Adiós vida segura. Hola Madrid. Hola soledad. Sin familia, perra, ni novia. El amor, la pasión, con los años ¿A dónde va? La energía se transforma: el amor se transforma en cariño, en cuidar a otra persona: en aguantar cada día: el corazón deja de latir con fuerza: late suavemente: el corazón deja de ser cocaína, se convierte en una infusión: una tila.
Yo no quiero tila: yo quiero cocaína.
No quiero conducir por la vida a 40 kilómetros hora: yo quiero que un coche me pase por encima. Quiero morir joven a los 80 años. No quiero madurar: madurar es rendirse, morirse, pudrirse. Yo sólo quiero jugar, reírme, tener y proporcionar orgasmos a chicas guapas o simpáticas, viajar por el mundo hasta que los continentes no sean, para mí, más que las habitaciones de una casa. Es cierto que la vida real me persigue: el fantasma de la estabilidad, de las hipotecas, de las obras en la cocina, de facturas del Canal Satélite Digital: pero, a mis 32 años, sigo dándoles esquinazo: no me cogerán vivo. No tengo absolutamente nada. Parto de cero nuevamente. Y soy feliz.
…
Me bajo del avión: ni idea de a donde ir: soy un paleto en un aeropuerto grandísimo: todo el mundo camina rápido: todo el mundo tiene un sitio a donde ir: les imito: camino deprisa: hasta que me pierdo deprisa: suena el teléfono:
-Rafa -dice una voz- ¿Estás en Madrid?
-Sí –respondo extrañado- ¿Quién es?
-Soy Torbe.
-¿Torbe? –reconozco su voz de cuando le hice la entrevista- ¿De putalocura.com?
-Sí ¿Es cierto que estás en Madrid?
-A-acabo de llegar –tartamudeo, por la sorpresa- .
-Vente a mi casa hombre. Aquí hay habitaciones de sobra. Te puedes quedar el tiempo que necesites y gratuitamente. Además Josito va a rodar un video porno y así te entretienes.
Alucino con Torbe. La gente habla muy mal de él, la gente le acusa de asuntos sucios: pero no sé: eso de abrir tu casa a un desconocido, sin esperar nada a cambio, no lo suelen hacer las personas malas. Lo que suele hacer la gente mala y envidiosa es insultar, descalificar al que triunfa sin dar la cara: sirviéndose de pseudónimos, anónimamente, gracias a Internet. Y sin pruebas. Yo, hasta que alguien me lo demuestre no con palabras (es muy fácil decir “palabras, palabras y palabras”, Hamlet) le doy un voto de confianza y de amistad a Torbe, el rey del porno freak.
-Me gustaría mucho ir Torbe. Pero pagué la pensión por adelantado. Además, vine precisamente hoy a Madrid porque José Cervera presenta su libro “Conversaciones de la Ciencia, El Robo del Milenio ”… a José Cervera le estimo muchísimo. Es una de las personas que resultaron clave para introducir mi blog entre el jurado y que yo ganara el concurso de “20 blogs” y consiguiera trabajar en “20 minutos” el mejor empleo de mi vida. Tengo muchas ganas de verle.
-Ok – se despide el buenazo de Torbe- Pues ya nos veremos en otra ocasión.
…
Tomo el metro, con las dos maletas. Salgo a la calle, me recibe una banda de música:
Respiro Madrid. Me gusta. Es aire contaminado, lo sé: pero me gusta respirarlo. El frío de la tarde-noche acaricia mis mejillas: hace poco, mis mejillas, sentían el sol de Fuerteventura. Ahora, quien me acaricia, es la gente. Gente que me rodea, que me empuja, que camina con paso firme y mira, con curiosidad, mis maletas. Soy otro recién llegado más. Me gusta la gente con la que me cruzo y empuja. Me encanta Madrid. Me encanta el suelo, me encanta todo. Llego a la pensión como guiado por un poder sobrenatural: por casualidades de la vida, la pensión está en el barrio llamado “de los escritores”. Yo quiero ser ezcritor de éxito. En Madrid me siento como en casa: no sé por qué: cada rincón me parece familiar.
Presentación de “Conversaciones con la ciencia, El Robo del Milenio ”
Extrañamente, la presentación de este magnífico libro es aburrida. El libro está compuesto por interesantísimos textos escritos por los mejores científicos y periodistas del país. Sin embargo, y por desgracia, no son ellos los que hablan, es el director de la editorial Edaf, el director de Abc, y otros cuantos más quienes lo hacen, con el automático:
El director del periódico del ABC, hablando, me recuerda a los curas de los Salesianos: que si la juventud no se culturiza, que sí bla, bla, bla: frases hechas que he escuchado millones de veces: habrá venido, cansado, de cerrar la edición de su periódico: ahora divaga encantado de haberse conocido para salir del paso.
Minuto final de su soporífero monólogo interior:
Y mientras, los escritores del libro, con sus mentes rebosantes de información, de datos, de inteligencia, sentados entre el público: como si con ellos no fueran la cosa: ¡Queremos escuchar a los creadores! ¡No a los que han puesto el dinero o están ahí por compromiso!
Alberto Aguirre, vestido con una espantosa chaqueta naranja, cuenta una anécdota filosófica: lo único potable de la presentación:
Dos griegos, que pasean bajo el sol abrasador de Atenas ven, a un lado del camino, un trabajador que está picando piedras, inundado de sudor:
-¡Pobre hombre! –dicen.
-De pobre hombre nada –replica el trabajador- Soy ateniense y estoy trabajando en el Partenón.
…..
Y, de nuevo, el aburrimiento: otra vez pensamientos mil veces escuchados: que si las editoriales y la televisión no ofrecen productos de calidad aunque haya un mercado para ello, para colmo, ahora lo explica con ejemplos futbolísticos: dice que no es lo mismo ver un partido de tercera división que la Champion League. Por Dios. Esta presentación está siendo un insulto hasta para mi diminuta inteligencia. Ellos son sólo siete, nosotros más de 200: deberíamos de lincharlos: no sé qué hacer para que no quedarme dormido en la butaca: me concentro en el calvo de la primera fila:
Imagino que tiene la cara del monstruo de los Goonies:
y que, de un momento a otro, se va a levantar y matar a todos los conferenciantes a mordiscos.
Termina la presentación. Estrecho la mano del gran Cervera, le saco una foto: no para ni un segundo de atender gente. No sé porqué, siempre que veo a Cervera, me lo imagino vestido de mosquetero manejando una espada. Yo, si fuera él, siempre iría vestido de mosquetero. Admiro a Cervera: inteligencia y buen humor. Más tarde, en casa, reviso la foto en el ordenador: descubro que, mirándome, fijamente, está uno de los últimos grandes fichajes de “blogs 20 minutos”: la última pesadilla de Pedro J (director juliovernianokafkianogabifofoymilikito del periódico “El Mundo”).
Me hubiera gustado reconocer a Escudier en la fiesta. Para observarle. Pero no me hubiera acercado a saludarle. Los grandes profesionales me causan mucho respeto: yo no soy nada más que un intruso ¿Cuándo descubrirán que soy un imbécil y me despedirán? De pronto, alguien me habla:
-Hola, soy un fan tuyo.
Le miro, me asusto: es un señor sin chaqueta y corbata: y allí estamos todos con chaqueta al menos: lleva un pulóver a rayas demasiado alegre para la ocasión: ¡Un radikal! ¿Un troll del blog? ¿Un psicópata? ¿Será mi fin? ¿Racsouran disfrazado?
-Je, je, je.. bueno –prosigue- realmente no soy un fan tuyo: somos compañeros: soy uno de los responsables de la sección diaria de humor de “20 minutos”, El Desternillador.
-Debe de costar muchísimo crear un chiste cada día –le digo-.
-Eso me dicen siempre –replica- pero lo cierto es que cada día tengo que decidirme por uno solo de entre todos los que se me ocurren
Pues eso. Que ya estoy en Madrid. Tierra de creativos, de artistas, de científicos, de gente bien vestida, de mendigos por las calles, de bares, de tiendas de bocadillos de jamón serrano,
de repartidores de propaganda: ahora, también es mi ciudad.
…
Mañana voy a ir a ver un piso en Lavapies, una zona de Madrid de la que todo el mundo habla o muy bien o muy mal. Y, por la noche, he quedado con una tía buena. Si os apetece, ya os contaré en la próxima actualización. Muchas gracias por la atención prestada y que tengáis un buen día.