
Si te gusta el fútbol es porque eres un desgraciado. Porque tienes tu vida vacía. Si lo que más te mola es ver a tíos en pantalón corto, enseñando las piernas, corriendo y sudando, es que eres un memo. Si cantas e idolatras (en la grada) sus nombres, los de esos millonarios, y pagas euros de tu sueldo de trabajo de mileurista para verlos por la tele o en el campo, en directo, es que además eres un pobre gilipollas. Si para colmo tienes problemas de obesidad, eres ridículo: no malgastes tu tiempo animando a correr más por la banda a un futbolista: haz tú el deporte.
Si a diario compras periódicos sobre fútbol es que eres un desgraciado de clase suprema orgulloso de serlo, el payaso de la oficina: has perdido la noción de la realidad, posiblemente tu mujer te la esté pegando ya que estará buscando vida inteligente en otros cuerpos. El fútbol, una acción que hacen otros, llena tu vida de vegetal. Te alimentas de papillas para bebés.
Como te has abandonado, como no luchas por nada en la vida, todos tus momentos de euforia, todos tus logros personales, los centras en ese equipo que sigues. Llega al fondo del problema. No eres nada. Sólo eres algo a través de ellos. Si ellos ganan, te sientes bien ¿Pero qué has hecho tú para que ellos ganen? ¿Animarles? ¡Oh! ¿Y si pierden? ¿Acaso no los has animado también?
Ellos, los futbolistas. Que ni te miran si te los encuentras por la calle. Que se podrían follar a tu esposa, por capricho, si se empeñasen. Ellos son unos tipos que viven como reyes gracias a idiotas como tú. A los futbolistas no les importas nada.
El fútbol es el circo romano del siglo XXI. Hombres musculosos peleando por un balón en el foso. Todos los futbolistas corren por el campo, con mechas rubias y las piernas depiladas. Castrados y metrosexuales: si pegan un puñetazo o dan una patada son expulsados.
–Das mal ejemplo –dice el árbitro.
–Pero la violencia es algo natural en el ser humano. Nos ha acompañado siempre –replicaría el futbolista filósofo Saramago- Es más normal en el hombre hacer la guerra, que la paz.
El fútbol es un deporte de nenazas.

El boxeo, mola. Es arte y dolor.
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P.D: Lo único que me gusta del fútbol es esto.