Tras salir del restaurante fuimos a la iglesia donde se supone que está escondido el Santo Grial.
-No entiendo porque se ha de pagar por entrar a una iglesia –dice ella- ¿No es esta la casa de Dios?
Pienso comentarle que Jesucristo pensó lo mismo que ella, cuando vio a los mercaderes del templo y que dentro de esa iglesia, un cura hipócrita, leerá ese pasaje de la Biblia a los feligreses: viejos a punto de morir, que se mean encima y que ya no se cuestionan las cosas porque no vale la pena y por si se dan cuenta, justo ahora, al final de sus días, que sus vidas fueron un sin sentido: personas simples que siguen creyendo que Dios aprueba a la actual iglesia: si Dios estuviera en algún lado, no estaría en una iglesia, sino en Amsterdam.
-Me gustaría follarte en el confesionario- dice mi novia.
-Joder. No digas esto aquí. Me crié en los Salesianos. Me sabe mal.
-Venga, déjame chupártela allí. No nos verá nadie.
Como insiste, me siento en un confesionario perdido de esa catedral: cerramos la puerta: mi novia abre la cremallera de mi pantalón: me la saca: mientras mi novia me la chupa pienso que ella es el Anticristo: tanto rollo con el Anticristo y va que lo conozco y que me chupa la polla: aprovecho para confesarme: pido perdón por mis años trabajando en la discoteca, pido perdón por las veces que mentí y me dejé guiar por la violencia, pido perdón por los malos hábitos: por cuando tomaba mucha droga en lugar de gastarme ese dinero en la gente que no tiene nada.
-Drogarse de vez en cuando no está mal –me dice Dios- Yo fumo porros: así creé el Universo. Y también me follo a tu novia por la noche –sigue confesando Dios- sin que ella se de cuenta: siendo yo transparente. Ahora Rafa, compartimos novia.
Y en ese momento eyaculo. Pienso que recibir una mamada en un confesionario tiene mucho más sentido que pedir dinero para entrar en la casa de Dios: que te hagan una mamada es un acto altruista: dar placer, amor a tu pareja. Eyaculando, recibo el perdón de Dios. El semen sale y ella no quita la boca: ahora sé a qué se refería Jesús cuando dijo: comed y bebed todos de él.
-Vamos a casarnos otra vez –le digo a mi novia.
Este es el video de boda: