Foto: Toro Rosso.

Los pilotos de Toro Rosso ya se pueden ir preparando para una segunda parte del campeonato repleta de penalizaciones.

Y es que Red Bull le ha dado luz verde a Honda para que utilice a su escudería filial de forma experimental con el objetivo de perfeccionar su motor de cara a 2019, cuando será el primer equipo energético el que lo monte.

Tanto Pierre Gasly como Brendon Hartley ya han consumido todos los componentes de motor disponibles para esta temporada (la fiabilidad de Honda sigue siendo espectacular) y cualquier pieza nueva en sus unidades de potencia se traducirá en penalizaciones en parrilla.

Pero Red Bull no piensa tener ninguna consideración para que Honda introduzca y pruebe cualquier novedad. Lo ha dicho su consejero Helmut Marko en la revista alemana Auto Motor und Sport:

«Por supuesto que si Honda encuentra una décima en su desarrollo va a poder probarla en carrera, incluso si eso significa que tenemos que asumir penalizaciones»

Sin duda, Red Bull hace bien en aprovechar de esta forma la ventaja que supone competir en el Mundial con dos escuderías y cuatro monoplazas, una moda muy peligrosa para el futuro de la Fórmula 1 como ya estamos viendo a día de hoy: Ferrari prácticamente está corriendo con tres equipos y seis monoplazas porque la independencia de Haas y Sauber respecto a su proveedor de motores está en entredicho.

PD. McLaren no tuvo el privilegio de contar con un equipo filial, como Red Bull, y tuvo que convertirse ella misma en conejillo de indias de Honda durante tres largos años.