Monoplaza Red Bull, equipo especialista en la materia. (Foto: efe).

El director de carrera, Charlie Whiting, ha dicho que la FIA vigilará de cerca las alianzas entre equipos en la Fórmula 1. Es decir, que el organismo internacional empieza a estar mosqueado con eso de que las escuderías más poderosas económicamente compitan en el Mundial con uno o más equipos filiales.

«Creo que es algo que debería preocuparnos y es algo que discutiremos próximamente con los equipos»

Siempre es bueno que la FIA se decida a mover ficha contra esta flagrante alteración del ‘fair-play’ en la Fórmula 1, el problema es que lo hace con una década de retraso y nadie va a ‘indemnizar’ a aquellos que se han visto perjudicados durante todos estos años.

Ha sido el equipo Ferrari el que ha obligado a la FIA a investigar este tipo de alianzas, ya que la escudería italiana ha logrado meter bajo su paraguas a los equipos Haas y Sauber. Eso supone que Ferrari prácticamente está corriendo con seis monoplazas, además de beneficiarse del banco de pruebas que suponen sus filiales a la hora de desarrollar sus monoplazas.

Pero, como he dicho antes, esta decisión llega con más de una década de retraso porque Red Bull lleva compitiendo en el Mundial con cuatro monoplazas desde el año 2006, cuando debutó su equipo filial Toro Rosso.

Esa ventaja ha sido decisiva para la firma energética, que entre 2010 y 2013 conquistó cuatro Mundiales consecutivos de constructores y pilotos. El gran perjudicado fue el equipo Ferrari y Fernando Alonso, que en esos años fueron los únicos que plantaron cara al Red Bull de Sebastian Vettel.

PD. Todos recordamos cómo los Toro Rosso se apartaban para dejar pasar a Vettel en su época dorada en Red Bull.