Fernando Alonso, al volante del McLaren (Foto: McLaren).

Ni los errores estratégicos «de EGB» cometidos por McLaren, ni los problemas de fiabilidad del motor Honda que han arruinado el fin de semana a Fernando Alonso han borrado las sonrisas en el equipo de Woking (salvo la del propio Fernando, por supuesto).

La razón no es otra que la competitividad demostrada por el MP4-31 en el Red Bull Ring, un circuito a priori malo para el monoplaza británico, pero en el que Jenson Button ha logrado un sorprendente sexto puesto en carrera.

Aunque todos estamos cabreados por los múltiples problemas que ha sufrido Alonso, empezando por él mismo, si analizamos fríamente lo ocurrido vemos que hay motivos para el optimismo. El sexto puesto de Button así lo demuestra. Y solo hay que pensar en lo que habría podido lograr el asturiano de haber disfrutado de un fin de semana normal como su compañero.

Tanto en McLaren como en Honda saben que hay que pensar en positivo. Así se ha expresado Eric Boullier, director de la escudería:

«No nos esperábamos un resultado tan bueno en este circuito. El fin de semana ha demostrado lo que podemos conseguir cuando sacamos el máximo partido de nuestras fortalezas, recursos y determinación. Este resultado es un hito para el equipo y demuestra claramente en qué dirección vamos: hacia la cabeza de la parrilla»

Desde Honda, su responsable Yusuke Hasegawa, también ha realizado una valoración positiva:

«Lo positivo es que hemos podido demostrar nuestra fuerza tanto en el coche como en el equipo este fin de semana, y eso es muy alentador de cara a la próxima carrera en Silverstone, la casa de McLaren»

PD. Comparto las apreciaciones de Boullier y Hasegawa, aunque les matizaría que el GP de Austria también ha demostrado lo que pueden conseguir cuando sacan el mínimo partido de sus fortalezas, recursos y determinación…