Sebastian Vettel, en Portimao (Foto: EP)

La relación entre Sebastian Vettel y Ferrari está rota y se ha podido comprobar este fin de semana en el GP de Portugal. El piloto alemán terminó décimo en Portimao y, después de otra carrera decepcionante, acusó públicamente al equipo italiano de favorecer a su compañero, Charles Leclerc. Esto dijo en la RTL:

«Es obvio que el otro coche es mucho más rápido. ¿Dónde pierdo tiempo? Me he estado mordiendo la lengua todo el año. Algún idiota puede que nunca se dé cuenta, pero ¿yo soy un completo idiota? Lo dudo. En algún momento tendría que tener suerte y llegar al límite del coche, pero nunca puedo y, si lo consigo, es solo con mucha dificultad. En el otro lado parece todo mucho más fácil»

Vamos, una rajada en toda regla que ni el mismísimo Fernando Alonso reflejó con tanta claridad en 2007. Pero en Ferrari empiezan a estar cansados, además del bajo rendimiento del tetracampeón del mundo, de su actitud dentro y fuera de la pista.

En Maranello hay responsables que consideran que Sebastian está aplicando la ley del mínimo esfuerzo desde que se anunció el fichaje de Carlos Sainz, y sus críticas en Portimao han sentado muy mal en la alta dirección.

Mattia Binotto le ha replicado con mucha diplomacia en el canal italiano de Sky, pero sin escatimar en contundencia:

«Los coches de Seb y Charles son sin ninguna duda idénticos. Espero sinceramente que Sebastian pueda clasificar mejor en Imola y demostrar de lo que es capaz durante la carrera»

PD. Incluso en el hipotético caso de que Ferrari favoreciera a Leclerc este año, el rendimiento de Vettel seguiría siendo decepcionante porque la diferencia de puntos entre ambos es abismal: 75-18.