Dos capítulos nuevos. El primero quizá sea muy extraño, quizá no haya explicado muy bien en él lo que ocurrió, pero os aseguro que es real. Quizá parezca un episodio intrascendente pero, realmente, le da un nuevo significado a todo el libro ¿Me recomendáis quitarlo? ¿O lo dejo? ¿Demasiado rollo? Mmmm… la mente humana es muy compleja cuando se está loco de verdad… el segundo es un episodio más ligero, en el que sólo busco hacer sonreír (aunque en ese momento me quería morir…algunas veces pienso que mi vida es una mala película de risa) y por cierto, si os da curiosidad el señor de quien hablo, Antonio Bordón, he escaneado aquí su artículo, de hoy jueves, que aparece en el suplemento de “Cultura” del periódico más importante de la capital grancanaria: “La Provincia” que, por cierto, mi abuelo dirigió hace ya más de 25 años. Un saludo y a ver si podéis dejarme vuestras sinceras opiniones en los comentarios. Muchas gracias.
Nota.- El cutre dibujo que ilustra este post es mío. Es Sigmundo. Lo dibujé ANTES de ir a trabajar a la zona turística.