Si quieres que acuda a un evento cultural que organizas y en él dan bocadillos de jamón serrano escribe urgentemente a ezcritor@gmail.com.

Archivo de la categoría ‘literatura’

Menos mal que existen los maricones

Como todos los principios de verano, estoy enfermo de gripe y con el oído supurando. Desde que vine de La Rioja no he salido de casa, salvo para pasear a mi perra Anais y comprar alimentos. Me siento gordo, sucio, una mierda. Además, el trabajo me va mal. Las chicas no me miran cuando salgo a la calle y hasta he pensado en contratar los servicios de una puta, no para follármela, sólo para hablar con una mujer. Es que no me mira con deseo ni una chica de las que pasan por la calle. Si esto es así a los 34 años ¿Cómo será a los 40? Hace un año empezó mi decrepitud física; sin embargo, al menos, me miraban las feas. Por lo menos, tenía a alguien a quien rechazar. Ahora ni siquiera me miran las gordas esas que me daban tanto asco (y me siguen dando). Lo malo es que parece ser que me he convertido en una de ellas, pero en macho.

Hoy salí a comprarme un bocadillo a una tienda del barrio. Nunca antes había entrado en esa. Era demasiado sana para mí. De comida natural. El que me atendió era maricón (por favor, no empecéis: utilizo la palabra maricón con respeto, como sinónimo urbano de homosexual, no me pidáis que escriba como no hablo).

Hola, un bocadillo de estos –le pedí.

¿Un azca?

Sí.

El camarero maricón me lo calentó. También le pedí un zumo natural de naranja y zanahoria.

¿Un energético?

Sí. A ver si me pongo un poco mejor –le conté-. Seguro que me he puesto enfermo por comer tanta pizza y hamburguesa.

¿Estás malito?

Sí.

Será por dentro, porque por fuera estás buenísimo –me dijo con ojos golosos.

Y, entonces, miré a ese camarero maricón con un cariño infinito. Qué guay que existan los hombres y los piropos. Gracias Dios por hacer a algunos hombres maricones.

Manuel Campo Vidal, pelota

Paseando por la Feria del Libro de Madrid vi que Manuel Campo Vidal estaba firmando su último libro “¿Por qué los españoles comunicamos tan mal?”. Ya que me lo había leído (y me había gustado) y había cubierto el evento de presentación del libro para ustedes, me acerqué a su caseta para saludarle y hacerle esta mini entrevista con mi pequeña y modesta cámara de fotos digital:

Cuando terminé de hacerle las preguntas, Manuel miró a su alrededor y cómo vio que no había nadie esperando para que le firmara me pidió le enseñara mi cámara de fotos. La miró como si fuera la primera vez que veía en su vida una cámara de fotos digital. Y eso que es el director de la Academia de Televisión.

¿Y con eso cubres tú las noticias? –me preguntó.

Sí.

¡Qué tío! –exclamo con los ojos muy abiertos

¿Perdón? –pregunté extrañado.

¡Qué tío! –volvió a decir con más admiración fingida todavía.

Y digo admiración fingida, porque no me creo que una cámara de fotos digital de mierda y un Blogger porquerioso como yo le cause admiración. Más bien, creo que era un momento hipócrita suyo para adularme un poco en busca de, quizá, un poco de propaganda extra para su libro. No hacia falta.

Cómo odio a la gente que te trata como un tonto, para manipularte, y piensa que es más listo que tú. Les suelo seguir la corriente y alejarme de ellos para siempre. Me iba a seguir hablando… pero me alejé de su caseta, dejándole con la palabra en la boca. No me gusta perder mi tiempo escuchando falsas palabras.

Aída Nizar: «Mi página web es una de las más leídas de Google»

De vuelta por la Feria del Libro de Madrid vi que Aída Nizar estaba otra vez firmando su primer libro “Aída Nizar se confiesa”. La semana pasada grabé un video donde un escritor se le acercaba y la insultaba. Y como los responsables de “20 minutos” del fin de semana pusieron ese artículo en portada, el video se convirtió en un éxito.

Incluso, este pasado viernes, en una entrevista que hicieron a Aída Nizar en el programa de televisión ”¿Donde estás corazón?” (Antena 3) se lo enseñaron. Así que decidí acercarme hasta la caseta de Aída para preguntarle, nuevamente con cámara en mano, si estaba enfadada conmigo por haber grabado y subido el video al “You Tube”. Esto fue lo que pasó:

Pero Aída Nizar o su personaje (yo no sé si actúa o es así) me contó más cosas, por ejemplo que…

…”habrá segunda edición de “Aída Nizar se confiesa”. He vendido ya más de 1.000 ejemplares. Mi página web es una de las más leídas del Google. Mi libro te hace convertirse en persona y en mujer de sueños cumplidos”

..”estoy en la Feria del Libro el día en que firman los grandes: Boris Izaguirre, Zafón, Julia Navarro, Rosa Montero… sé que hay muchos escritores noveles que no tienen la suerte que tengo yo de ser llamados por prensa, radio. Pero los emplazo a que llamen a mi editorial para ser publicados. Luchando todo se consigue.”

…”quiero una crítica real de mi libro: no tolero que nadie diga nada negativo de mi libro si no lo ha leído”.

¿Quién la tiene más grande? ¿Mortadelo o Zafón?

¡Cómo admiro a Ibañez, el creador de, entre otros personajes, “Mortadelo y Filemón”! Hoy le vi en la Feria del Libro. Qué grande es, no sólo firmaba y era super amable con todo aquel que se le acercaba, sino que además ¡Les hacía un dibujo! ¡A cada uno! ¡Y había más de 600 personas haciendo cola! Me emocioné mucho al ver a uno de mis ídolos de cerca ¿A quién no le ha alegrado la infancia o un buen rato en el retrete? Vi a Ibañez joven, lleno de buen humor y energía vital… lleva desde 1958 dibujando; en la actualidad el contrato que le une a Ediciones B le «obliga» a entregar 6 nuevos títulos por año…y lo hace con enorme éxito: en el siguiente video que os he hecho sobre la Feria del Libro de Madrid (para los que no vivís aquí y queréis saber darle cuerpo físico a esta celebración en vuestra mente), podéis ver la cola de gente que vino a verle: ASOMBROSO:

Y también podéis ver el revuelo que formó entre el público Carlos Ruiz Zafón, que firmaba su esperadísimo “El Juego del Ángel”, tras cuatro años de espera tras publicar “La sombra del viento” que resultó ser un super éxito de ventas en todo el mundo. Falta que salgan los datos oficiales, pero creo que la cola de Zafón ha sido la más larga de esta nueva edición de la Feria.

La Iglesia es un parásito. Entrevistas con 12 obispos parásitos españoles.

Los de “20 minutos” me odian. Me han mandado a cubrir el evento más aburrido que se ha celebrado este año en Madrid. Hipocresía, pedantería y mucho “chupame tú la polla ahora, que luego te la voy a chupar yo” en la presentación del libro “Entrevistas con doce obispos españoles” escrito por el televisivo Isidro Catela.

Hablaron, largamente, matándonos de aburrimiento. Desde el autor (que físicamente es una misteriosa mezcla perfecta entre Stephen King y Ross, de Friends)

a Monseñor Don Juan Antonio Martínez Camino, Obispo Auxiliar de Madrid y Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, pasando por Anastasio Gil, Director del Fondo de Nueva Evangelización de la CEE. Cuando terminaron de hablar, no dejaron formular ni una sola pregunta a los periodistas. Se levantaron y se fueron de la sala: que les den a los periodistas que vinieron a cubrir el evento. Sin Losantos, no hay periodismo. Seguro que les íbamos a preguntar sobre el incómodo capítulo del libro donde Rouco Varela (que tiene nombre de actor porno, pero no) dice que «El matrimonio homosexual es la rebeldía del hombre contra sus límites biológicos»… este libro, muestra la parte más humana de los obispos, nos cuenta su autor… Y los periodistas tragando. Isidro Catela debería de haber precisado: no sólo muestra la parte más humana sino también la más homofóbica.

Así es la Iglesia: gustan de echar discursos y rollos pero que nadie les pregunte nada. Quizá porque se han quedado sin respuestas lógicas que dar. La Iglesia es un dinosaurio parásito que aun se arrastra por la sociedad actual: tratando de coger el máximo dinero posible de nuestros impuestos. En el siglo XXI, siguen siendo los mercaderes del templo que utilizan el nombre de Dios en vano. Jesús se avergonzaría de todos estos timadores que dicen representarle. Cómo están las cosas. Veo más Jesús en Zapatero, que en Rouco Varela.

Momento 1 con el que casi vomito: Título de las escalofriantes imágenes que os muestro a continuación: “qué estupendo es usted y que bien me lo paso escuchándole, señor obispo auxiliar de Madrid, siga leyendo folios una hora más que escucharle es para mí lo máximo”:

Acción: el obispo auxiliar leía aburridos papeles y cada vez que miraba a José Francisco Serrano este se regocijaba toda, como niña enamorada e ilusionada.

Momento 2 con el que casi vomito: “Los de la Iglesia somos súper humildes”.

Acción: Anastacio Gil González, ante los medios de comunicación presentes, anuncia que con parte (parte sin determinar, nunca con la totalidad de los derechos de autor, que también quieren ganar dinerito) de este libro, se impulsará la construcción de una escuela-hogar para 300 niños de primaria en Machakos y que estará a cargo de religiosas Clarisas franciscanas. El proyecto cuenta con el aval de monseñor Quivuva Musonde.

Ellos –precisa Anastacio- no saben que nosotros les vamos a ayudar. Porque como dice la Biblia cuando haces limosna, que no sepa tu mano izquierda, lo que hace tu mano derecha”.

Por eso, para que no se enteren, ni ellos, ni nosotros, ni su mano derecha ni la mano izquierda, Anastacio Gil lo comunica en una rueda de prensa.

¿Está senil o nos toma a los presentes por tontos? Genial que ayuden. Pero no citen la Biblia cuando están haciendo publicidad y marketing: nosotros no somos gilipollas y quedáis de hipócritas.

Antonio Gala ya no es el rey de la Feria del Libro de Madrid

1

Antonio Gala firmaba libros a sus lectores cuando vio llegar a la policía.

Colocaban vallas y ordenaban la infinita cola de personas que acudían para que Iker Jiménez les firmara un libro. Antonio Gala fue, durante mucho tiempo, el rey de la Feria del Libro de Madrid. Miles de ancianas hacían cola para que les firmara un libro. Pero ya no lo es. Quizá porque su público ha ido falleciendo año tras año. Iker Jiménez (presentador misterioso de programas de televisión misteriosos) alborota y llena la Feria del Libro de Madrid cada vez que acude a firmar. Es el nuevo Rey de quita y pon.

Dame un whisky –pidió Gala, desolado al verse como segundón, a su agente de prensa.

Dicen que ese día, Antonio Gala, se pasó un poco con el whisky. Y justo en ese momento llegaron a la caseta, donde Gala firmaba los libros, unas viejecitas con abrigo de visón que se pusieron a decirle que le leían siempre en “La Razón” (periódico con el que Gala nunca había colaborado).

Antonio Gala, un poco borrachito, perdió los nervios, gritándole a su agente que llamara a seguridad y que se llevaran a esas señoras de allí ahora mismo, que no podía soportar verlas.

No sé si creerme esta historia (que se supone sucedió el año pasado). Quizá sea un bulo. Sin embargo, me la contó un amigo escritor que goza de todo mi cariño y confianza. Me pareció un cotilleo divertido y así os lo he contado.

2

Reconozco ser un poco gilipollas y tener un sentido del humor extraño que sólo a mí me hace gracia. Este año, mi broma favorita en la Feria del Libro de Madrid es acercarme a las casetas donde exhiben el último libro sobre la Madre Teresa y preguntar a qué hora viene la Madre Teresa a firmar.

Me encanta ver la cara de desesperación con la que me responden que murió hace años.

3

Paseo por la Feria del Libro de Madrid y veo a “famosos” escritores o directores de cine. Están sentados dentro de una caseta, presentando su último o primer libro (escritos por ellos o no, esa es otra historia). Normalmente coincido con ellos en presentaciones. Acuden a estás como si ellos fueran el no va más y, si te acercas a preguntarles algo, te miran como si te estuvieran perdonando la vida.

Ahora les veo solos, en sus asientos, siendo ignorados por la multitud de personas que pasan ante sus casetas. Veo en sus ojos que se sienten avergonzados. No venden ni un libro. Nadie se les acerca. La gente les mira y les ven solos: sin éxito.

Creo que la Feria del Libro es una cura de humildad para más de un personaje. El éxito, como me dijo el gran Lorenzo Silva una vez, no es más que un malentendido.

4

Porque respeto y “quiero” mucho a un escritor novel que presentaba su primer libro en esta nueva edición de la Feria, no voy a escribir aquí su nombre. Pero me acerqué a su caseta para hacerle una mini entrevista a la que él accedió encantado por la publicidad que le suponía salir en el “20 minutos” y… no pude hacérsela. Le pusieron al lado a un “agente de prensa de la editorial” que estaba hasta arriba de alcohol y creo que de cocaína también: cada vez que yo le preguntaba algo al escritor el agente, que estaba de subidón, se metía por medio para ser él quien contestaba. La cara del escritor me dio pena y ya le dije que le enviaría las preguntas por e-mail.

Hay algunos escritores a los que les sobran sus agentes de prensa.

Un niño llorando ante su ídolo: no sabe no contesta

Feria del Libro de Madrid. Presencié la patética acción que montó una editorial para vender libros de un famoso personaje infantil:

Metieron a un pobre hombre dentro de su disfraz y le pusieron a firmar libros como si se tratara del personaje de ficción. Vi como un niño arrastraba a sus padres hasta su caseta para comprar su libro y así poder hablar con su “ídolo”. Pero el sagaz creativo de la editorial olvidó encargar que le hicieran un orificio en la boca del muñeco, para que éste pudiera hablar. El niño trataba de conversar con el ratoncito escritor, le preguntaba cosas, entusiasmado, pero el muñeco no podía contestarle nada porque no tenía por donde hablar. El niño se fue de la caseta con lágrimas en los ojos.

No quiere hablarme –gimoteaba el desconsolado crío.

Ese ratón sólo sabe cobrar -pensaría el padre.

Insultan a Aída Nizar en la feria del libro

Aquí el video de ese momento:

…y yo la mini-defendí. Hoy pasé toda la tarde por la feria del libro de Madrid y la verdad es que me divertí mucho. Me acerqué a la caseta de Aída Nizar, esa mujer que a todo el mundo cae tan mal (aunque hoy en la Feria, se hacía pasar por Miss Simpatía) que presentaba su “esperadísimo” libro «Aída Nizar se Confiesa”. La gente no dejaba de acercarse a su caseta para sacarle fotos y ella, con gracia, imploraba a la gente que parasen de sacarle fotos y le compraran un libro. En el tiempo que pasé delante de su caseta no vendió ni uno. Fue en ese momento cuando un madrileño se le acercó con aíre chulesco y le dijo delante de todo el mundo:

-¿Tú eres escritora? Tú lo que eres es una escritora de pacotilla.

Fuera de que el hombre tuviera o no tuviera razón, siempre he odiado a los que se hacen el chulito delante de una mujer. No pude evitar saltar. Así que le contesté:

-Quizá ella es más escritora que usted.

-¡Yo soy escritor! -replicó él.

-¿Y si su trabajo de escritor es más bueno que el de Aída por qué no está usted dentro de una caseta firmando y ella sí?

El hombre decidió no seguir la discusión. Puede ser que ese hombre fuera un gran escritor. Puede que tuviera la razón (no he leído ni su libro ni el de Aída ni pienso hacerlo a no ser que me paguen una buena cantidad de dinero). O quizá ese señor era un frustrado que gritaba, impotente, por no haber recibido reconocimiento en su vida de escritor. Pero nadie se hace el chulo frente a una mujer delante de Rafael Fernández. Tenga razón o no. Si hubiera sido una mujer quien la insultaba, me hubiera callado.

(en el video de arriba podéis ver todo esto que os he contado)

«Los blogs son como el agujero del culo» Segunda edición de «Fuckowski, memorias de un ingeniero»

Alfredo de Hoces García es, sin duda, el mejor escritor de todos los que se han dado a conocer desde la blogosfera. Informático puro, nos ha «hecho ver» su plano existencial valiéndose primero de un blog y luego de un libro. Ganó en el año 2005 el premio de “Yoescribo.com” con «Fuckowski, memorias de un ingeniero» del que se acaba de sacar una segunda edición, revisada y extendida, tras agotarse la primera (que constaba de 500 ejemplares). Le he escrito un e-mail pidiéndole me contestara estas preguntas:

-¿Por qué una segunda edición de «Fuckowski, memorias de un ingeniero»?

Pues básicamente porque se agotó la primera. Yo quería sacar directamente una tercera edición, pero los de la Fundación Cabana me indicaron que sería conveniente sacar antes una segunda, más que nada para evitar confusión. Y ya que se reeditaba pues me tomé la molestia de corregir y ampliar el texto, incluir un prólogo del escritor Alejandro Párraga y cambiar la portada (ilustración de Rocío Galindo y diseño de José Antonio Santiago).

-500 ejemplares vendidos ¿Es mucho o es poco?

Depende. Es una cifra modesta, pero para ser una novela que sólo se vende en internet, en librerías por encargo y que no se ha publicitado en absoluto, es todo un éxito. Es la primera vez en la historia de YoEscribo.com que se reedita una obra. Además, casi todos los ejemplares los he firmado, empaquetado y enviado yo personalmente desde casa. Intento imaginarme ante mi a un grupo de quinientas personas, cada uno de su padre y de su madre, con mi libro en la mano y siento vértigo.

¿Qué te ha aportado «Fuckowski, memorias de un ingeniero«? ¿Te ha cambiado?

No diría que me ha cambiado la vida, pero desde luego ganar un premio y ser publicado ha sido una experiencia muy grata y me ha animado a dedicarle más tiempo a la escritura. Además me ha permitido colaborar ocasionalmente con algún medio. En general ha sido un gran refuerzo positivo. Yo sigo siendo exactamente el mismo, sólo que ahora el escribir ha llegado a mi vida para quedarse.

-Ya has publicado en tu blog el primer capítulo de tu segunda novela ¿Qué es lo que vamos a leer? ¿Qué estas tratando de escribir?

El protagonista de «Fuckowski, memorias de un ingeniero» mira a su alrededor, no le gusta lo que ve, se arma de valor y echa a volar en busca de nuevos horizontes. En «Tren a la estación perdida» voy a ir narrando ese viaje. Es una novela ligera que narra las vicisitudes del joven inconformista que se resiste a ser un mileurista anclado a su hipoteca; un perfil bastante común en mi generación. Un buen montón de ejemplares de «Fuckowski» los envié al extranjero. Es lo que me apetece contar ahora que el tiempo nos ha dado la razón a todos esos que en su momento vimos que lo de hipotecarse en España con 25 años y un trabajo precario era una estupidez. Nos fuimos y sufrimos la incomprensión y el exilio. En su momento fue duro, pero ahora vemos el euribor al 5% y subiendo y no podemos más que sentirnos aliviados.

¿Cuál es el sueño de Alfredo de Hoces?

No tengo grandes aspiraciones; lo único que le pido a la vida son cuarenta años mas de atardeceres mediterráneos. Retirarme al pedacito de playa que tanto me ha costado conseguir, pasear con mi perro por la orilla y volver a casa por entre los jardines, compartir las noches de verano con mis seres queridos… Esto es para mí la felicidad. Pero ya puestos a pedir, no estaría de más una epidemia de conciencia social y sentido común que asegure la continuidad de toda esta belleza que nos rodea y que tanto se empeñan algunos en destruir.

-¿Qué piensas del movimiento blog en España?

Creo que hablar del «movimiento blog» es como hablar del «movimiento café con leche de por la tarde»; no tiene sentido. Que un número de personas compartan una afición no significa ni que sean parte de un movimiento. Los blogs son como la opinión o el agujero del culo: todo el mundo tiene uno. La mayoría son prescindibles y no cumplen más función que alimentar egos; otros son buenos y algunos son una maravilla. Como cualquier otra cosa hecha por personas. Lo que pasa es que tendemos a dar una importancia sacrosanta a todo lo que hacemos; me hace pensar en los años de la EGB donde de pronto un buen día un chaval aparecía con un yo-yó y a los tres días todos teníamos uno y era lo más guay del mundo y todos íbamos a dedicarnos profesionalmente a ello de mayores. Hasta que se sustituía por alguna otra tontería. Y a todo esto, el kioskero forrándose a nuestra costa. No hemos cambiado nada.

-¿Cómo es un día típico en tu vida?

Lo preguntas como si yo fuera Britney Spears… Pues nada, me levanto antes de lo que quisiera, voy a currar, maldigo mi suerte, a la hora del almuerzo en la cantina considero la posibilidad de atracar un banco, a eso de las 5 me largo, voy al gimnasio, y a partir de ahí ya depende. Cuando hace buen tiempo en Dublín me doy una vuelta en bici por la bahía; los otros 364 días del año me voy a casa y escribo o leo o me emborracho viendo DVDs u oyendo música. La gracia está en los fines de semana; Dublín es una ciudad con mucha vida. Tiene los mejores pubs del mundo, rezuma talento musical por todas partes y está llena de gente joven con ganas de pasarlo bien. Además, apenas hay paro y una persona que cobre el salario mínimo puede permitirse vivir bien. Si quieres puedes viajar todos los fines de semana; hay vuelos directos desde Dublín a cualquier parte. En los últimos meses he paseado por un lago helado en Östersund, me he emborrachado en el Soho de Londres después de ver un musical, me he perdido por los canales de Amsterdam, he visto atardecer sobre el parlamento de Budapest y me han llevado a urgencias en un hospital de Oslo con una sobredosis de paracetamol (sí, hay que ser gilipollas).

-¿Cómo ven los irlandeses España?

«Espania, Lansaroti, Marbela, Fuengarola, mucho servesa, what the fuck are you doing in this miserable irish weather, buddy?» Adoran España. Creo que aún no he conocido a ningún irlandés que no se vaya de vez en cuando a Canarias, o a la Costa del Sol, o al norte… Muchos han comprado apartamentos. Les maravilla nuestra gastronomía y nuestro clima. Y los españoles les caemos bien.

¿Cómo ve un español (tú) a Irlanda?

Adoro este país, su gente, sus paisajes, su cultura. Hoy en día en Irlanda se viven unas circunstancias muy concretas: hace apenas 25 años se morían de hambre, y de pronto todo el mundo tiene una casa con jardin, un coche y un buen sueldo. Son gente sencilla que despues años de penurias ahora puede vivir la vida, y valoran las cosas importantes. Aún no han sufrido el lavado de cerebro publicitario que nos hace ver la vida como un eterno concurso a ver quién la tiene más larga. El país se ha modernizado a niveles prácticos, pero aún no dan muestras de la estupidización consumista típica de la clase media occidental. Al llegar aquí me resultó curioso ver que los empleados del banco iban a trabajar de traje y corbata con zapatillas deportivas. Es bastante simbólico. No centran su vida en el trabajo; no es extraño que un tipo llame a la oficina diciendo que no puede ir porque ayer se pasó de pintas de cerveza. Y santas pascuas; no se va a hundir la empresa por ello. Ven perfectamente normal dejar de trabajar de vez en cuando para viajar por el mundo con lo que han podido ahorrar. A mi, que venía de ser explotado 50 horas a la semana por un salario ridículo en un ambiente laboral hostil donde no nos dejaban ni resfriarnos y encima teníamos que dar las gracias, pues esto me resultó un alivio.

-¿Hay alguna edad o algún motivo por el que sea recomendable dejar de soñar?

Creo que ni se debe llevar el peso del mundo sobre los hombros ni se debe vivir soñando. Hay que soñar dentro de unos márgenes razonables; conciliar deseos y la realidad. Reajustar los sueños si es necesario. Las personas típicamente soñadoras siempre han tenido un halo de romanticismo que en muchos casos oculta inmadurez emocional o simple aversión a la responsabilidad. Ganas de tocarse los cojones, vaya. Incluso hay quien llega más lejos y simplemente se niega a aceptar la realidad. Es el camino más corto al manicomio. Creo que está bien perseguir los propios objetivos y luchar contra la adversidad, marcarse metas, sentirse siempre joven. Pero hay que trabajárselo uno mismo. Si de verdad se tiene un sueño, hay que sudarlo; si no, es una excusa para evadirse. Hace unos años conocí a un tipo que tenía 35 años e iba a ser actor. Trabajábamos juntos en un restaurante. El tipo no había pasado de hacer de payaso en algún cumpleaños, pero trataba de vivir como los grandes de Hollywood. Se emborrachaba dia sí día también. La quinta vez que llegó tarde al trabajo le despidieron, pero no le importaba. Iba a ser actor. No se buscó otro curro; estaba a punto de empezar un curso de interpretación. Salíamos de juerga por ahí y se acercaba a las mujeres con una gran sonrisa y les contaba que iba a ser actor. Luego me pedía cien euros para seguir la fiesta. «Te los devuelvo el mes que viene, que seguro que me dan un papel en una obra de teatro… Gracias tío, cuando sea actor te invitaré a todas mis fiestas». Al año y medio aún no había empezado el curso, estaba alcoholizado perdido, tenía una depresión de caballo, no pagaba el alquiler y a mí me debía 2000 pavos. No sé por donde andará ahora, supongo que seguirá soñando a costa del bolsillo de algún incauto.

………………………………………………………………………………………..

«Fuckowski, memorias de un ingeniero»de Alfredo de Hoces García-Galán. Premio de Novela YoEscribo/Fundación Cabana 2005. Segunda edición, corregida y ampliada.

Formato 11×17,5 centímetros, 300 páginas. Portada de tapa blanda plastificada mate e interior cosido. Cómpralo pinchando aquí.

Sin polémicas no se venden libros

Como en esta rueda de prensa no había polémica ni descalificaciones de por medio, no ha venido ni la mitad de la novena parte de la prensa que había el otro día en el acto de La cocina al desnudo” libro de Santi Santamaría. Normal.

Nada más que se presentaba “La hora del cuento” un libro de cuentos infantiles escrito por 12 personalidades famosas (Ana Torroja, Anne Igartiburu, Rosario Flores, Lucia Bosé, Concha García Campoy, etc) a beneficio de niños necesitados. Si los organizadores hubieran sido listos y hubieran querido que el acto se llenara de prensa, que hubieran incluido a Ana Obregón, Dereck, Campuzano, Calderon y Fergunson en el libro. Los periodistas hubieran hecho cola para entrar. El libro hubiera sido noticia de primera plana.

Pero no. Allí, en representación de todos los artistas que han participado de manera desinteresada en el proyecto, estaba la frágil y delicada Soledad Giménez, que había reescrito para la ocasión benéfica su cuento infantil favorito “Juan sin miedo” y una larguirucha Paola Dominguín, con su pose de vuelta de todo pero, que no desaprovechó la ocasión para pedir que se metieran en su página web y comprarán los bolígrafos que ahora fabrica (por casualidad llevaba uno en la mano).

Paola reescribió para “La Hora del cuento” la bella historia de “La fiera agradecida”.

Tampoco faltaron a la cita los periodistas hiena. En un acto en el que los niños necesitados deberían de ser los únicos protagonistas, hubo quien se puso a preguntar a Paola Dominguín sobre la que, hace un tiempo muy lejano, pudo ser su cuñada: Ana Obregón. El negocio es el negocio. Y ningún periodista quiere perder su puesto de trabajo ahora que estamos en crisis.

En la mesa estaba uno de los principales directivos de “Aldeas Infantiles SOS” quien tuvo que hacer una divertida puntualización que pasó desapercibida para todos pero no para mí que soy un depravado sexual. Lleno de ternura, con el espíritu de un Papa Noel gigante, el hombre hablaba de la influencia del cuento infantil en los niños:

-“Los niños, desde que nacen, desde la primera LECHE…

Y a todos los adultos allí presentes (por lo menos a mí) nos vino a la cabeza la imágen del sinónimo de leche en el acto sexual. Todos fruncimos el cejo, asombrados, sin entender por donde iba a continuar su discurso aquel hombre bonachón… por lo que el directivo, al ver lo mal que sonaba lo que acababa de decir, puntualizó a la velocidad del rayo:

-… desde que toman la primera lecha materna…

Bravo, me quito el sombrero ante esta iniciativa de la editorial laGalera. Un libro de cuentos infantiles hecho con el corazón para gente con corazón. El 100% de los beneficios ayudarán a los niños más desfavorecidos del mundo.

Si los cuentos infantiles llevan tanto tiempo existiendo –declaró Paola Dominguínserá por algo. Porque encierran, encriptados, unos mensajes espirituales que con el tiempo, cobran significado en la mente de los niños y les ayudan a ser mejores personas. Además que los padres que leen cuentos a sus niños, les ayudan a que estos se enamoren de la lectura y crean, entre ellos, un vínculo mágico que los niños recordarán de adultos con una sonrisa.

Puedes comprar «La hora del cuento» y ayudar a Aldeas Infantiles comprando el libro, por ejemplo, desde aquí.