Ambiente de fiesta en la manifestación contra el terrorismo.
Mujeres mayores subiéndose a las vallas con sus cámaras fotográficas digitales.
Señoras sacando fotos a la multitud con sus teléfonos móviles de última generación.
Me fui a una iglesia a rezar por las futuras víctimas.
Cuando te metes, de verdad, dentro de la política, ves el tema del terrorismo como lo que realmente es: un negocio. Un negocio que hay que saber controlar para ganar o no perder las elecciones. Lo único real, de todo lo que vemos en las noticias que genera el terrorismo, es la sangre de las víctimas. Lo demás es manipulación por parte del gobierno (PP, PSOE o el que esté en el poder). Todos juegan a policías y ladrones. El mercado de la información hace caja. Es muy fácil manipular a esta sociedad de imbéciles. Los terroristas no tienen ideología: lo único que quieren, es dinero y, acabar con el dinero, hoy por hoy, es imposible. Pues los políticos, también, lo único que quieren, es dinero. Y la gente se entretiene con cualquier cosa que echen por la televisión.
Yo quiero otra tregua que permita, a los ciudadanos de a pie, caminar tranquilos por las calles. Que los políticos y los terroristas sigan jugando a sus juegos de mierda en los despachos, en las portadas de los periódicos, pero dejándonos, a nosotros, los padres de familia, los “curritos”, a mi madre, a mi hermana y a mi primo ecuatoriano, al margen.