Fernando Alonso (Foto: McLaren).

Miedo. Eso es lo que he sentido cuando he escuchado las palabras del responsable de Honda, Yusuke Hasegawa, sobre el nuevo motor que están preparando para esta temporada.

«Se trata de un concepto completamente diferente. Hemos asumido un alto riesgo porque no sabemos demasiado sobre este nuevo concepto»

Imagino que esa sensación de temor es compartida por muchos de vosotros porque viniendo de dónde venimos, dos años en los que el motor Honda ha sido un lastre para Fernando Alonso, es perfectamente comprensible llevarse las manos a la cabeza ante cualquier experimento del fabricante japonés.

De hecho, eso del «concepto nuevo» no es ninguna novedad porque ya en 2015, cuando se estaba cocinando el primer motor Honda de Alonso, el entonces responsable de la marca japonesa, Yasuisha Arai, utilizó esa misma expresión para referirse a aquel propulsor que resultó ser un completo desastre.

De todas formas, parece que este año el experimento tiene fundamento, no como ocurrió en 2015. Entonces Honda se basó en la filosofía del ‘size cero’ y redujo al mínimo todos sus componentes para intentar ganar así una ventaja aerodinámica. El concepto, como todos sabemos, fue tan novedoso como ruinoso.

Ahora, sin embargo, el nuevo concepto de Honda se basa en simular la estructura del motor Mercedes, cuyo éxito está sobradamente probado en la pista. Consiste fundamentalmente en reestructurar el motor de combustión interna, montando turbina y compresor de forma separada en ambos extremos.

Según parece, los resultados en el banco de pruebas están siendo alentadores, aunque también lo eran en 2015 hasta que el motor debutó en la pista con graves problemas de fiabilidad. Ahora, por si acaso, Hasegawa peca de prudente:

«Sabemos que el nuevo concepto nos dará una ventaja de rendimiento, pero el mayor riesgo es saber si podremos maximizar ese potencial este año»

PD. Aunque los experimentos de Honda nos aterren a todos, está claro que para ganar hay que experimentar…