Mi ex novia me llama por teléfono. Me pregunta si:
-¿Ya me olvidaste? ¿Ya no me quieres?
-Sí que te quiero -contesto.
Contesto eso porque me apetece follar con ella. Y para que me ingrese dinero en el banco. Me lo he gastado todo en juergas.
Es duro ser un psicópata. El corazón deja de estar dentro del pecho, pasa a formar parte del cerebro: frío: ya no me importa nada ni nadie: utilizo a toda la gente: no quiero a nadie: soy un psicópata porque esta sociedad me ha hecho así: porque los ideales y egoísmo de esta sociedad son los de un psicópata: es imposible caminar por la calle si no eres insensible.
Ayer me follé a una fan. La fan estaba acostada mi lado: no paraba de decirme:
-Eres un genio.
A mi me daban ganas de reírme a carcajadas ¿Yo un genio? El “éxito” de este blog radica en que pongo fotos de tetas.
Si no las pusiera, no me leería nadie. La chica me dijo luego:
-Siento que tu madre muerta está a nuestro lado, observándonos. Ella nunca ha dejado de cuidarte ¿Lo sabes, verdad?
La pobre, se había metido los diarios secretos en vena y estaba flipando.
Quisiera saber si es normal dejar de emocionarse a los 33 años. Quisiera saber si es normal despreciar tanto a la gente a los 33 años. Si es normal que todo el mundo te parezca tan estúpido, tan ridículo, tan poco inteligente. Yo no me siento español. Tampoco humano. Si yo fuera el emperador de una flota extraterrestre exterminaría a la humanidad. Sólo dejaría con vida a las chicas guapas.
Fumo porros para evadirme, para olvidarme. Me odio. Cuando estoy colocado me olvido de que todo es una mierda. No creo en la amistad, sé que es una trampa que siempre termina dañándote. Sin embargo, en Madrid tengo muy buenos amigos. Como el poeta del bar. Me ha hecho el honor de poner mi nombre al bocadillo que siempre me preparo (butifarra catalana recalentada en el microondas, queso fundido, orégano y salsa brava): el bocadillo del Ezcritor. Aquí me podéis ver borracho, colocado, hablando un lenguaje imposible de entender, comiéndomelo: