Entro en la tienda vegetariana a pedir un zumo natural. Me acompaña mi perra Anais. Os reiréis de mí, pero me encanta pasear sudado bajo este sol que no tiene piedad, con mi perra por Madrid, bebiendo zumo recién hecho frío. Y me encanta ver cómo van vestidas las chicas guapas. Salir en verano por la calle es como caminar por dentro de una película erótica. Una mujer entra en la tienda y me toca en el hombro:
–Perdona, Rafa. Pasaba por aquí y te he reconocido por la perra. He visto muchas veces su foto en tu blog.
–¿Es muy bonita, verdad?
–Sí.
–Estoy enamorado de ella –le digo todo esto por hablar y por parecer cercano y amable (cosas que no soy). La chica es bastante fea, no me interesa en absoluto. Me interesa más mi zumo que, que me la chupe ella.
–Sé de lo que me hablas. Yo también he tenido muchos perros.
–Lo siento -le digo pensando que han muerto.
–Pero me desasí de ellos porque ladraban mucho.
Quedo impávido ¿Estoy frente a una loca? La estudio a fondo con la vista: ronda los 40 años, lleva un aspecto bastante sucio y sí, tiene mirada de loca ¿Tiene este aspecto la gente que me suele leer a diario?
–Te leo todos los días en el “20 minutos” –prosigue- Me encanta como escribes y tu sentido del humor. Muchas veces no salgo de casa y tu blog es para mí como una ventana al mundo exterior.
–Muchas gracias.
–Te leí sobre todo en una época de mi vida en la que trabajé de noche.
Entonces lo entiendo. Me lo acaba de decir con la mirada. Esa mujer es una prostituta. Tiene los ojos brillantes. Me admira.
–Me gustaría tener –prosigue- el éxito que tienes tú. Yo también escribo.
Me pongo nervioso. Ha dicho éxito. Yo no sé qué es el éxito. Seguro que, a continuación, me pregunta sobre el “éxito”. Supongo que porque escribo en el “20 minutos” piensa que vivo en el éxito.
–Yo tengo muchos relatos escritos ¿Qué es mejor para alcanzar el éxito? ¿Publicarlos en un blog para darte a conocer o tratar de que te los publique una editorial?
–Bueno –respondo- La verdad es que yo empecé a escribir mi blog micabeza.com como venganza al mundo editorial, por rechazar todos mis anteriores escritos. Y todo lo que fue llegando luego fue pura casualidad.
Me dan el zumo. Me deshago de la mujer. Voy hasta mi tienda favorita de comics y quedo reflexionado ante los ojos de Spiderman.
Como todos los héroes que son famosos y tienen éxitos, es ficticio. Spiderman no existe.
No. El éxito no es haber ganado dos premios “20 blogs” ni haber trabajado durante tanto tiempo para “20 minutos”. Ni si quiera llenar de sueños falsos la cabeza de una puta que te lee entre cliente y cliente. El éxito está en otro sitio, muy lejos del mundo artificial de “Operación triunfo”.