Hoy me gustaría dedicar el artículo a ‘los que no aprendieron nada’. Y, además,  creo que no será necesario comentar demasiado porque los datos que os voy a mostrar hablan por sí solos. Me refiero, cómo no, a la estratosférica evolución que ha experimentado el equipo Mercedes después de su famoso test secreto en Montmeló.

Sus dos pilotos, Lewis Hamilton y Nico Rosberg, habían sumado entre los dos 72 puntos en las cinco primeras carreras de la temporada. Luego vino la vulneración del reglamento con el polémico test secreto y los resultados mejoraron exponencialmente. En solo tres carreras (Mónaco, Canadá y Silverstone), Rosberg y Hamilton han sumado 99 puntos, más que en las cinco anteriores.

La progresión se ha notado, evidentemente, en el campeonato de constructores. Así estaba esa clasificación después del GP de España (antes del test secreto):

Y así está ahora después de que Mercedes ‘no aprendiera nada’ en su test secreto. La progresión de la escudería alemana en solo tres carreras ha sido impresionante:

Mercedes ha pasado de ser la cuarta escudería a ser la segunda en el campeonato de marcas. El equipo alemán ha sumado, incluso, más puntos  (99) que Red Bull (88) desde que realizó su test secreto. Es decir, si el Mundial hubiera empezado después de su prueba ilegal, Mercedes estaría ahora liderando el campeonato de constructores.

Esa escalada de puntos es especialmente importante porque las escuderías reciben dinero a final de temporada en función de los puntos sumados en esa clasificación de marcas.

PD. Como bien dijo Christian Horner, la prohibición de no disputar los test de jóvenes pilotos es insuficiente para compensar el enorme beneficio que obtuvo Mercedes en aquella prueba privada en Montmeló.