Estos días, tengo el orgullo de estar haciendo un eZpecial para 20minutos.es de la Pasarela Cibeles. Mañana también voy y estaré actualizando desde allí toda la mañana. Si te apetece leerlo, pincha aquí.
A los periodistas nos están tratando muy bien. Internet, comida, bebida gratis. Todo muy bien organizado, los miembros de seguridad nos dejan trabajar. Las azafatas ayudan. Todo es perfecto.
Y no paro de ligar. Ni los modelos masculinos son más interesantes que yo. Mientras me servían la comida una periodista se me ha colado.
-Te pido perdón –me dijo- Menuda cara tengo.
-Una cara muy bonita –le he respondido.
Nos sentamos en la misma mesa y luego nos hemos ido a un baño a oscuras: le he comenzado a chupar el chocho. Y justo cuando se ha corrido, le ha sonado el móvil: era su jefe: ella me ha dicho que se tenía que ir, que si no la despedían: cuando salí del baño todo el mundo me miraba. No sabía por qué. Pensé que me reconocían por mi blog, pues algunos periodistas se me acercan y me dicen:
-¿Tu eres el ezcritor, verdad?
-Sí.
-Pues todo lo que escribes es una puta mierda.
-Sí.
Pero esta vez no ha sido por eso. Cuando he llegado al cuarto de prensa Marta Cibelina, mi compañera de mesa, me ha dicho:
-¿Por qué tienes toda la cara llena de sangre?
Y me he dado cuenta que la chica esa tenía la regla.