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Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

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Taser: esas inofensivas armas letales

Funcionan como los aparatos de gimnasia pasiva que hace unos años abarrotaban los espacios nocturnos de televisión – esos en los que aparecía un tío cachas tirado en un sofá mientras contraía compulsivamente los abdominales – pero a lo bestia, con unos 50 mil voltios de potencia.

Las armas de tipo Taser contienen básicamente dos cables que son lanzados hacia la víctima gracias a un impulso de aire comprimido. Una vez que la alcanzan, una descarga eléctrica de alto voltaje y baja corriente, concebida para alterar el sistema nervioso central y provocar contracciones musculares incontroladas, la tumba al suelo y la inmoviliza sin importar cuánta fuerza física o capacidad de resistencia ésta tenga.

La Wikipedia en español, en un alarde de creatividad enciclopédica, afirma que el acrónimo “TASER” responde a la conjugación de las iniciales de su creador, Thomas A Swift, y del nombre del invento al que dio vida, el “rifle eléctrico”: Thomas A. Swift’s Electric Rifle. Y señala al año 1969 como punto de partida de esta historia en una entrada que sorprende por la vehemente defensa que hace de estas armas.

Lo cierto es que, según informa la empresa Taser, dueña de la marca en cuestión, el padre de carne y hueso de la criatura fue John H. Cover, que se desempeñó como piloto de bombardero durante la segunda guerra mundial y más adelante fuera director científico del North American Aerospace’s Apollo Moon Landing Program.

La bautizó Taser en honor a Tom Swift, su personaje favorito de ficción, protagonista de una serie de obras infantiles escritas por Victor Appleton entre 1910-1941.En la ficción de uno de esos libros Tom Swift crea un rifle eléctrico. De allí el homenaje.

El invento de Cover se patentó en 1974. Recién en 1976 fue comprado por los primeros cuerpos de policía. Y en 1980 dio el gran salto al ser adquirido por la LAPD. Hoy, la compañía Taser ya ha hecho su aparición en el NASDAQ.

Salvar vidas

Las armas Taser cuentan con no pocas personas e instituciones que las consideran una opción menos cruenta que las armas convencionales.

Justifican el uso de un voltaje tan alto porque tanto la ropa como el aire no son buenos conductores de la electricidad, según explica la CBS. Y argumentan que la descarga de amperios que se recibe es de entre 0,002 y 0,03. En comparación, una bombilla de 60 vatios cuenta con 0,5 amperios. Y una tostadora alcanza los 5 amperios.

Señal inequívoca de este apoyo a las armas Taser resultan las cifras de ventas que esgrime la compañía Taser International, con base en Arizona y facturación en 2007 de 100,7 millones de dólares : son más de 12.800 las fuerzas de seguridad, militares y policiales, que emplean sus productos en 44 países. Desde 1998, vendieron unas 260 mil unidades.

Existen dos tipos principales de pistolas Taser, nombre comercial de los Dispositivos de Energía Conducida:

. El M26, que cuenta con mira láser, tiene un alcance de 10,6 metros y es habitualmente empleado por la policía para detener a individuos sumamente combativos. Del que se sacó un modelo más pequeño en 2003, llamado X26, y con un rango de distancia idéntico.

. Creado en 2007, el C2 fue diseñado para el uso privado. Alcanza 4,5 metros de distancia. Y, atención al detalle, viene en nueve colores distintos, para que la posibilidad de propinar una descarga eléctrica a alguien no esté reñida con los cambios de moda. En la gama de uso personal también existen modelos más ambiciosos como el M18/M18L y el X26C, que son derivaciones del M26.

En muchos estados de EEUU, las Taser no son considerados armas letales, por lo que se veden sin restricciones para su uso civil. En otros países, como Canadá, sólo pueden ser adquiridas por la policía.

Una forma de tortura

Los detractores de las Taser parecen no dejar de aumentar. En 2007, el comité contra la tortura de la ONU lanzó un comunicado en el que sentenciaba que “el uso de las armas TaserX26, que provoca dolor extremo, es una forma de tortura, y en algunos casos puede llevar a la muerte”.

Amnistía Internacional, muy crítica con esta arma, lleva años pidiendo que se investiguen sus verdaderas consecuencias. Finalmente, ayer publicó un informe revelador. En él afirma que 334 personas han muerto en EEUU desde 2001 después de recibir descargas de armas Taser. Y subraya lo sencillo que resulta, ya que no deja marcas, abusar de su poder.

En base a los resultados de 98 autopsias sostiene que “el 90 por ciento de las personas muertas tras recibir la descarga de una Taser estaban desarmadas, y muchas no parecían constituir una amenaza seria”.

Muchas fueron sometidas a descargas repetidas o prolongadas –muy superiores al ciclo “estándar” de cinco segundos–, o fueron aplicadas por más de un agente al mismo tiempo. Hubo incluso personas a las que se les aplicaron descargas por no cumplir una orden policial tras haber quedado incapacitadas por una primera descarga.

En al menos seis de los casos de muerte, las Taser se utilizaron contra personas que sufrían enfermedades: entre ellas, un médico que se había estrellado con su auto al sufrir un ataque epiléptico. Este médico murió tras recibir repetidas descargas en el arcén de la autopista cuando, confuso y aturdido, no cumplió las órdenes de los agentes. La policía también ha utilizado Taser contra escolares, mujeres embarazadas e incluso una persona anciana que sufría demencia.

A partir de estos datos, Amnistía Internacional exige la elaboración de nuevos informes, y señala que la mayoría de los existentes, que minimizan sus efectos sobre los humanos, han sido financiados por el propio sector armamentístico. Con respecto a España, ya criticaba en 2007 a las policías de Cataluña, Valencia y Canarias por la «falta de control», así como al «Caso Roquetas».