Los que me leéis desde hace tiempo sabéis de mi debilidad por las melodías. A veces hasta me han llovido collejas por defender las de algunos.
Las melodías son la razón por la que siento predilección por casi todo lo que hace Eric Fuentes, alma máter de los desaparecidos The Unfinished Sympathy. Tras la separación de la banda, Eric se embarcó en un proyecto en solitario cuyo resultado acaba de ver la luz en forma de un disco editado por Subterfuge, Eric Fuentes y el Mal, que ya se puede escuchar en Spotify.
Hace un par de días colgué en el Facebook de este blog el primer videoclip del disco, correspondiente al tema que abre el álbum, Growl. Un pildorazo de punk furioso de apenas dos minutos para el que el hermano de Eric, el realizador Pol Fuentes, ha facturado un trabajo curioso: una parodia de la anacrónica escenografía terrorista rodada con medios escasos pero con una dosis de humor e ingenio.
La sorpresa me la he llevado después, cuando he leído que varias televisiones (tres de ámbito nacional y una catalana) han negado a Subterfuge la emisión del vídeo. Incluso les han «recomendado» retirarlo de Internet.
¿Nos hemos vuelto definitivamente idiotas en este país? ¿Alguien ve en el vídeo algo más que una coña sin ningún tipo de trascendencia? ¿Forma parte toda esta historia de una maniobra de la discográfica para obtener mayor repercusión?