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"Sin música, la vida sería un error". (Friedrich Nietzsche).

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Los blogs se meten a sellos discográficos

La tendencia, por novedosa y singular, merece toda nuestra atención: diversos blogs estadounidenses de música independiente están reinventando su actividad, y varios de ellos se están abriendo a un mercado hasta ahora reservado a otros: la edición de discos, tanto en formato físico como digital. Algunos medios, como Wired, ya ven en ello una revolución, una manera de plantar cara a la industria desde abajo. Otros, simplemente, como una interesante manera de distribuir música a través de la Red, aprovechando la capacidad de difusión de la que gozan algunas bitácoras, especialmente al otro lado del charco.

Uno de los casos más significativos es el de Yours Truly, un influyente blog musical con sede en San Francisco que ha puesto en marcha el pequeño sello Love Letters Ink. A través de él han visto la luz, entre otros, el Ep Just Once, de How To Dress Well, en una cuidada edición limitada a 1.000 copias en vinilo de 10 pulgadas. Cada copia del disco incluye una copia de una carta manuscrita por su autor, y un dólar de cada venta va destinado a una organización benéfica dedicada a velar por la salud mental. Una manera muy especial de editar un álbum que responde a las inquietudes de su autor, Tom Krell. «Necesitaba un sello que me permitiera hacer exactamente lo que quisiese con este disco, algo que no fuera orientado a lo comercial». Así ha sido.

El de Yours Truly no es el único caso de blog que ha pasado a convertirse en sello discográfico. También han optado por un vía similar bitácoras como Weekly Tape Deck, que se ha asociado con la disquera Gorilla vs. Bear,o  Good Weather for Airstrikes, que ha pasado de blog a sello, formando Neon Gold Records. Su dueño, Derek Davies, está convencido del poder «revolucionario» de los blogs como catalizadores de tendencias y auténticos responsables de llevar la música independiente al gran público en pleno siglo XXI.

Bajo todas estas iniciativas subyace una filosofía común: el dinero no es el leit motiv para publicar un disco, sino que es el amor a la música y las ganas de que ésta llegue a la gente lo que actúa como verdadero motor. Los discos se editan fundamentalmente en formato vinilo, casi nunca en cd, y se permite la descarga gratuita en mp3 de sus canciones.

Son iniciativas como estas las que demuestran, una vez más, que la música no está en crisis. Sólo la manera que algunos tenían hasta hace poco de enriquecerse con ella.

How To Dress Well: “Suicide Dream 3”

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Los blogs de descarga directa

Hace ya tiempo que el fenómeno de la descarga de música por Internet viene evolucionando. Al principio fue Napster, después Kazaa y Audiogalaxy, más tarde Soulseek y Emule… Al final, todo se reducía un poco a lo mismo: Redes P2P en las que la única filosofía era que todos compartieran todo. Algunas de esas redes fueron cerrando por imperativo legal, al mismo tiempo que se estrenaban sitios similares con diferente nombre. Otras, como Napster, intentaron poner en marcha un sistema de pago por canción que, al menos en el caso de España, no llegó a cuajar. Y es que el «para qué pagar algo si se puede tener gratis» es toda una filosofía por estas latitudes.

El hecho es que, desde hace ya un tiempo, florecen como churros por la Red los blogs de descarga directa. Gracias a servidores como mediafire, megaupload o rapidshare, los usuarios pueden colgar discos a mansalva y que otros se los descarguen con sólo pinchar en un enlace. Se acabó depender de ningún tipo de programa. La descarga directa es más rápida, más segura y más cómoda. Y la plataforma blog es idónea para ello. Cada día, el autor sube uno o dos discos comprimidos en zip, incluyendo una breve descripción del álbum en cuestión, lo que en total le lleva apenas unos pocos minutos. El visitante llega, ve lo que quiere y se lo descarga en un tiempo ridículo. Plaf.

Hasta aquí, probablemente todos conozcáis la historia. A poco que manejéis Internet os habréis dado cuenta de que las descargas directas están tan extendidas como las páginas porno. Y no sólo en el ámbito de la música: series y películas también están al alcance de un solo click, haciendo las delicias de todo amante del ocio gratuito.

Un servidor lleva bajando música desde el primer día. Es algo que nunca he ocultado, pues es legal, y algo por lo que tampoco me remuerde la conciencia, ya que soy el primero que compra discos originales y asiste a conciertos regularmente. Sin embargo, con este descubrimiento de los blogs de descarga directa la sensación de despiporre pirata se ha multiplicado. Hay días en los que me he llegado a bajar una cantidad de discos absurda. El colmo fue encontrar un foro en el que un amable internauta con gustos bastante afines a los míos había subido toda su extensísima discografía a mediafire y había colgado todos los enlaces. Babas sobre el teclado.

Me gustaría proponer una reflexión a propósito de este fenómeno. Muchos de los que amamos la música nos damos cuenta de que, al tener acceso ilimitado a toda ella, se valora mucho menos. Hoy en día cualquier hijo de vecino tiene en su casa un disco duro con centenares de gigas de música, discografías completas de grupos que no escuchará en su vida. Puro almacenaje de canciones como rosquillas. Archivos detrás de los cuales hay mucho más que bits de información.

Me gustaría conocer vuestras prácticas virtuales. ¿Bajáis música a través de blogs de descarga directa? ¿Cuáles son vuestros blogs preferidos? ¿Qué fue lo último que descargásteis? ¿Compráis también música original? Soy todo ojos.

Ilustración de María Gil.