Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

Entradas etiquetadas como ‘vidas destrozadas’

La soledad de las mujeres que sufren violaciones en la guerra

Desde el primer desembarco en Sudán, pasando por Uganda y el reciente viaje al Congo, en este blog hemos conocido de primera mano los testimonios de mujeres que han sido víctimas de la violencia sexual en conflictos armados. Terrible realidad en la que volveremos a sumergirnos en próximos destinos como Chad, República Centroafricana y Sierra Leona.

Por otra parte, hemos realizado un repaso a la historia de la violación como arma de guerra, enfatizando el fracaso de la comunidad internacional que, después de los Balcanes y Ruanda, se había comprometido a evitar que el cuerpo de la mujer se convirtiese en campo de batalla.

«La violación de entre 20 mil y 50 mil mujeres en Bosnia a principios de los noventa se cree que formaba parte de una estrategia deliberada de limpieza étnica. Tras estas duras estimaciones de la ONU, el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, establecido en La Haya en 1993, reconoció a la violencia sexual como un crimen contra la humanidad. Por primera vez en la historia, una persona por violación como crimen contra la humanidad en ese tribunal».

Esta explicación abre el informe Vidas destrozadas, que publicara la semana pasada Médicos sin fronteras (MSF). Uno de los documentos más exhaustivos realizados hasta el momento sobre una cuestión a la que se margina sistemáticamente de la agenda internacional.

«El informe sale de nuestra indignación», señala Meinie Nicolai, directora de operaciones de MSF en Bruselas. Nuestros equipos escuchan dolorosas historias de abusos cada día. Nos sentimos obligados de contarlo. No puede haber excusa para la violencia sexual, no importa cuán habitual sea el fenómeno en algunos de los lugares en los que trabajamos».

En el año 2007, los equipos de MSF atendieron a 12 mil víctimas de agresiones sexuales en todo el mundo. El informe describe la atención que deben recibir las mujeres, que podría resumirse en los siguientes pasos a seguir:

1. Prevención de la infección por VIH:

Si la víctima se ha visto expuesta al virus, un curso de tratamiento con antirretrovirales (ARV) conocido como PEP (post-exposure prophylaxis o profilaxis postexposición) puede impedir la infección. Este tratamiento sólo funciona si se inicia dentro de las primeras 72 horas tras la violación, aunque cuanto antes se empiece, más probabilidades hay de que sea efectivo.

2. Prevención de la hepatitis B:

El virus de la hepatitis B también puede transmitirse por vía sexual y es más contagioso que el VIH. La vacuna de la hepatitis B es efectiva como prevención si la primera dosis se administra dentro de los tres primeros meses de haberse producido el contacto.

3. Prevención y tratamiento de otras ITS:

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden prevenirse y tratarse con antibióticos. Siempre que se detecta un riesgo, la víctima de violación recibe antibióticos que pueden prevenir infecciones como la clamidia, la sífilis y la gonorrea, o tratarlas si ya se han desarrollado. Prevención del tétanos: En función de la naturaleza de la violencia, la víctima puede correr el riesgo de contraer el tétanos.

4. Contracepción de urgencia:

Si la víctima acude en busca de asistencia dentro de las primeras 120 horas de haberse producido la agresión, es posible impedir embarazos no deseados con la píldora del día siguiente. Ésta interrumpe la ovulación e inhibe la implantación del óvulo fertilizado en la matriz.

5. Tratamiento de heridas:

La presencia de heridas asociadas a la violación depende del nivel de violencia durante la agresión. Éstas requieren atención médica inmediata y los casos extremos, como las fístulas, cirugía.

6. Seguimiento:

Durante las consultas de seguimiento, los pacientes reciben las dosis restantes de vacunas del tétanos y de la hepatitis B, y pueden hacerse análisis del VIH. Incluso si se les ha administrado la PEP, todavía existe la posibilidad de infección. Debido al periodo de incubación del virus, las víctimas de violaciones deben esperar por lo menos tres meses para saber si han contraído el VIH a resultas Una niña de 8 años violada por su padre recibe tratamiento de la agresión.

7. Apoyo psicológico

El primer objetivo de la atención psicosocial a víctimas de violencia sexual es ayudarles a restituir la capacidad de continuar con sus vidas tras el traumático incidente. En algunos casos, cuando los pacientes llegan en estado de shock, el asesoramiento psicológico inicial ayuda a estabilizar sus síntomas y a prepararles para la consulta médica. Un asesoramiento a tiempo también puede impedir el desarrollo posterior de trastornos de estrés postraumático.

8. Certificado médico-legal

El certificado debe contener una descripción de lo que el profesional sanitario ha observado durante el examen clínico y el relato de la agresión sexual por parte de la víctima. Incluso en situaciones de conflicto, donde los sistemas judiciales están colapsados, los pacientes tienen derecho a solicitar un certificado médico-legal por si, una vez finalizado el conflicto, deciden emprender acciones legales.

9. Apoyo económico

Cuando estas personas son rechazadas por la comunidad o corren el riesgo de sufrir repetidas agresiones, pueden necesitar protección y apoyo adicionales. Si pierden su capacidad de trabajar a consecuencia de la violación, pueden necesitar medios alternativos para generar ingresos. Si desean presentar cargos, pueden necesitar asistencia legal.

Este extenso listado de ayudas sirve para tomar conciencia de la dimensión de los daños que provocan las violaciones. Aunque lo más terrible de toda esta historia es que, según señala MSF, la atención que necesitan las víctimas de violaciones «es muy difícil o imposible de encontrar en los países donde trabajamos».

A lo que se suma el estigma social y la marginación que implica admitir que se ha sido sufrido una agresión sexual. Lo que lleva a una de las conclusiones más contundentes del informe: «Así pues, tras un episodio de violencia sexual, muchos descubren que están completamente solos».