BLOG DE CONTENIDO SOLAMENTE PARA ADULTOS (+18 AÑOS)

Sin título

Ángel, de 19 años, no llegó tarde a casa nunca. Salvo el día de su muerte. Su madre le llamaba por teléfono, insistentemente. Pero él no respondía. Porque los agentes de la guardia civil estaban retirando su cadáver del coche. Los agentes de la guardia civil oían sonar el teléfono móvil. Pero no respondían. Nadie respondía. Su madre se desesperaba.

-Quizá no responde porque no tiene crédito o algo –se dijo el padre así mismo, nervioso: pero prefirió pensar en voz alta: para ver si así tranquilizaba a la madre: para ver si así acababa un poco con el miedo que sentían: Ángel les llamaría.

El padre encendió el ordenador, se conectó a la red y recargó el teléfono de su hijo. La recarga de amor no llegó al corazón de Ángel: estaba muerto. Tanto querían sus padres a su hijo que, si hubieran podido tocar su corazón con sus manos, hubiera revivido.

Los guardias civiles tocan en la puerta de la casa de los padres: le anuncian el suceso fatal:

-Su hijo ha tenido un accidente.

-¿En qué hospital está? –pregunta la madre.

-En el anatómico forense. Ha muerto.

Los padres escuchan. Y también mueren. Y renacen: como muertos vivientes: muertos vivientes que caminan por las calles: con corazones desgarrados: con el entendimiento truncado: sin entender a la gente que les habla: sin comprender nada, ni a nadie: sólo sienten dolor, llanto: la incomprensión de por qué la vida es tan puta, tan cruel. Su hijo, que fue un ángel también en vida, camina al lado de ellos: no les abandona ni por un momento: los ojos de Ángel, que ahora son azules (porque son el cielo) lloran cada vez que ve a sus padres sufrir. Trata de abrazarlos, de animarlos. Pero no puede. Está muerto.

Su amigo, que conducía el coche, llevaba 0,71 miligramos de alcohol en la sangre.

Nota.- Relato escrito con el permiso del padre de Ángel a partir de textos que escribe en su blog. Mañana este blog, no se actualizara (aunque estoy obligado hacerlo por contrato, más aun los jueves) como signo de honor, luto y respeto a la memoria de Ángel. Descanse en paz. Y mis deseos más profundos para que sus padres vuelvan a sonreír a la vida: es lo que le gustaría a vuestro gran amor: Ángel.

Los comentarios están cerrados.