Fernando Alonso, en Indianápolis (Foto: archivo).

Sí, ya sé que las posibilidades de que Fernando Alonso sustituya a Lewis Hamilton este fin de semana en Sakhir son más o menos las mismas que las mías, pero eso no quita que sea la opción que (estoy convencido) firmarían la mayoría de aficionados.

Principalmente porque es muy jugosa la idea de saber qué sería capaz de hacer Fernando al volante del mejor coche de la parrilla. Podríamos decir que sería la primera vez en toda su carrera deportiva que el asturiano se pondría al volante del mejor coche sin discusión.

Sería, sin duda, todo un reto también para el propio Alonso, que lleva dos años sin competir en Fórmula 1 y, es evidente, que necesitará algo de rodaje para volver a ofrecer el 100% de sus prestaciones.

Aun así, si tuviera que apostar, me la jugaría a que el bicampeón español sería capaz de ganar en Sakhir.

Pero Alonso ya ha firmado un contrato con Renault y podríamos decir que es piloto del equipo francés a todos los efectos, así que la posibilidad de verle subido a un Mercedes es más bien remota.

Ocurre algo parecido a lo que vimos en 2016, cuando Nico Rosberg anunció por sorpresa su retirada de la Fórmula 1. Entonces, Fernando fue una de las opciones que barajó la escudería alemana, pero su contrato con McLaren fue un obstáculo insalvable.

PD. Si Alonso continuara a estas alturas de ‘año sabático’ sin haber anunciado su regreso con Renault, y con Mercedes habiendo ya ganado ambos títulos mundiales, la opción de que Fernando sustituyera a Hamilton habría sido todo un bombazo publicitario para la escudería alemana que seguro habría estudiado a fondo.