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Fernando Alonso ha vuelto a completar una carrera perfecta en Austria, sin cometer ningún error y exprimiendo al máximo su monoplaza, pero solo le ha servido para acabar en una discreta quinta posición. Los Mercedes corren en otra Liga desde que empezó la temporada y los Williams también han estado hoy fuera del alcance de su Ferrari.

Y el drama de Fernando parece tener difícil solución este año porque el remedio pasa inevitablemente por mejorar el motor Ferrari, un lastre que tiene encadenado al piloto asturiano. Sin embargo, la normativa FIA impide a la escudería italiana revisar su anquilosado propulsor hasta final de temporada, salvo pequeños retoques amparados en la fiabilidad, y así apenas tiene margen de maniobra para recuperar el terreno perdido.

El motor Ferrari es, sin duda, el peor de los tres que compiten en el Mundial. Muy inferior al todopoderoso Mercedes, pero también menos potente que el motor Renault. Estas son las veces que ha ocupado plaza de podio cada motor esta temporada y las victorias que han logrado:

Podios
Mercedes: 18
Renault: 5
Ferrari: 1

Victorias
Mercedes: 7
Renault: 1
Ferrari: 0

Los datos son demoledores mirando la parte alta de la clasificación, pero también son reveladores sin echamos un vistazo a la parte baja. Por ejemplo, en este GP de Austria, de los seis coches eliminados en la Q1 de la calificación, cuatro montaban un propulsor Ferrari.

Alonso es consciente de que esta temporada está prácticamente perdida y de que lo mejor es mentalizarse para afrontar 2015 con energías renovadas. Así ha explicado su gran actuación en Austria, empañada por el rendimiento de su Ferrari:

«Ha sido mi mejor carrera de la temporada, pero los cuatro coches de delante eran inalcanzables. El cuarto puesto en parrilla no era nuestra posición natural y ha sido imposible mantenerla. Ferrari todavía tiene mucho trabajo por delante. Llegamos a 18 segundos de Mercedes, es la mejor distancia de todo el año»
«

Más claro ha sido Kimi Raikkonen, difuminado durante toda la carrera alrededor del décimo puesto, cuando desde el muro de Ferrari le han pedido un esfuerzo para recortar unas décimas con el coche que tenía delante:

«¡Dadme más potencia y podré recortar la distancia!»

PD. Esta insulsa temporada se va a hacer interminable…