Todos, excepto dirección de carrera, hemos visto cómo Sebastian Vettel ha empezado el GP de China desde una posición ilegal en la parrilla de salida.

Pero por si a alguno, además de a Charlie Whiting, se le ha pasado por alto ese pequeño detalle, aquí podéis apreciarlo perfectamente:

Esa posición ilegal en la parrilla, sin embargo, le ha salido gratis al piloto de Ferrari porque no ha recibido ninguna penalización.

El reglamento de la FIA es muy claro en su artículo 36.9 donde afirma que, después de la vuelta de formación, los pilotos deberán detener sus coches DENTRO de sus respectivas posiciones de parrilla, que para ello están pintadas en el asfalto:

Analizado este punto, tengo que decir que el GP de China me ha sorprendido gratamente porque el rendimiento del McLaren (hasta que se ha roto) ha sido superior al esperado.

Es cierto que tampoco esperaba mucho del ML32, pero aun así se ha defendido razonablemente bien, aunque también es cierto que gracias en buena medida a que dentro del cockpit había un piloto llamado Fernando Alonso.

Como ya hizo en Australia, Fernando ha completado otra carrera perfecta mientras su coche ha resistido y tenía el P8 a su alcance hasta que se ha visto obligado a abandonar por una nueva avería.

Si vemos el vaso medio lleno, la aerodinámica del McLaren está demostrando ser muy competitiva y paliando, en parte, las deficiencias del motor Honda. «Soy el piloto más rápido en las curvas», llegó a decir Alonso por radio. Eso sí, los problemas de fiabilidad son una lacra que urge solucionar.

Tampoco quiero dejar pasar la ocasión de destacar la carrera de Carlos Sainz, que ha firmado un P7 con el que vuelve a pedir a gritos que le den un coche competitivo en 2018.

PD. Junto a las de Alonso y Sainz, destacables han sido también las carreras de Max Verstappen y Lewis Hamilton. Para mí, han sido los cuatro pilotos del día en Shanghái.