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"Sin música, la vida sería un error". (Friedrich Nietzsche).

Archivo de diciembre, 2011

Música, ética y política

El pacifista sudafricano Desmond Tutu solía decir que optar por la neutralidad en un caso de injusticia supone tomar partido por el opresor. Estos días, el cantaor jerezano José Mercé ha sido objeto de críticas por su actuación en Jerusalén con motivo de la conmemoración del inicio de relaciones diplomáticas entre España e Israel. Él ha declarado, y no sin razón, que lo suyo es el flamenco y no la política. Y pese a todo, la noticia vuelve a poner encima de la mesa un debate que colea desde tiempos de los Beatles. ¿Debe un artista participar en conciertos organizados por y para gente cuyas prácticas políticas y sociales son, cuanto menos, reprochables? A algunos les trae sin cuidado. Ahí están los casos de Mariah Carey actuando en privado para Gadafi, una propuesta que rechazó, por ejemplo Jennifer López. Otros, como Bono de U2, están dispuestos a estrechar la mano de políticos de cualquier pelaje sin reparar lo más mínimo en su historial. Y algunos, pocos, ponen sus convicciones por encima de su bolsillo.

Toda la historia de Fugazi, a un clic

Fugazi, una de las bandas más influyentes de las últimas décadas y, de hecho, una de las más importantes en la vida del que escribe estas líneas, pone a disposición de sus fans a partir de hoy un trabajo mastodóntico. En la web de su sello, Dischord, la banda ha colgado un inmenso listado con los más de 1.000 conciertos que ofreció entre 1987 y 2003, de los cuales 800 fueron grabados por su técnico de sonido. Previo pago de una cantidad más que razonable (5 dólares, unos 3,70 euros), cualquiera se puede descargar íntegramente cada uno de los conciertos ofrecidos a lo largo y ancho del planeta durante esos años. De la misma manera, se puede escuchar un pequeño sampler de cada actuación de forma gratuita. Por el momento, la banda ha colgado unos 130, disponibles en la fase beta del proyecto. El resto se irán subiendo paulatinamente a lo largo de los próximos meses.

El proyecto Fugazi Live Series suena a broche de oro a una carrera ejemplar. A pesar de que nunca han hecho oficial su separación definitiva, Fugazi no graban juntos desde el espectacular The Argument (2001), y sus miembros mantienen una intensa actividad en otros proyectos. Ian McKCaye se dedica en cuerpo y alma a The Evens, la banda que tiene junto a su mujer, Amy Farina, ex de The Warmers. Guy Picciotto está centrado en su faceta como productor, labor que compagina con colaboraciones esporádicas con otras bandas. Brendan Canty está metido de lleno en el mundo del cine, en el que trabaja fundamentalmente como compositor de bandas sonoras. Y Joe Lally mantiene una interesante carrera en solitario que incluso le trajo a España hace no mucho y que ahora fructifica en su tercer disco, Why Should I Get Used to It .

Desde sus tiempos en Minor Threat hasta su última y más introspectiva etapa en Fugazi -pasando por proyectos intermedios como los imprescindibles Rites of Spring, Embrace o One Last Wish-, la carrera de los de Washington debería ser de obligada revisión para todo aquel amante de la música que posea una visión más o menos inquieta de la misma. Ellos supieron tomar el legado del hardcore de sus anteriores bandas para llevarlo a terrenos hasta entonces inexplorados. Demostraron que, sin necesidad de ser grandes virtuosos, se podía ahondar en un universo sonoro lleno de matices, texturas y emociones. Dieron sentido al tan manido concepto de Do it yourself creando un sello de referencia y manteniendo una coherencia y una ética envidiables en todo su trabajo que se tradujeron, por ejemplo, en un control exhaustivo del precio de sus discos y conciertos. Y por encima de todo, dejaron para la historia del rock una colección de canciones inolvidables que han sobrevivido al paso del tiempo.

Hoy, tanto los que tuvieron la suerte de verles en directo como los que nos quedamos con las ganas, tenemos un nuevo motivo para amar a Fugazi.

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