Estoy en plena sesión de cyber sexo con una tía que me importa una mierda pero a la que he prometido mi vida a cambio de que me enseñe las tetas.
Estoy a un minuto de eyacular -el único momento de mi vida en el que realmente sé qué estoy haciendo- cuando suena el timbre de la puerta de mi casa ¿Quién quiere fastidiar mi orgasmo?: me asomo por la ventana: en la puerta hay tres chicas, jóvenes: mi polla aumenta su tamaño, milímetros: pienso: ¿Serán ángeles mandados por el Señor por el dinero que doné? ¿Ángeles putas? ¿Hay ángeles putas en el cielo? ¿Son ellas?
-¿Sí? – les pregunto (con voz de semi inconciencia eréctil).
-Somos “Legionarias de Cristo” –me dicen- Venimos a regalarle un ejemplar de la Sagrada Biblia. Queremos hablarle de la Sagrada Palabra.
Estas “Legionarias de Cristo” tienen pinta de mosquitas muertas: pieles blancas: gafitas: cuerpos jóvenes, inmaculados: y con tetas: les adivino las tetas desde la ventana: ¡Qué ganas de meterme en la boca sus tetas!:… tengo ganas de bajar, de abrirles la puerta: invitarlas a pasar: sólo llevo puestos unos calzoncillos: y la polla, de lo tiesa que la tengo sale, horizontal y libre, por el agujero frontal de mi calzoncillo: mi polla señala la dirección de lo que me quiero follar: ¡Ellas!:… esas tres chicas jóvenes se sentarán en el sillón de la salita: yo me masturbaré frente a ellas, gritándoles:
-¡Ved por fin, pobres vírgenes caídas del cielo, una polla en todo su esplendor! ¡Replanteaos vuestra fe! ¡Este es el único Dios que da placer en la tierra! ¡El orgasmo es el único paraíso que pisaréis! ¡Todo lo demás no es más que triste mitología para indígenas! ¡Voy a frotar un poco y veréis salir de aquí, disparado para arriba, al Espíritu Santo volando! ¡El verdadero milagro de la vida! ¡Tomad y comed todas de él!
Sin embargo, desde la ventana, les grito:
-¡No! ¡No me interesa! ¡No os voy abrir! ¡Iros!
Les cambia la mirada: piensan que soy un maleducado: me escondo, me voy de la ventana: mi polla palpita: como si fuera mi corazón: es mi corazón: las deseo: no comprenden que les he librado de entrar en la casa de un desequilibrado sexual: lo he hecho por ellas, no por mi… quizá les he librado de la peor experiencia de sus vidas…
… a medida que voy envejeciendo me veo más repugnante: antes me resultaba bello verme masturbar: incluso, de vez en cuando, lo hacía frente a un espejo: estaba tan bueno que me excitaba: ahora me doy asco: ¡Quiero salir de esta casa! ¡Y de este cuerpo! ¡Quiero dejar de escribir! ¡Quiero dejar de ser Rafael Fernández! ¡Quiero bañarme en la playa! ¡Quiero renacer!
Nota.- Los videos que cuelgo en esta página no los pongo para tratar de hacer reír a nadie o hacerme el gracioso: los cuelgo para dejar constancia de mi patética vida actual.