Chateando por el Messenger, la chica de L´oreal se auto invita al “6º Concurso de Diseño de Copa de Cocktail Bombay Sapphire”:
-No sé si te voy a poder entrar –le aclaro- Que a lo mejor los de “20 minutos” se me enfadan si se enteran de que he tratado de meter a alguien con el pase de prensa que ellos me dieron.
-¿Cómo se van a enterar? ¿No serás tan estúpido de escribirlo en tu blog?
-No –contesto-. Claro que no.
-Pues quedamos frente al “Palace” a las 20.
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A las 20 estoy frente al “Palace”. Ella no está. Miro mi teléfono móvil. Descubro un SMS suyo:
“Hola Rafi. Salí pronto de trabajar. Estoy bebiendo rioja y comiendo tapitas en un bar de Sol con unos amigos ¿Me vienes a buscar?”
-¡Y una mierda! –pienso- ¿Qué se cree esta? ¿Qué la voy a estar buscando por todo Madrid? ¡Si ya follamos! ¡Ya no estamos en el principio! ¡Y tengo que trabajar! Quizá nadie se tome en serio mi trabajo, pero es mi trabajo y yo sí que me lo tomo muy en serio.
Enfadado, apago el móvil. Camino, sólo, rumbo al “6º Concurso de Diseño de Copa de Cocktail Bombay Sapphire”. Todo el mundo me cae mal.
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Bebiendo un vaso de ginebra, oigo la charla de Karim Rashid (un diseñador que dicen que es de la hostia: se mueve y nos habla como si creyera que es una reencarnación de dios: pero me juego la cabeza a que, a diario, tiene más depresiones que yo y Naomi Campbell juntos) La ginebra me sube a la cabeza: me siento como un cerdo ¿Por qué tras follar con una chica siempre me deja de gustar? ¡Odio que me pase eso! ¡Yo sentía amor por la chica de L´oreal! ¿Por qué no puedo seguir sintiendo amor? ¡Estar enamorado es lo mejor del mundo! Casi siempre, antes de follarme a una chica, pienso que es la chica de mi vida ¡Incluso la veo como la mujer más guapa del planeta! …De verdad que me ilusiono: no soy un cabrón que está tratando de engatusarla con palabras, invitándola, llevándola a sitios para meterla por un agujero… de verdad que me siento enamorado… Pero luego, tras follarla, me deja de gustar: hasta la veo fea: ¿Dónde está la chica que me tenía loco? … no es la que tengo frente a mi… me entran ganas de atar a esa y buscar a la otra bajo la cama… ¡La han suplantado!
Pero, de pronto, Karim Rashid me lo explica todo: detiene su charla, me mira fijamente, me habla:
-Hay dos bellezas: la interior y la exterior. Al principio, Rafa, sólo ves la exterior. E imaginas, idealizas la interior. Esas dos bellezas (la exterior -que la chica es guapa, cojones- y la interior que tú te has imaginado) se funden: el resultante es la persona de la que te enamoras locamente. Una creación de tu mente. Una fantasía. Pero, tras follártela, la venda cae de tus ojos. Ves su interior real. Y no es el interior ideal que tú soñaste. El interior real se funde con el exterior. Y la belleza resultante es distinta. Hasta te parece que su cara ha cambiado: ya no es tan guapa: ya no es la misma persona que antes: la que habías inventado y, por lo tanto, dejas de estar enamorado.
…
Pienso llamar a la chica L´oreal. Decirle que ya no me gusta. Que todo ha sido una equivocación. Pienso en decirle que si quiere vengarse de mi que espere 40 años. Tendré 73. Seré un pobre viejo. Estaré solo. Nunca habré tenido mujer. Porque las desprecié a todas: por sentir que no estaban a mi altura. Entonces, ella se podrá reír de mí.
¿Quién soy? ¿Estoy loco?
