Invisibles: nadie se pone en la piel de las víctimas de trata, porque a nosotros no nos puede ocurrir

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Mabel Lozano, documentalista.
Directora de Chicas Nuevas 24 Horas

Cuando hablamos de trata con fines de explotación sexual, hablamos de mujeres y niñas víctimas del silencio, de la exclusión social.

Rostros de mujeres y niñas que son invisibles. Hablamos de ellas siempre en tercera persona, de los abusos y violencia a los que son sometidas, de lo abultado del volumen de negocio que generan en el mundo a nivel global la compra y venta de sus cuerpos. Explicamos las causas de este delito vinculado a la desigualdad, a la feminización de la pobreza y las consecuencias: la violación de los DDHH y la esclavitud más extrema (porque no hay elección ni libertad en la trata).

unnamedHace tiempo que todos estamos muy sensibilizados contra la violencia de género en el ámbito doméstico; ¿Quién no conoce a una amiga, prima, hermana o vecina que, por desgracia, no haya sufrido en sus carnes la violencia machista? Es más, nos podemos poner incluso en su piel porque vemos sus rostros y eso nos genera empatía, solidaridad con ellas, que podríamos ser también nosotras.

Pero nadie se pone en la piel de las víctimas de trata, porque a nosotros no nos puede ocurrir.

A estas mujeres y niñas se las ve como algo ajeno, algo que ocurre en países pobres y lejanos a nuestra sociedad del bienestar.

Pero estas mujeres y niñas están aquí, a nuestro lado
, si salimos un momento de nuestro círculo de confort las veríamos detrás de esos zapatos de grandes plataformas, de esa escasa vestimenta y esa sonrisa forzada y obligada que nos invita a pagar por sus servicios un dinero que pasara directamente a manos de sus “amos”. Están en nuestras ciudades, en nuestras calles, polígonos y clubs de alterne.

Estela, Yandy, Sofía o Ana Ramona son invisibles, víctimas del miedo, el abuso, la violencia y la tolerancia social.

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ESTELA tenía serios problemas económicos ocasionados por la grave enfermedad de su madre. Por esta razón comenzó a buscar una salida fuera de su país, de su casa en Ciudad del Este (Paraguay), un lugar con un enclave logístico único: triple frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina. Este era un viaje organizado por una agencia de la zona que ofrecía la fórmula de llegar a Europa para trabajar y adelantaba el dinero del viaje a cambio de la garantía hipotecaria de los bienes de los interesados o bien contra un contrato firmado en una escribanía, donde los intereses aplicados superaban el 480%. En ambos casos el aval era la propia vida.

Cuando Estela por fin llegó a Alicante (España), después de varios días de viaje, su “sueño migratorio” se convirtió en su peor pesadilla. No era un bar como le habían prometido, sino que era un club de carretera, un lugar donde la deuda contraída, que en su caso eran 2.000 euros, aumentaba en 65 euros cada día.

Obligatoriamente tenía que pagar por vivir entre esas cuatro paredes que le privaban de libertad, en el que pagaba por todo: comida, medicinas, multas por faltas de comportamiento o de orden, incumplimiento de las reglas establecidas por sus captores, etc.

En ese puticlub, junto a decenas de mujeres de distintas nacionalidades, Estela fue obligada a consumir alcohol y a estar con todos los hombres que soliciten tus “servicios”, quieras o no, de domingo a domingo, sin descanso. Además, fue obligada a vender drogas y a conseguir que los clientes consumieran para aumentar las ganancias del negocio.

Hoy, una vez que pudo escapar de ese infierno, Estela lucha por recuperar todo aquello que le robaron.

Teaser Estela CN24H from mabel lozano on Vimeo.

YANDY tenía apenas quince años cuando comenzó a buscar trabajo en Cuzco (Perú) para ayudar a su familia. Allí dio con una agencia de empleos a través de la cual fue contactada por una señora para trabajar en un restaurante como «pinche».

Viajó así hasta Madre de Dios, una zona reconocida por la extracción ilegal de oro, por la Carretera Interoceánica junto otras dos menores, Edith y Firine.
Pasaron controles policiales sin que nadie pidiera su documentación ni preguntara por su destino. Una vez en Madre de Dios, fueron obligadas a ducharse rápidamente y ponerse a trabajar.

Su destino no era ser ayudantes de cocina, sino chicas de compañía en un bar de carretera, donde debían beber junto a los clientes, conseguir que ellos consumieran más y dejarse tocar por ellos.

La creencia de que desvirgar a una joven es signo de buena fortuna para la extracción de oro, así como la cura de ciertas enfermedades venéreas, es la razón por la que la demanda de menores de edad se dispara en esta zona.

Cuando Yandy, Edith y Firine se negaron, recibieron la primera golpiza. Se habían convertido en víctimas de una red de trata, cuyo único destino es la muerte, ya sea por enfermedades o porque su cuerpo ya no resultaba atractivo para los clientes.

Yandy consiguió escapar, mientras espera comprender por qué su familia no la recoge ni el Estado es capaz de ofrecerle lo que otros le quitaron.

Teaser Yandy CN24H from mabel lozano on Vimeo.

Conoce sus historias en el documental Chicas Nuevas 24 Horas, cuyos objetivos son que se haga justicia y evitar que nuevas víctimas caigan en las redes de trata.

7 comentarios

  1. Dice ser browni

    Para eso están las autoridades y para que las autoridades hagan algo, esas víctimas tienen que denunciar y sino las personas que saben de esa situación, yo no tengo ni idea de si vienen voluntariamente o no, pero gente como tu que investigáis sobre el tema, denunciadlo.

    30 julio 2015 | 10:38

  2. Dice ser Una

    Opino como Browni, si tú crees que hay un club de alterne, habla con quien tengas que hablar y denúncialo.

    «Estela tenía serios problemas económicos» ¿Y decidió hipotecar sus bienes para pagarse un viaje a España? ¿Y dejar a su madre enferma? ¿Y contraer más deudas?

    Este programa deberías hacerlo allí, en las zonas de donde salen, y darles caña a sus países para que las ayuden a volver a ellas y a sus hijos, y a solucionar los problemas en donde empezaron.

    30 julio 2015 | 10:57

  3. Dice ser El_Soberano

    Una vez más, solo existen las mujeres. Una cosa es que la mayor parte de víctimas de la explotación sexual (igual que de la violencia de género) sean mujeres, y otra muy diferente que SOLO sean mujeres.

    ¿Que no hay hombres explotados sexualemente? Pues poco os habéis movido por Chueca (por donde paso para ir a mi trabajo el día que toca trabajar de más, en el centro) de noche, porque igual que se ven a las prostis femeninas, allí se ven a los masculinos, con cara de resignación.

    Lo más «divertido» de esto, es que muchos de esos hombres encima son heterosexuales. No solamente abusan de ellos, sino que encima atentan contra su identidad sexual, además de contra su integridad sexual.

    Pero eso no pasa nada. Total, como en la violencia de género, «los hombres no importan».

    30 julio 2015 | 11:05

  4. Dice ser por supuesto

    Muchos nos ponemos, pero muchísimos mas se ponen en la piel del delincuente y así tenemos las leyes y la permisividad que tenemos para mafias y esclavistas. Es lo que hay, aceptemos lo y no le demos mas vueltas.

    30 julio 2015 | 11:41

  5. Dice ser Seamos serios

    Por favor, seamos serios…

    En las televisiones salen anuncios contra la trata de blancas a todas horas, «Contra la trata no hay trato», y por otro lado los informativos nos cuentan que el Gobierno ha metido en el cálculo del PIB lo que se genera por la prostitución…

    En los periódicos salen en portada casos de mujeres explotadas sexualmente y en las páginas de anuncios por palabras la sección de prostitución ocupa dos o tres páginas…

    Nos cuentan que si conocemos algún caso de trata de blanca denunciemos pero miran hacia el otro lado de las carreteras de salida de cualquier población donde hay unos edificios llamados «Whiskería» o «Club» a secas con luces de neón rojas y verdes y siluetas de mujeres donde todos sabemos lo que ocurre dentro…

    Los empresarios firman acuerdos sobre salud laboral y conciliación y cuando firman un acuerdo económico lo celebran yendo a sitios como el d’Angelos…

    Por favor, ¿alguien cree que nos lo creemos?

    30 julio 2015 | 13:55

  6. Dice ser nekane

    Cierto!, quieren el trabajo hecho por los ciudadanos, sin embargo ellos tienen el poder, las leyes y las armas en sus manos, más el dinero de nuestros impuestos, sin embargo debemos denunciar nosotros?, han olvidado que la justicia ya NO es gratis y lo carentes que estamos de ella? y que encima tenemos que sentirnos culpables porque nuestros estados NO cumplen, ni ayuntamientos, ni policías ni jueces…

    03 agosto 2015 | 20:20

  7. Dice ser javier

    ¿ si se acabaran las prostitutas de que iban a vivir todas estas ongs progres que reciben subvenciones y donaciones y su trabajo consiste en soltar discursetes mas o menos políticamente correctos ? la que escribe la carta dice ser la directora de «chicas nuevas 24 horas » ¿ que ibas a hacer tu mi querida Mabel lozano sino hubiera putas ?

    19 agosto 2015 | 18:10

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