Europa inquieta Europa inquieta

Bienvenidos a lo que Kurt Tucholsky llamaba el manicomio multicolor.

PSOE y UPyD: si tienen el mismo programa, ¿por qué no se presentan juntos?

Se trata en efecto de una pregunta retórica. Son partidos políticos, y si cada uno presenta su propio programa electoral será porque está íntimamente convencido de que sus ideas son diferentes (y mejores) que las del resto. Me estoy refiriendo, por si alguno se ha perdido, a las elecciones europeas y a los partidos nacionales que a ellas se presentan.

La tarde de ayer la dediqué a la sana y repetitiva tarea de leer los programas electorales que las formaciones han pergeñado para los comicios de mayo. Para ser sincero, aún no he terminado. Hay partidos, como IU, que todavía no han publicado el suyo en su página web y partidos, como el PP, que han optado por una extraña e ineficiente solución que ya comentaré (hay para todos).

(EFE)

(EFE)

El asunto es otro. Tengo aquí delante los programas del PSOE y UPyD. Para ser honesto por segunda vez diré que lo del PSOE no es exactamente un programa, sino un manifiesto fechado en Roma hace un mes y de alrededor de 15 páginas (no he logrado dar con el programa completo… si es que está disponible, que ya lo dudo) mientras que el documento de UPyD tiene cerca de sesenta.

Más allá de la diferencia de extensión y el nivel de detalle y concreción de las propuestas que contienen, el espíritu y la letra de ambos programas se parecen demasiado. Tanto que si esto fuera una cata de vinos o un concurso para distinguir el original de la copia, sería muy complicado –hasta para el más refinado observador– llegar a la conclusión de que se está frente a productos rivales.

Es verdad que UPyD abusa un muchito del término ‘nacionalismo’ (la cuasi obsesión marca de la casa) y que el PSOE hace lo propio con ese lenguaje lánguido que últimamente se gasta, tan naíf como los murales de abrazos que decoran su web. Pero por debajo de menudencias que solo un entomólogo político percibiría, las ideas políticas sobre Europa plasmadas en cada texto parecen invariablemente fundidas con el mismo molde.

Ambos ven en una Europa la solución a nuestros problemas. Ambos, quieren, eso sí, que Europa también cambié. Que sus instituciones superen el perenne déficit democrático que tienen. Ambos quieren, a su vez, regular el sistema bancario, separar la banca comercial de la de inversión y que fluya el crédito. Más puntos en común: la lucha contra la trata de personas, reforzar el Parlamento Europeo o la igualdad real entre hombres y mujeres. Y podría seguir.

La sintonía es total. Y me temo, como así he ido comprobando, que el resto de grandes partidos tampoco se desvían demasiado de esa línea invisible y común sobre lo correcto y lo incorrecto a la hora de proponer una mejor Europa. Pero esta mímesis, seguro que no pretendida conscientemente por nadie, favorece la aparición de las dudas.

Un ciudadano interesado en Europa, a la hora de votar, valorará las diferencias ideológicas, pero si no aprecia ninguna distinción sustancial entre los programas, es muy posible que decida retrotraerse  a la experiencia que esos partidos le evocan en en el plano doméstico. De esta forma, la tan criticada y con razón ‘lectura en clave nacional de las elecciones’ se vería reforzada por la casi ausencia de opciones realmente políticas en el momento de votar.

Además, si la semejanza intrínseca de los programas es tal que es complicado diferenciarlos unos de otros, ¿dónde queda entonces el debate sobre las ideas? ¿Qué argumentos tienen los cuadros de los partidos, y sus dirigentes, para pedir el voto si son conscientes de que lo que les separa de los otros son matices demasiado sutiles para que el grueso de la masa de votantes los perciba? De nuevo, la clave nacional. O los eslóganes superficiales de la teledemocracia.

 

30 comentarios

  1. Dice ser sunshine

    los dos están en mi lista negra

    16 abril 2014 | 11:26

  2. Dice ser skalo75

    La cosa es bien sencilla.
    El ciudadano medio ya no vota una ideología.Sabe que ambas ideologías se basan en robar.
    El ciudadano medio se conforma con que no le roben, con que no malversen su dinero y con que no le metan por el culo una nueva subida del IRPF.
    La ideología del político Español ES ROBAR!
    El ciudadano lo tiene bien claro.
    Artículos como éste me parecen de coña!

    16 abril 2014 | 11:28

  3. Dice ser Fran

    Yo solo votaré a aquellos partidos que quieran eliminar el caduco sistema de autonomías.
    Centralismo absoluto. Ya está bien de tanto mangoneo periférico para satisfacer los egoismos locales.

    16 abril 2014 | 11:34

  4. Dice ser marco

    El programa de UPYD no es nada claro , lo único en lo que no dejan lugar a dudas es en su exacerbado nacionalismo españolista . Es lógico que no encuentres muchas diferencias , al final UPYD es una mezcla de políticos del Psoe y el PP , no pretenderas que una tipa como Rosa Díez se reinvente de la noche a la mañana después de llevar toda una vida en el Psoe.
    Creo que además de leer una por una todas las medidas , habría que centrarse en su discurso , yo votaré por IU porque creo que son de los pocos partidos que plantean una alternativa distinta al duopolio PP – PSOE europeo. Ambos defienden una Europa de los mercados , no de los pueblos , unos desde una vertiente más neoliberal y los otros con unos toques sociales que no dejan de ser meros parches que no solucionan los problemas de fondo.
    La gran esperanza socialdemócrata, Hollande ,ha terminado por abrazar el lado más conservador de su propio partido de la mano del xénofobo Manuele de Valls.Copiando descaradamente el discurso de Marine Le Pen, cuando no se tiene las ideas claras y se va a remolque de lo que digan las encuestas , se corre el peligro de adoptar el discurso de moda , aunque esta venga de la ultraderecha racista.
    Otra Europa es posible, siempre que se opte por cambiar a los que la dirigen ahora.

    16 abril 2014 | 11:52

  5. Dice ser marco

    Fran- Hacer eso traería unas consecuencias nada agradables .Por lo pronto Cataluña y Euskadi se independizarían al día siguiente.No se puede obligar a ningún pueblo a abrazar una bandera en la que no cree.

    16 abril 2014 | 11:58

  6. Dice ser Carolina

    Es curioso, para 20 minutos muchas veces UPyD es la extrema derecha y otras veces es el PSOE y su teorico «izquierdismo».

    Prefiero UPyD , por lo menos sabemos que PSOE nos ha robado tanto como el PP, que es lo mismo. IU … solo hay que ver su EREGATE en Andalucia

    16 abril 2014 | 12:00

  7. Dice ser H

    Pues sí, a la hora de votar, una opción será remitirse a la experiencia nacional. En mi caso, votaré según los candidatos de cada partido. Conmigo, Elena Valenciano ha conseguido, con su estilo vacío (no la culpo, así está el PSOE ahora mismo) y carente de autocrítica (a falta de argumentos e incentivos propios «la derecha es peor») que no vote a su partido cuando tenía la firme intención de hacerlo, y espero de verdad que en general los socialistas encuentren un rumbo, porque creo que están muy perdidos ahora mismo. Tras escucharlo, Sosa Wagner me transmite bastante más confianza y simpatía, y sospecho que es una persona inteligente. Las europeas son más importantes de lo que la gente se cree, y me fastidian las demagogias, no todo lo han hecho bien, pero se han tomado muy buenas decisiones en Europa y varios de los derechos de los que gozamos hoy se lo debemos a ellas. Ojalá haya cambio y sea a mejor.

    16 abril 2014 | 12:15

  8. Dice ser Lobuno

    Apañados estamos si cuando se habla de partidos políticos se fija en los programas y no en lo más importante, que es su absoluta falta de democracia interna que hacen que se oligarquicen, corrompan, y vayan por su cuenta, cuando la mayoría de los ciudadanos lo que quieren en realidad es elegir a su representante por encima de cualquier consideración ideológica o partidista.

    16 abril 2014 | 12:23

  9. Dice ser PPPSOEIUPYD

    Todos los partidos burgueses españolistas deberían ir juntos a las elecciones para no engañar al electorado que cree que, en realidad, son partidos diferentes.

    16 abril 2014 | 12:26

  10. Dice ser marco

    Carolina_ El caso de los ERE afecta principalmente al psoe andaluz .

    16 abril 2014 | 12:27

  11. Dice ser Lobuno

    Fran…..eso significaría el fin de España, ni siquiera con la dictadura se consiguió erradicar la mentalidad autonomista de Cataluña y Euskadi como para lograrlo en una democracia, habría una rebelión total en estas regiones históricas y sin duda acabarían independizándose de españa. El programa de UpyD es un tiro en la sien de España, os tienen demasiado engañados.

    16 abril 2014 | 12:28

  12. Dice ser marco

    carolina # Rosa Díez fue candidata a secretaria general del psoe , ¿qué la hace diferente a los otros?

    16 abril 2014 | 12:28

  13. Dice ser Capitalistas vs capitalistas

    Es lo bueno del capitalismo burgues que, votes lo que votes, siempre votas lo mismo o sea capitalismo burgués. El programa electoral que ponga lo que le dé la gana que luega ya haran lo que quieran.

    16 abril 2014 | 12:35

  14. Dice ser iozan

    Einstein una vez dijo algo como «Si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo». En política se puede utilizar el mismo criterio. Si quieres algo diferente, por que votas al de siempre?

    Busca! hay alternativas ciudadanas muy convincentes, y con mucha base sólida.

    Un ejemplo: http://partidox.org/

    Si te gusta lo que lees, el programa «Democracia Y Punto» hazlo extensivo a amigos/vecinos/conocidos/familiares etc…

    La democracia del mañana, que sea HOY!

    16 abril 2014 | 12:36

  15. Dice ser marco

    #Capitalistas vs capitalistas_¿qué alternativa queda entoces ? Lamentarse y no votar.Habrá que intentarlo al menos.

    16 abril 2014 | 12:38

  16. Dice ser marian

    Yo ya no voto, paso de forma olímpica, robarán mi dinero no mi tiempo.

    16 abril 2014 | 12:45

  17. Dice ser frosmitla

    Yo quiero vivir en Suiza a ver si me cae alguna propinilla o lo suelto de las cuentas bancarias de decenas de miles de chorizos… ¿cuándo se van a terminar los paraisos fiscales? ¡coño! que lo metan debajo del colchón de toda la vida, pero en España.

    Yo tampoco voto que les den.

    16 abril 2014 | 12:48

  18. Dice ser La única patria del político es Suiza.

    De ahí, en cuanto pueden los políticos españoles, se llevan el dinero a su patria o sea a Suiza. De pagar impuestos y acatar leyes inmundas al servicio de la clase alta no os quita ni Dios.

    16 abril 2014 | 12:57

  19. Dice ser Sandux

    La pregunta es, hoy por hoy ¿Hay algún partido que realmente no robe, malverse fondos o ‘enchufe’ conocidos?

    16 abril 2014 | 14:02

  20. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Tienen los mismos programas porque descienden de las mismas escuelas de politicos, en la sección que hay al lado de la de carteristas y derivados.

    Clica sobre mi nombre

    16 abril 2014 | 15:24

  21. Dice ser Ana87

    UPyD y PSOE no tienen el mismo programa, los he leído y no son iguales ni muchísimo menos.

    Además, una cosa es lo que dicen los programas y otra muy distinta lo que acaban haciendo los partidos políticos. Personalmente no querría exportar a Europa el fraude gubernamental de Andalucía.

    16 abril 2014 | 16:17

  22. Dice ser Jorge

    A día de hoy es difícil en quien confiar… pero sería un gravisimo error no votar… hay que hacerlo… si no te gusta ningún partido… hazlo en blanco, para que un partido con pocos votos no tenga mayoría absoluta o sirva como «bisagra» para que otros manden… a cambio de favores claro esta…

    16 abril 2014 | 16:18

  23. Dice ser panchenko

    se nota que el autor de la nota es de origen fachista, su ignorancia respecto del socialismo es sublime.
    primero: el socialismo se caracteriza por una pureza ideologica cuasi perfecta, sobre todo si analizamos las dos ultimas legislaturas del presidente zapatero, y su elegido para continuar su obra el secretario general perez rubalcaba.
    segundo: el grupuscolo con pretensiones de izquierdas no es mas que un grupo de oportunistas recien madrugados con intensiones fachistas que estan guiados por una persona (por decir algo) plagadas de distorsiones ideologicas no resueltas que quiso cristalizar sus ansias de poder dentro del socialismo y como es natural no las consiguio.
    el individualismo no es lo que avanza dentro del colectivismo.
    entonces que pueden de tener en comun el socialismo con esta otra sigla?
    lo unico es que estos ultimos quieren tomar los votos del socialismo compiando su programa para hacer una posible alianza con fachismo gobernante y compartir asi sus privilegios. el tema es que los fachistas no les interesa compartir nada con nadie y no los necesitan. y la poblacion tienen bien claro que el socialismo es su vida misma.

    zapatero es el guia,
    lenin el salvador.

    16 abril 2014 | 16:23

  24. Dice ser europedo

    Qué partido busca el bien del pueblo. Europa me multa, por no tener alcantarillado según el ayuntamiento ellos ponen precio a la multa, Pagar fijo una tasas por donde se debería limpiar el agua y por litros consumidos más dinero. Pero si el ayuntamiento me dio en su día todos los permisos. Yo debo votar a quien, unos me multan y otros le dan la razón. Menuda Europa según quien seas te multa o te quitan. Nosotros los que menos ganamos y los que más impuestos pagamos por la necesidades para vivir, que hasta el sol tiene precio. Europa pone la ley y los españoles contentos por tener siempre menos, pero los políticos con paga europea viven de reyes, en España. Esto sí que es más de lo mismo. Ver comer algunos no nos deja llenos a los demás.

    16 abril 2014 | 16:25

  25. Dice ser Fran

    Marco/Lobuno: ¿Quién ha dicho que yo votaría a UPyD? Como mucho a VOX que es lo menos a la izquierda que se puede tolerar y también está en contra de las autonomías. ¿Y quién ha dicho que Cataluña y Vascongadas conseguirían independizarse? Eso sería si ganasen la guerra, ¿no?

    16 abril 2014 | 17:03

  26. Dice ser meequivoqué

    Yo particularmente no me interesa leer programas de gente que luego no van a cumnplir lo que dicen y si van poner las excusas de siempre, mientras viven comodamente con sus sueldos establecidos y que todos pagamos, permitiendo que a la mayoria de los que votan se les pueda pagar sueldos de misería a cambio de muchas horas. (Pero hay que hacer esfuerzos, y , ya esta todo justificado)

    Si me he leido algo de «PODEMOS» y dejo aqui el enlace, ya creo que es interesante y hay que divulgarlo para que la gente lo conozca, ya que creo que los medios de comunicación, poca tiempo le van a dedicar.

    http://www.podemos.info/sites/default/files/Programa%20Podemos%20ordenado_0.pdf

    16 abril 2014 | 17:14

  27. «Aunque estoy convencida de que hay millones de españoles que saben con certeza que no son de UPyD, no me sorprendería que, como ha dicho Rosa Díez, hubiera otros tantos millones que no supieran que lo son o si lo son o no lo son. Lo realmente sorprendente sería que lo supieran, porque, desde luego, entender algo de lo que UPyD propone (o no) entraña grandes dificultades. Imagino que sus electores y militantes deben estar acostumbrados a internarse en tortuosas investigaciones a fin de extraer alguna conclusión sobre la posición política propia que les deje dormir tranquilos. Ser o no ser.

    Yo misma, quizá en algún momento en que he sido, inconscientemente, de UPyD, me he dedicado a dilucidar algunas de sus propuestas. Por ejemplo, en uno de sus últimos juegos de prestidigitación, UPyD decidió rechazar el Pacto anti-ley Wert por tratarse de una declaración de intenciones que no podía realizarse en el presente (¿), y porque el acuerdo en el desacuerdo no era un acuerdo que pudiera superar sus desacuerdos con los nacionalistas (periféricos, se entiende, porque ya se sabe que hay un nacionalismo malo y otro bueno, y el periférico es de los malos). Yo deduje entonces que su desacuerdo con los nacionalistas era mucho mayor que su desacuerdo con la contrarreforma educativa del PP, pero nunca he podido confirmarlo. También creí vislumbrar esta cercanía con el PP cuando UPyD afirmó que el copago sanitario no le parecía una mala idea. Lo sé. Que no sea una mala idea, no significa que sea buena. Sin duda, estos enigmas forman parte de ese deporte de riesgo en el que consiste ser de UPyD sin saberlo. Y, acaso, ¿no fueron los magentas los que, junto con CIU y el PP, evitaron que se revisaran los beneficios fiscales de los que disfruta la Iglesia? Nunca me quedó claro porqué. Yo estaba convencida de que, como dice Rosa Díez, las viejas instituciones están en crisis y han de ser superadas, pero la Iglesia no debe ser tan vieja.

    Y lo peor de todo es que a esto ya debería estar acostumbrada porque han sido muchas las ocasiones en las que Rosa Díez ha declarado que su partido no era de derechas, ni de izquierdas, e, incluso, ha llegado a añadir que tampoco era socialdemócrata, aunque ella sí que lo era. Por lo visto, la pareja de baile no es lo que importa, sino la música que se baila, que, en este caso, es la de la política y la regeneración democrática (¿). Esto no he llegado a entenderlo en ningún momento, ni siquiera por aproximación.

    Lamentablemente, me pasó lo mismo hace unos meses cuando intenté buscar una respuesta clara entre los diputados de UPyD a la cuestión del aborto, la violencia de género, o la “fiesta” de los toros. Bien es verdad que Toni Cantó no ayuda, si de claridad se trata, pero hay que reconocer que introduce elementos de performance que refuerzan y adornan el (no)discurso pretendidamente postmoderno del ignoto universo de UPyD. Ahí está su granito de arena, y no es poco.

    Y, bueno, reconozco que me dejó estupefacta otra de las líneas abiertas (abrir se les da bastante mejor que cerrar, eso sí) por el partido “magenta”. UPyD propuso penalizar el negacionismo de los delitos de ETA y de los del franquismo pero se abstuvo en todas las votaciones en las que se planteó la investigación de estos últimos. Y eso que lo tenía bien fácil porque es algo que ha exigido Amnistía Internacional, la Asociación Española para el Derecho Internacional o la Plataforma por la Comisión de la Verdad, integrada por más de cincuenta asociaciones, además de un buen número de partidos políticos en diferentes sedes. Yo, ingenua, siempre pensé que era difícil o, cuando menos, ilegítimo, penalizar la negación de lo que no se conocía, pero seguramente he pecado de exceso de racionalismo. ¿Por qué sería que UPyD se negó a apoyar que nuestro significado 18 de julio figurase como día de condena al franquismo? Soy un mar de dudas.

    En fin, ya es sabido que hay discursos construidos para no ser entendidos, discursos fragmentados en los que se renuncia de forma “total” a una visión “total”. El de UPyD debe ser uno de esos. El problema es que así como en arte o, incluso, en filosofía, estos discursos han sido deconstructivos y críticos, en política suelen orientarse a generar adhesiones impulsivas de corte populista. ¿Lo sabrán (consciente o inconscientemente) los de UPyD?

    Como bien sabe Rosa Díez, y no cesa de repetir, en un momento como éste, en el que la descomposición del bipartidismo es evidente, ser minoría parlamentaria puede ofrecer una ventaja estratégica indudable, pero quizá olvida que formar parte de una minoría o de una mayoría no dice nada de la legitimidad de una propuesta. La legitimidad no es cosa de números, sino de argumentos, y para ser legítimos, los argumentos, además de ser comprensibles y razonables, tienen que ser buenos. Basar la legitimidad de un programa en el simple hecho de no ser PPSOE es radicalmente absurdo, especialmente, si hablamos de un programa ambiguo orientado a la desesperada captación de votos. Siempre es bienvenido que se nos señalen los errores cometidos por los partidos históricos, pero esto no exime a nadie de la necesidad de demostrar que su programa es mejor.

    Lo cierto es que estos partidos “atrapalotodo”, ‘desideologizados’ y pragmáticos han existido siempre, y no tienen nada de novedosos. De hecho, es esta forma de hacer política la que resulta caduca por completo, y es esta misma la que ha contribuido, además, a ese deterioro de las instituciones al que tantas veces alude UPyD. La tesis del “fin de las ideologías”, vulgarizada en su momento por ese gran “humanista” llamado Fukujama, no sólo no fue nunca empíricamente contrastada, un auténtico error histórico, sino que pretendió ser la simple sustitución de una ideología por otra, abiertamente más retrógrada y conservadora. Conviene tenerlo en cuenta».

    por María Eugenia R. Palop
    28/07/2013

    16 abril 2014 | 17:55

  28. Dice ser ¿Crisis de ideas o Crisis de identidad?

    Desconocemos much@s de l@s votantes cuáles son los programas electorales de los partidos políticos que acuden a las urnas en las elecciones europeas de Mayo, un@s porque o bien nunca han votado programa electoral alguno, sino que siempre han sido fieles a un credo partidista determinado-votantes cautivos, conozco a unos cuantos que así me lo manifiestan, sin rubor alguno, independientemente de que sus partidos hayan triacionado su propio programa electoral-, otros porque directamente están tan hastiados del déficit democrático contemporáneo -hay tantos ejemplos en los últimos tiemnpos que sobra hacer comentario alguo al respecto, no hay más que ver el incumplimiento sistemático del programa electoral del partido más votado en las últimas elecciones generales- que consideran que ya se ha sobrepasado el límite de su tolerancia con este tipo de convocatorias electorales, y existe otro grupo, más inexperto y tb algo más ingenuo que aún cree que con la situación actual de crisis estructural y decadencia institucional donde las alternativas reales son muy escasas -cuando el artículo habla de la carencia de debates de ideas, todo lo demás no tiene ningún sentido-, aún es posible poder ver algún atisbo de esperanza ante la enorme pérdida de derechos y libertades a la que hemos asistido estos últimos años, y ante la que como muy bien comenta María Eugenia R. Palop, no ha existido una postura política firme de quienes supuestamente representan la alternativa real a las políticas neoliberales que se han impuesto de forma más o menos agresiva en la práctica totalidad de los continentes -con los matices respectivos, claro está, pero todos con un trasfondo ideológico muy agresivo, orientado a perseverar, a toda costa en las políticas neoliberales y/o neocoservadoras actuales-, gracias al fenómeno de la globalización ideológica.

    Y éste es el verdadero quid de la cuestión, ¿qué pueden hacer los partidos políticos no conservadores cuyos principios fundacionales y por tanto -en una democracia real este tema es trascendental- programáticos, deberían de servir de barrera de contención ante las devastadoras consecuencias que las políticas neoliberales del antiguo continente están generando en gran parte de la ciudadanía?. Porque lejos de ser ésta una pregunta de fácil respuesta, ofrece tb muchas incógnitas habida cuenta de que en el Parlamento europeo futuro se van a tomar decisiones trascendentales para el nivel de vida de millones de ciudadanos europeos, de ahí que ante la supuesta falta de alternativas haya ciudadanos que no acudan a esta convocatoria electoral, algo que sin duda pase lo que pase va a reforzar las recetas neoliberales impuestas o no (dependiendo del partido que las lleve a cabo, no olvidemos que las principales instituciones económicas intergubernamentales son fieles al credo neoliberal imperante en la última década sobre todo en nuestro continente) en nuestro país, habida cuenta de la mayoría parlamentaria con la que gozan los partidos neoliberales o neoconservadores (el PP europeo represntado por Merkel, Rajoy y demás homónimos de los diferentes estados de la UE actual). La convocatoria electoral no servirá, pensarán los más pesimistas, más que para reafirmarse en este pensamiento -neoliberal- único que impera en este mundo globalizado nuestro, fruto del aburguesamiento creciente y progresivo de las sociedades europeas más desarrolladas, gracias a la influencia más o menos explícita de unos medios de comunicación que no son más que el apéndice mediático -especialmente la tv, difusora en buena medida de las tesis neoliberales más extremas, puestas de manifiesto, aunque de forma bastante cínica por cierto, en el incentivo de esa nueva economía especulativa que gira entorno al mundo del juego en sus diferentes variantes – de las tesis neoliberales, retroalimentadas por los abusos especulativos de una burbuja inmobiliaria que propiciaron las políticas neoliberales implementadas en los últimos años en nuestro país, sean del signo mayoritario que sean, y que en mayor o menor medida han sido tb aprovechadas por quienes han facilitado el crédito de forma descontrolada e irresponsable, obviando en el camino normas como la buena fe (preferentes, Bankia), y apelando al institnto codicioso que según Smith y sus diferentes seguidores posteriores guía al género humano.

    Las alternativas «minoritarias», dentro del espectro más íntegramente izquierdista y opuesto a las tesis neoliberales imperantes, que aglutina IU a nivel estatal, es un partido que dado el sistema de reparto electoral actual que favorece a los dos grandes partidos estatales, parece que en estas elecciones al menos no van a ver refrendadas sus propuestas en el seguimiento en las urnas habida cuenta de la escasa difusión mediática que posee en los principales medios de comunicación oficialistas -públicos o privados- de nuestro país – a nivel estatal es limitada, y a nivel autonómico, como en el caso de la CCAA de Madrid, es absolutamente marginal o directamente reprimida o demonizada, como bien es sabido desde hace más de una década en una de las cadenas más agresivamente conservadoras de la historia de nuestra tv, la cadena autonómica Telemadrid-, por lo que dicha cuota electoral va a condicionar muy y mucho la difusión pública de sus propuestas que sin lugar a dudas -se ha demsotrado recientemente en Andalucía- tienen un componente mucho más social y progresista, es decir, más orientado a rescatar del limbo social, económico y jurídico a los millones de personas que se han visto desposeídas de sus mínimas condiciones de vida, gracias a las salvajes políticas antisociales fagocitadoras y depredadoras de los partidos neoliberales del Viejo y del Nuevo Continente (sí el FMI responde mejor que nadie con sus recetas a estas premisas).

    Y ya como rúbrica final a estos tiempos de «crisis» en los que vivimos (parece que olvidamos que el desempleo es consustancial al sistema neoliberal, lo ha sido así a lo largo de sus más de 3 siglos de historia), y como supuesta -impostada- respuesta a las «causas» de la misma asistimos a la efervescencia y resurgimiento de los nacionalismos regionalistas en nuestro país, que aprovechando la susodicha crisis sistémica, se han reiventado haciendo suyas las manifestaciones que tuvieron lugar el día de la Diada en Cataluña el año precedente y que no lo olvidemos, tenían un componente mucho más social que nacionalista, demandando lo que millones de personas de todo el estado español -independentistas o no, es decir, la ciudadanía a la que se descalifica o se demoniza desde los sectores más intolerantes y retrógrados de esta democracia nuestra- han venido manifestando a lo largo de estos últimos años: menos recortes sociales, menos regresión democrática, menos corrupción, es decir más fidelidad al modelo social de esa Constitución Española que algunos ahora neoliberales o de «centro» (se llaman así al menos desde la transición democrática), califican aunque de forma cínica, como de Ciencia-Ficción.

    En una democracia supuestamente representativa como la nuestra y por extensión la del máximo órgano ejecutivo de la UE (Parlamento), la voluntad popular viene expresada por el voto libre y secreto de los ciudadanos convocados a los próximos comicios electorales, y según las encuestas se prevé una amplia abstención a la misma fruto del profundo desencanto que muchos millones de votantes tienen hacia la situación política, social y económica actual, pero al mismo tiempo no es menos cierto que dicha abstención lo único que reforzará serán las tesis neoliberales actuales, que gozan es cierto del beneplácito de los principales organismos financieros internacionales (BCE, FMI), por lo que abstenerse de votar en mayo, no castiga a los partidos más fieles a dichas tesis, sino todo lo contrario, a aquellos partidos cuyas propuestas expresadas en sus respectivos programas electorales, exigen un cambio profundo de las políticas de austeridad y de recortes sociales y democráticos que se están llevando a cabo en los países más afectados por esta crisis sistémica, es decir, la zona meridional de nuestro Continente (España, Italia, Portugal, Grecia), y ya conocemos no lo olvidemos sus devastadoras consecuencias sobre el nivel de vida de millones de ciudadanos en nuestro país, en forma de récord de desempleados en la EPA, más desigualdad social, más precariedad, más pobreza -infantil o intergeneracional, como sabemos-, más recortes en materia de derechos sociales básicos (sanidad, educación, dependencia, acceso a la cultura) y un déficit democrático sin precedentes orientados a censurar y coartar derechos y libertades fundamentales como la libertad de manifestación o la libertad de expresión (ley de seguridad ciudadana o ley «mordaza», ley de seguridad privada, manipulación de medios de comunicación estatales públicos, reforma del código penal, etc. etc, etc) o invadir uno de los pilares básicos de una democracia, la división de poderes expresada en la politización del poder judicial actual. Una muestra de regeneración democrática no es anunciar el «nuevo» cabeza de lista electoral para los próximos comicios electorales (esto es cuanto menos un sarcasmo, incluso para quienes están acostumbrados como dijo la propia Esperanza Aguirre a practicar la vieja y tradicional dedocracia), ni hacer un nuevo «programa electoral» basado en promesas autoincumplidas (en el mejor de los casos) como las que llevaron a ganar las últimas elecciones generales por mayoría absoluta, ni muy lejos de lo que se suele pensar, poner gente más joven en las listas electorales al uso (casos como el de la hija de Fabra en Castellón lo demuestran, entre otros muchos, el relevo intergeneracional en los partidos políticos ni en ningún otro ámbito de la vida supone necesariamente una renovación de ideas) porque eso no demuestra más que una serie de cambios cosméticos orientados a captar más votos por parte de las nuevas generaciones de votantes de esos partidos.

    Una verdadera regeneración democrática y una recuperación en la confianza de los ciudadanos en los partidos políticos, requeriría mucho más tiempo que la presentación de las nuevas listas electorales -mediante la dedocracia interna, como el caso del PP- para las próximas elecciones, ante todo, y por supuesto la misma no puede ser creíble si quienes tienen que abanderar ese supuesto cambio o regeneración, son los mismos que han contribuido a bloquear como dijo la propia Esperanza Aguirre, la regeración interna de esos partidos -cambios en profundidad-.

    La regeración democrática requiere de gobernar por el interés general, de una división de poderes real, de respetar el pº de igualdad jurídica ante la ley, de garantizar la seguridad jurídica de todos los ciudadanos (no sólo de unos pocos, que se han visto beneficiados por leyes inmorales como la amnistía fiscal a los grandes defraudadores), de no coartar derechos y libertades fundamentales, de hacer mucho más participativa una democracia que sólo se pone al alcance de los ciudadanos cada convocatoria electoral, de separar mucho más nítidamente política y economía, etc, etc. y desde luego la legislatura actual a nivel estatal si algo ha demostrado es precisamente el proceso inverso, es decir más degeneración democrática, más inseguridad jurídica y más desigualdad social, que han propiciado el recrudecimiento de las reivindicaciones nacionalistas y el agravamiento de las fracturas sociales preexistentes al inicio de esta crisis propiaciada e incentivada por sus perversos y cínicos incentivos.

    18 abril 2014 | 04:34

  29. Dice ser programa, programa, programa

    El programa de IU sí está en la web:

    http://www.izquierda-unida.es/programa_europeas2014

    29 abril 2014 | 10:32

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