Estoy buscando un gimnasio para hacer desaparecer mi barriga: pregunto a un vecino y me dice que:
-Si me pagas 30 euros al mes, te dejo utilizar mi gimnasio personal todos los días. Un gimnasio más cerca de tu casa no lo vas a encontrar.
-¿Dónde está?
-En mi sótano.
-Bien, vamos.
-He tardado años en tenerlo preparado y por fin lo tengo a punto.
Voy hasta su sótano. Veo su gimnasio:
-Mejor no –le digo- Pero muchas gracias.