Europa inquieta Europa inquieta

Bienvenidos a lo que Kurt Tucholsky llamaba el manicomio multicolor.

Auschwitz, el estadio Heysel y la troika: viejos y nuevos lugares de memoria europea

Europa tiene un serio problema con su memoria: la conmemora sin cesar al mismo tiempo que desprecia la historia. Procesos simultáneos y contradictorios. Movimientos tectónicos apenas perceptibles para los que simplemente vivimos, pero que los historiadores —los aguafiestas del presente— se encargan de tasar con puntillosa precisión.

No voy a entrar hoy en estos jardines espinosos de si memoria e historia son conceptos antagónicos, me reservo para cuando esté más inspirado. Este post trata solo de cómo los europeos manejan públicamente sus recuerdos, sobre todo los recientes, y de si va siendo necesario que Europa se tome en serio y reactualice sus ‘lugares de memoria’.

Vigilia por los muertos de la matanza de Katyn (EFE)

Vigilia por los muertos de la matanza de Katyn (EFE)

¿’Lugares de memoria’? Sí, para quienes nunca hayáis oído hablar de ellos, os lo resumo. Se trata de un término historiográfico, el hallazgo de un historiador francés (Pierre Nora) que en los años ochenta del siglo pasado dedicó siete gruesos volúmenes —que sinceramente no he leído, solo me he encarado con resúmenes— a la búsqueda «empírica y casi lúdica» de «los puntos de cristalización de nuestra herencia nacional».

Es decir, Nora fue recopilando objetos, físicos pero también simbólicos, del patrimonio francés —desde la torre Eiffel, pasando por Juana de Arco, el republicanismo o los funerales de Victor Hugo— para luego desentrañar lo que él denominaba «su verdad simbólica más allá de su realidad histórica». Una tarea compleja, infinitamente más profunda que un simple paseo turístico por los hitos nacionales, que explicó con mucha claridad en este artículo.

El salto que viene, os lo podéis imaginar, es obvio. ¿Sería posible fijar los lugares de memoria europeos? El mismo Nora reflexionó sobre el tema. Su concepto había hecho muy pronto fortuna y rápidamente había sido exportado a otros países, como España o los países del Este, que se valieron de su metodología para encararse de una forma diferente con sus conflictivos pasados.

Pero con Europa, como advirtió Nora, existían varios problemas. Por un lado, la tarea de recopilar lugares de memoria es ingente y casi imposible de acotar. Por otro, antes habría que dar respuesta a una pregunta clave: «¿Existe, independientemente de un patrimonio europeo, una memoria europea que se formule en los moldes de lo nacional? «.

El historiador francés no llegó a encontrar entonces una respuesta positiva —sus lugares de memoria, decía, estaban intrínsecamente unidos a la potencia y desarrollo del Estado francés—, aunque sí aventuró nombres propios: Lepanto, Waterloo, la Universidad de Salamanca, Verdún, el proceso a Galileo, Auschwitz, La declaración de derechos del hombre y el ciudadano…

Revisar los antiguos y fijar nuevos lugares

Campo de exterminio de Auschwitz (EFE).

Campo de exterminio de Auschwitz (EFE).

Llevo un tiempo planteándome la cuestión. No soy el único, por supuesto, faltaría más. La Fundación Academia de Yuste organizó hace unos años un seminario centrado en Las Memorias y Lugares de Memoria de Europa, en el que tuvo un papel relevante la anciana luchadora Simone Veil. Superviviente del Holocausto y primera mujer en presidir el Parlamento Europeo, Veil escribió entonces que aquellas jornadas estaban «dirigidas a la juventud» para «comprometerla en el proceso de construcción» del continente.

Así pues, y dejando al margen los inevitables y fastidiosos problemas metodológicos, ¿cuáles podrían ser, a día de hoy, los ‘lugares de memoria’ que aúnen las diferentes identidades europeas? Voy a enumerar —con sus porqués— algunos de ellos, aunque me gustaría que vosotros me ayudáseis a completar esta somera lista. Quién sabe lo que puede llegar a dar de sí un post.

  • Auschwitz y el bosque de Katyn: Quizá los más fáciles de justificar, sobre todo el primero. Las cámaras de gas nazi y la matanza de oficiales polacos por el Ejército Rojo son dos hitos oscuros del pasado reciente de Europa. La construcción europea se levantó teniendo presente ambas y, mutantis mutandis, su recuerdo es una forma de expiación de aquella memorial del mal. El problema, quizá, es que las nuevas generaciones europeas ya no se identifican de una manera tan pasional —como sí lo hace y lo reconoce la propia Veil, por ejemplo— con aquel pasado. De ahí que la conmemoración anual e institucional del Holocausto cada vez sea un rito más artificioso que real y, hasta cierto punto, vacío de contenido.
  • La Declaración Schuman: Calificada por muchos estudiosos europeos de «acto revolucionario», este hito institucional avalado por el que entonces era el ministro de Asuntos Exteriores francés significó, por una parte, la aceptación de Alemania como Estado de pleno derecho en la Europa de posguerra y, por otro, la creación de una Alta Autoridad, un órgano, como señala Ricardo M. Martín de la Guardia (1), «de naturaleza supranacional independiente de los gobiernos«. Hay que recordar que la Declaración Schuman data de 1950 y que el propio Schuman, un democrata cristiano, había sido soldado alemán en la Primera Guerra Mundial y prisionero de la Gestapo nazi en la Segunda. Cada 9 de mayo —fecha de la declaración— Europa celebra su día.
  • La tragedia del estadio Heysel de Bruselas: En breve hará 30 años de la tragedia más llorada del fútbol europeo. Fue en 1985. En el estadio Heysel de Bruselas, durante la final de la Copa de Europa. 39 aficionados —32 italianos, 4 belgas, 2 franceses y un británico— fallecieron debido a la avalancha producida tras romperse la valla que separaba a las aficiones de los dos equipos, Liverpool y Juventus. La culpa fue de los hooligans ingleses, y más de una decena de ellos fueron condenados en el juicio posterior. Pero las consecuencias para el fútbol en el continente han sido evidentes, y no solo en lo referente a la seguridad en los estadios o el fin de la permisiva exaltación de la violencia de los aficionados radicales. Es fútbol es un deporte de masas, la guerra por otros medios en Europa, y Heysel (hoy renombrado Rey Balduino, como explica en este informado post @educasado) puede considerarse un hito de lo que no debe volver a repetirse. El espectáculo civilizado que es hoy la Champions League le debe mucho a aquella tragedia.

Se me ocurren muchísimos más ‘lugares de memoria’ para reactualizar el pasado de Europa. No voy a detallarlos todos porque no quiero convertir este post un texto infinito. Me voy a limitar a enumerar unos cuantos más, aunque descontextualizados: El Tribunal de la Haya, el euro, Sebrenica, la troika. Algunos son, lo sé, objeto de discusiones vívidas, pero de alguna manera —y más allá de cuestiones académicas— la memoria colectiva de los europeos (si existe tal cosa), se construye gracias a —o a pesar de— ellos. Espero vuestas aportaciones.

(1) Historia de la intregación Europea, Ariel, 2001.

 

10 comentarios

  1. «(En orden de aparición en cualquier discusión sobre el franquismo, los torturadores sin juzgar, y el Valle de los Caídos).

    1. «No es el momento de mirar al pasado». Falso. Las víctimas del franquismo están en el presente. Siguen vivas y piden justicia. Algunas todavía buscan los cuerpos de familiares fusilados, otras padecen secuelas permanentes de las torturas de los últimos años del franquismo. En la transición se les prometió que esa reparación llegaría más adelante, que era muy pronto. Ahora se les vuelve a engañar, diciendo que es demasiado tarde. Lo es, por eso hay que solucionarlo cuanto antes. Lo contrario de la memoria no es el futuro: es la amnesia.

    2. «En todas las guerras muere gente». Sí, pero en España la gente siguió muriendo tras la guerra. Hubo fusilamientos masivos. Alrededor de 50.000 personas fueron ejecutadas tras la derrota de la República. El último campo de concentración franquista se cerró en 1947. Y las torturas y la represión continuaron.

    3. «También hubo víctimas inocentes del otro bando». Cierto, pero esas víctimas ya fueron reparadas. Sus familiares recibieron compensaciones económicas: propiedades de los derrotados, pensiones vitalicias, estancos o plazas de funcionario. Sus cadáveres fueron recordados y enterrados en un lugar donde sus familiares pudiesen llorarlos. Mientras, las víctimas de la represión franquista siguieron en las cunetas. España es hoy, tras Camboya, el país del mundo con más fosas comunes. Hablamos de al menos 114.000 desaparecidos.

    4. «La prioridad es salir de la crisis y no hay dinero para estas cosas». Falso. El dinero para la memoria histórica era una cifra ridícula. El Gobierno socialista dedicaba a esta partida 6,2 millones de euros anuales. Nada más llegar, el PP lo dejó en 2,5 millones y aún le pareció demasiado. Desde hace dos años es cero. Rajoy no da un duro para la memoria histórica, pero sí lo tiene para el Valle de los Caídos. El 18 de julio el Gobierno aprobó una ayuda de 214.847 euros para reparar el mausoleo del tirano.

    5. «No se puede juzgar el franquismo por la ley de amnistía». Falso. Esa ley no es muy distinta de la ley de punto final argentina, que fue derogada. El derecho internacional ha dejado más que claro que los crímenes contra la humanidad no prescriben. Así lo entiende la propia ONU, que va a llevar el caso español en el 2014 ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La ONU pide tres cosas al Gobierno: un plan estatal para localizar los cuerpos de los fusilados, derogar la ley de amnistía y juzgar las desapariciones. Es lo mínimo, lo mismo que han hecho todos los demás países democráticos que han sufrido una dictadura. Todos menos España».

    Ignacio Escolar / Periodista
    3 de noviembre del 2013
    elPeriódico.com

    15 noviembre 2013 | 12:29

  2. Dice ser Daniel L.

    hay otras versiones que dicen que Auschwitz ha sido reformado en varias ocasiones para parecer peor de lo que era…

    15 noviembre 2013 | 13:56

  3. Dice ser Maria

    En efecto Daniel L :

    Auschwitz no solo ha sido reformado si no en algunos casos «reinventado».

    Es muestra de una tremenda ignorancia, seguir calificando en pleno siglo XXI a Auschwitz como campo de EXTERMINIO.

    Es muestra de una tremenda ignorancia en segundo lugar, seguir haciendo refrencia a inexistentes CÁMARAS DE GAS.

    Quien sinceramente siga creyendo en ello, y fijaros que digo «CREYENDO» en ello, debe preguntarse lo siguiente :

    1) Las fotos de niños en Auschwitz mostrando a la cámara su número tatuado en el antebrazo, ¿ Cómo se explican ? Tengo entendido que al bajar de los trenes hacían 2 filas. Una con mujeres, ancianos y niños para las cámaras de gas, y otra, la de los hombres jóvenes y sanos, para trabajos forzados.

    2) ¿ Qué hace en un campo » de exterminio » una PISCINA, un TEATRO, un PROSTÍBULO, y una ENFERMERÍA ?

    3) ¿ Qué dijo el informe oficial de la Cruz Roja tras su visita a Auschwitz antes de acabar la guerra ?

    4) ¿ Puede algún creyente mostrarme una sola cámara de gas ?

    5) ¿ Puede algún creyente mostrarme una sola orden de exterminio firmada ( o para el caso, sin firmar ) ?

    6) Puede alguien calcular cuántos hornos hay en Auschwitz, cúantas personas murieron supuestamente en Auschwitz, y cuanto tiempo se tardaría en haber quemado dicha supuesta cantidad de cuerpos ?

    7) ¿ Puede alguien explicarme cómo y donde murió Ana Frank ? ¿ Gaseada ?

    8) Habiendo respondido a la anterior pregunta, ¿ Puede alguien decirme la causa clínica de la muerte de los presos de Auschwitz cuyos esqueléticos cadáveres vemos apilados en las películas en blanco y negro que nos muestran día sí, día también ?

    9) La chimenea más alta de Auschwitz que se puede ver hoy día, ¿ Puede alguien decirme con qué horno conecta ?

    10) Y Por último, puede alguien, de una vez por todas, leer un poco de historia ?

    Muchas gracias.

    15 noviembre 2013 | 15:15

  4. poesia

    Hola María,

    no te voy a borrar el comentario, porque creo que el negacionismo, aunque intelectualmente inane, no debe ser censurado. En cualquier caso, está demostrado más allá de cualquier duda razonable que el Holocausto tuvo lugar. Y con tuvo lugar me refiero a que está históricamente comprobado, son hechos, no opiniones, que el exterminio judío fue un acto premeditado y llevado a cabo siguiendo un plan específico. Además, la carga de la prueba de que el Holocausto fue inventado a posteriori está en aquellos que, en este caso como tú, defienden tales hipótesis. Hipótesis extraordinarias requieren de hechos extraordinarios…

    Saludos y gracias por comentar.

    15 noviembre 2013 | 15:35

  5. Dice ser Antonio

    Buenas tardes,

    Solo quería agradecer a @Poesía que no haya censurado el comentario.

    Es agradable para algunos ver que todavía hay gente que no censura al resto por decir cosas con las que no esta deacuerdo.

    Un saludo.

    15 noviembre 2013 | 16:11

  6. Dice ser UnoQueSabe

    @poesía: Siento que este sea tu trabajo y no puedas contestar a María como se merece.

    @María: Yo he visitado Auschwitz y te puedo señalar perfectamente donde estaban las cámaras de gas y los crematorios.

    La chimenea más alta es de la cocina de una de las casas de los oficiales.

    También puedes ver unas cuantas órdenes de exterminio en el museo, junto a muchas fotos de los supervivientes que te contarían lo que pasó cuando el ejercito rojo los «liberó» (Que fueron héroes, pero no santos).

    Lo que no vi fue la piscina (que sería para los oficiales), ni el teatro (que sería para los soldados) ni el prostíbulo (que sería para los soldados y los oficiales), y lo que tu llamas «enfermería» imagino que será el pabellón médico donde hacían sus «pruebas».

    Que tu voto valga lo mismo que el mío ahora mismo me produce nauseas y te aseguro que si me dijeses ese comentario a la cara y no en un foro de internet, seguramente tuviésemos más que palabras.

    15 noviembre 2013 | 16:47

  7. Dice ser Antonio

    @UnoQueSabe

    ¿Crees que amenazar con violencia a una opinion que no te guste, te hace mejor que esos que criticas?

    Un saludo.

    15 noviembre 2013 | 17:43

  8. Dice ser praeteritum

    Los que niegan el holocausto, harian bien leer el siguiente libro «IBM y el holocausto», escrito por Edwin Black, traducción de Rolando Costa Picazo, por la Editorial Atlántida, de Buenos Aires, el año 2001. Y no tendrá necesidad de hacer un macabro recorrido por los campos de exterminio nazi.

    15 noviembre 2013 | 19:15

  9. Dice ser Pelus

    Obviando los comentarios previos en relación al negacionismo, voy al tema del post. Lugares de memoria? Bueno, si Nora se retrotraía a épocas pretéritas, por qué quedarnos solo en ejemplos cuasiactuales? Algunos lugares interesantes podrían ser Carlo Magno o el posterior (y heredero suyo) Sacro Imperio Romano Germánico. Volviendo más atrás aún, la mítica Pax romana de Augusto (tras mucha guerra, eso sí), la inquisición (que por mucha que insistan, ni fue un invento español, ni solo se produjo aquí), La revolución francesa y otros muchos más, que ahora no tengo ni tiempo, ni ánimo para afrontar.

    18 noviembre 2013 | 20:37

  10. Dice ser Polaco

    María, por casualidad has visitado Polonia? o Alemania? Has visto los campos de concentración como Dachau (Munich) o Auschwitz – Birkenau (Cracovia)? Parece que no, por tu comentario. Yo que si que he estado, y si que lo he visto con mis propios ojos te aseguro que no hay forma humana de que puedas estar más equivocada…
    En momentos como este, me avergüenzo de a que puntos puede llegar la humanidad…

    25 noviembre 2013 | 17:16

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