Trabajaba en la discoteca hace tres años: estaba perdiendo peso y empezando a follar con turistas que venían de vacaciones a pasárselo bien: turistas a las que no le importaban follar en las esquinas de los aparcamientos, con desconocidos: borrachas que te comían la polla sin importarles tu nombre: yo era un perro que por fin follaba: nunca antes había follado, nunca antes me había sentido deseado: me obsesioné con ese tema, enfermizamente.
Antes de ir a la discoteca estaba bastante gordo (mucho más que ahora) por mi cómoda vida: trabajaba de dependiente en “El Corte Inglés”: empecé a perder peso: yendo al gimnasio unos días otros, porque casi no comía: me pasaba el día recuperándome de la borrachera de la noche anterior: vomitando.
Aquel día fui a la playa con un “amigo” recién llegado de Cuba que no quiso llevar toalla a la playa porque decía:
-En Cuba no se usa toalla.
Y luego dijo:
-Aquí sí hay que usar toalla. En Cuba la arena no se pega tanto.
Le pedí que me sacara una foto: yo estaba super orgulloso de mi físico y era un ególatra (bueno, aun lo soy, pero mucho menos que en aquella época) y una turista alemana, vieja y feísima que estaba detrás nuestra nos empezó a gritar: que le estábamos sacando fotos en tetas:
-¡Hijos de puta! –nos gritaba- ¡Me estabais apuntando con la cámara a mi! ¡Me estáis sacando fotos de mis tetas!
Se acercó a nosotros: con gritos: nos quería quitar la cámara de fotos: a la fuerza: roja de rabia, escupía cada vez que gritaba: tanto jaleo montó que nos fuimos corriendo: mi “amigo” cubano vendía droga: llevaba bastante encima: tenía miedo de que apareciera la policía: además no tenía permiso de residencia.
La vieja tenía razón: hay multitud de lugares en Internet, multitud de foros donde, sus usuarios, sacan fotos con sus cámaras digitales o teléfonos móviles a las chicas que toman el sol en la playa: semidesnudas o desnudas (alguno de esos foros ilegales traen virus troyanos ¡Cuidado!)
…
Este tema es muy controvertido: por un lado es injusto (e ilegal) que, esos usuarios, pongan esas fotos en Internet sin el permiso de esas chicas: aunque ellas muestren sus tetas públicamente en la playa, son sus tetas: nadie tiene derecho a fotografiarlas sin permiso: por otro lado, como pajillero que soy, entiendo las mentes enfermizas de los que sacan esas fotos: la desesperación que produce ver a esas chicas tan guapas: no poder masturbarse mirándolas: no poder acercarse a ellas por la tremenda cara de salido que se nos pone, por la erección del bañador, por la mierda que somos y soy: conocerlas: diosas imposibles: sólo los héroes del amor o los multimillonarios las poseerán.
-¿Me dejas sacarte una foto en top-lees para masturbarme en casa viéndola?
-¡Eres asqueroso! –dirían.
-¡Pues claro que soy asqueroso! ¿Pero me dejas sacar la foto? ¡Por favor! ¡Por favor! –pido lloriqueando- ¡Eres demasiado guapa! ¡Nunca más te voy a poder volver a ver!
…
Definitivamente: está fatal sacarles fotos en tetas sin pedir permiso: y mucho más ponerlas en Internet: aunque también pienso que masturbarse en público no debería de estar penalizado por la ley.
-¡No delante de menores! –diría alguien.
Por supuesto: ni delante de menores, ni que tu semen o flujos vaginales tocaran a nadie sin su permiso: mucho menos retener a alguien a la fuerza: obligarle a que te vea masturbarte o violarla: pero mujer u homosexual… ponte en situación: imagina a ese chico que tanto te gusta y que no te hace ni caso ¿No te gustaría, aunque fuera, masturbarte delante de él? Hacerlo en directo: no en tu cama, con la luz apagada, antes de dormir la siesta: sino con sus bellos ojos mirándote…
-Las chicas –me dijo el cubano- se ponen cachondas cuando ven a un tío con barba. Si te dejas la barba o chiva y te pones a hablar con ellas un rato se excitan solas.
-¿Por qué? –le pregunté.
-Es cosa del subconsciente: ven la boca del hombre entre tanto pelo y lo asocian, inconscientemente, con un cunnilinguis.
…
Una erección es algo normal, el sexo no es nada cochino: es una función natural de mi cuerpo: no es droga, ni armas, ni dinero: el sexo es algo tan natural como respirar: enseñar en público un chocho tiene el mismo valor inmoral que enseñar un codo: es una parte más del cuerpo humano: hemos disfrazado el sexo como algo maligno y perverso: un secreto, un pecado: cuando no es más que un asunto natural que nos hace sentir de puta madre: claramente, hay una diferencia entre hacer el amor y follar: hacer el amor es perfecto: y follar es como las pizzas: siempre están de puta madre.