El analista de la BBC, Gary Anderson, que también gestiona un blog en Autosport, ha revelado que una de las claves del extraordinario rendimiento que hemos visto en los Red Bull desde el pasado GP de Gran Bretaña podría estar en el suelo de sus monoplazas.

Anderson, que fue diseñador en la Fórmula 1, explica que Adrian Newey ha vuelto a rizar el rizo para conseguir un efecto similar al de los famosos difusores soplados, que se prohibieron la pasada temporada. El mecanismo de aquellos difusores soplados consistía en canalizar los gases de los escapes hacia el difusor trasero para incrementar la carga aerodinámica.

Ahora, ante la prohibición de la FIA de canalizar los gases, Newey habría apostado, según relata Anderson, por utilizar nuevos materiales más resistentes a las altas temperaturas, que le permitirían conservar más tiempo el calor de los gases expulsados en el fondo del coche:

«Cuanto más tiempo puedas mantener los gases calientes de los escapes pegados al suelo, más ventaja aerodinámica puedes obtener»

Además, Anderson sostiene que Red Bull probó en Gran Bretaña unas pequeñas aletas para limpiar de impurezas los flujos de aire que entran en los bajos del monoplaza:

«Dobles paletas y unas pequeñas aletas. Ambas cosas fueron introducidas en Silverstone. Limpian el aire que fluye por el suelo y hacen que toda la sección trabaje con mayor eficacia»

Quiero recordar que el suelo del monoplaza es uno de los grandes fetiches de Newey, que, a veces, ha forzado demasiado el reglamento en ese punto en su afán por mejorar el rendimiento del coche. El año pasado, la FIA ya declaró ilegal un fondo plano de Red Bull que escondía unos misteriosos agujeros descubiertos en Mónaco. Gracias a ese fondo ilegal, Vettel ganó en Bahréin y Webber en Mónaco, pero la FIA no les retiró sus victorias.

PD. Lo cierto es que la mejoría de Vettel ha sido más que evidente desde la carrera de Silverstone. Venció en Nurburgring y estuvo a punto de hacerlo en Gran Bretaña de no ser por su problema mecánico.