar de impedirlo.

De hecho, la cámara onboard del piloto de Red Bull no deja lugar para las dudas. En esas imágenes grabadas desde del monoplaza de Verstappen se aprecia cómo Carlos ya le ha ganado la posición por el exterior, pero al llegar a la curva busca el contacto abriéndose ligeramente a la izquierda en el momento en el que el piloto español está cerrando el giro:

Okay… pic.twitter.com/zuAruZ4WSv

— Szabó-Kónyi Bence (@Foton_16) March 31, 2019

La jugada no le salió mal del todo a Verstappen porque el peor parado fue el McLaren de Sainz, que tuvo que entrar en boxes a reparar daños. La carrera del español quedó arruinada y el holandés, sin sanción de la FIA, pudo continuar peleando en cabeza.

Dicho esto, y más allá del conocido peligro público que supone Verstappen, el GP de Bahréin ha sido una enorme dosis de esperanza para el equipo McLaren, ya que sus prestaciones fueron infinitamente superiores a las demostradas en Australia.

Tengo que admitir que yo mismo he sido el primer sorprendido porque tras lo ocurrido en Melbourne empezaba a pensar en otro año perdido. En Bahréin, en cambio, McLaren ha demostrado que su monoplaza ha dado un salto de calidad y que no está tan lejos de la Primera División.

Tampoco quiero pasar por alto el enésimo error de Sebastian Vettel, un tetracampeón cuyo crédito parece agotado después del gran rendimiento de Charles Leclerc.

PD. Espero que McLaren mantenga el ritmo visto en Bahréin y que la excepción haya sido Melbourne.