Tengo novia desde hace unos días. Y una formidable sonrisa desde entonces. ¡Estar enamorado es maravilloso! Me acerco a sus amigas con alegría y lo primero que me dicen es:
-Como le hagas daño, prepárate.
Uno se aleja de ese primer contacto con la sensación de estar bajo vigilancia de la mafia: en cualquier momento alguien se va acercar a ti y te va a romper las piernas. Peor es cuando te presenta a sus padres. La madre, si no eres rico, te mira como si fueras un aprovechado. El padre, te mira como si fueras un pervertido que sólo quiere tirarse a su hija.
Así que recurres a tus amigos. Tus amigos te dicen que te dejes de tonterías:
-Vámonos de juerga a ver si pillamos algo –te dicen- Eso de tener novia es una estupidez. Pasa de tu novia.
Grave error si les haces caso: por muy feo que sean tus amigos algún día sucede el milagro: logran tener novia. Y entonces son ellos los que no quieren salir de juerga: te dejan solo.
-Voy a salir con mi novia, entiéndelo –te dicen, muy serios.
Tener novia te convierte en un ser egoísta. Sólo quieres estar con ella. Más que nada porque sólo ella comprende este estado absurdo e ilógico que es estar enamorado.
