
Tenía que elegir: esta semana los grandes estrenos (en España) se reducen a dos: “La carta esférica” de Imanol Uribe o “Death Proof» de Quentin Tarantino (si omitimos “Doraemon y el pequeño dinosaurio”)
Una decisión difícil. Por un lado la peor novela de Arturo Pérez Reverte (recuerdo que cuando terminé de leerla me entraron ganas de pisotearla) pero dirigida por un grande de la escuela del cine clásico: Imanol Uribe. En el otro lado del cuadrilátero, Tarantino, uno de los hijos satánicos de Hollywood, ofreciendo la segunda parte del proyecto Grindhouse (ese divertimento de rodar dos películas como homenaje a las obras de serie Z). Con la primera parte del proyecto Grindhouse, “Planet Terror” de Robert Rodrigez, me lo pasé divinamente en el cine. Cavilé:
-No se puede hacer una buena peli de un pésimo libro, así que me meto en la sala 6, a ver “Death Proof.” Apuesta segura. Tarantino es mejor que Rodríguez.
Error. “Death Proof» es una puta mierda. Nada que ver con la imaginativa chaladura de “Planet Terror”.

Si Robert Rodríguez logró divertirnos, homenajeando a las películas de serie Z, Tarantino pasa del tema y se limita a mirarse todo el tiempo al espejo. Tarantino no hace una peli de serie Z sino una película de serie A (pero mala) con leves maquillajes de serie Z para poderla introducir, sin que nadie le pregunte por qué lo ha hecho, dentro del proyecto “Grindhouse”.
En mi opinión, hace tiempo que Tarantino dejó de ser un creador ágil. Sus dos primeras películas, «Reservoir Dogs» y «Pulp Fiction», incluso su segmento en “Four Rooms”, son memorables. Pero el resto de lo que ha hecho hasta ahora es prescindible. Su cine se ha vuelto como su físico: gordo, pedante, aburrido, sin magnetismo. Le ocurre lo que a tantos artistas que han alcanzado la fama con trabajos tempranos. Se creen dioses y, a la hora de volver a crear, imaginan que lo que están haciendo es la puta hostia. Se repiten una y otra vez. Es cierto que Tarantino escribía grandes diálogos. Pero ya no lo hace. Me quedé dormido con el patético monólogo de David Carradine sobre Superman en “Kill Bill”: los diálogos de“Death Proof” dan vergüenza ajena. No obstante Tarantino, está tan encantado de haberse conocido, que se atreve a auto homenajearse (ver el coche o escuchar el politono que suena en el móvil una de las protagonistas). Esta triste forma de crear también es común en escritores, Tom Wolfe fascinó al mundo con su primera novela “La hoguera de las Vanidades” y después hizo un manómetro más aburrido aun que “La Carta Esférica”, ese libro llamado “Todo un hombre” que pretendía ser el libro definitivo sobre la sociedad americana y que se convirtió en el libro definitivo para que te entre sueño antes de dormir en la cama. Le pasó a Breston Ellis, que, tras escribir unos primeros libros memorables, hizo la extensa e imposible “Glamorama” : si la lees te ahogas o mueres asfixiado: por no hablar de esa mierda pinchada en un palo, en la que él mismo es el protagonista “Luna Park”.

En “Death Proof» encontramos una mala película que, en lo posible, aconsejaría evitar ir a ver. Lo único válido de la película es la interpretación de sus actrices. Lástima que el director tenga un ojo en la cámara y el otro en su pene. Lástima que el director haya olvidado lo importante que es crear, divirtiéndose.
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3 SANDWICHES CULTURALES
1.- Avatar. Parece ser que el DVD de «Avatar: The Last Airbender – The Complete Book 2 Collection» contiene un extra donde M. Night Shyamalan explica cómo y por qué se encarga de llevar esta serie animada a la gran pantalla. “Me apetecía rodar escenas frescas de acción”(…) “Creo que esta serie de dibujos animados contiene una filosofía maravillosa”(…) “Es un desafío para mi resumir tres películas de dos horas en una sola película pero se me da bien, le enseñé el guión a los creadores y les ha gustado: contenía cada cosa que ellos escribieron. Creo que la película quedará muy bien en 2 horas. Si hiciéramos tres películas autónomas creo que la historia se corrompería”(…) “La película estará protagonizada por adolescentes desconocidos”.
«Avatar” es una serie de dibujos producida por los Estudios Animación de Nickelodeon en Burbank, California y animada en Corea del Sur . La serie está orientada en un mundo fantástico influenciado en gran medida por el continente Asiático, tanto con las artes marciales como con magia de elementos y el misticismo oriental. (wikipedia)
2.-«La Niebla». El director Frank Darabont salva de la mediocridad los libros de Stephen King. Tras una primera etapa sobresaliente e inmortal, King se ha convertido en un escritor del montón (aunque millonario) que todavía tiene buenas ideas, pero que plasma sobre el papel de manera aburridísima. Sin embargo, Frank Darabont sabe captar lo mejor de sus ideas y llevarlas a la gran pantalla de manera elegante y sobre todo creíble. Prueba de ello son las excelentes “Cadena Perpetua” o “La milla verde”. Por eso estoy feliz de leer que nuevamente el director lleva a la pantalla una nueva obra (en esta ocasión, un relato) de King, titulado “La Niebla”. El relato cuenta la historia de una pequeña ciudad de Maine (como no) que es asediada por una extraña neblina que traslada a extrañas criaturas con tentáculos. Con esta trama, si lo hiciera cualquier otro director pasaba de ir a verla. A priori y sin haber visto su trabajo en la película, me entristece que el protagonista de la adaptación sea el inexpresivo Thomas Jane (The Punisher). “La Niebla” se estrena en EE.UU el 21 de noviembre. Aquí el trailer.
3.-Arte fotográfico.Pasen y vean. Maravilloso reportaje de Steven Meisel para la revista Vogue. “Super modelos en rehabilitación” Algunas fotos están inspiradas en los momentos más “locos” de Britney Spears o Paris Hilton.
